Servicio indispensable

La gravedad del incendio de la guardería ABC de Hermosillo y la incapacidad de los Gobiernos federal y local para deslindar responsabilidades civiles y penales, está ocasionando un injustificado reproche hacia la figura de la subrogación de este servicio por particulares, indispensable para que el Seguro Social atienda a muchos miles de hijos de trabajadores mexicanos.

Ante esto, la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara (Canaco) llama la atención para demandar que el sancionable escándalo de Hermosillo no se extienda en la opinión pública hacia una injustificada condena a las guarderías subrogadas, como si todas fueran manejadas irresponsablemente por personajes cercanos a círculos políticos, cuando lo cierto es que la mayoría se maneja en condiciones aceptables —sin eliminar que sean mejorables— para muchas familias que de otra forma no podrían contar con los cuidados adecuados para sus hijos.

En la norma del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que establece cómo debe operar el servicio de sus guarderías, propias o subrogadas, se indica que deben contar “con las condiciones de seguridad con base en la NOM-167-1997, y observar las reglas de higiene y limpieza en las instalaciones de acuerdo con los lineamientos establecidos por el Instituto, a fin de garantizar la integridad física de los menores, usuarios y el personal”.
En la norma, aprobada el 25 de febrero de 2004, se señala a los responsables de que esto se cumpla: “Delegados estatales, regionales y del Distrito Federal, titulares de las jefaturas delegacionales de servicios de prestaciones económicas y sociales, jefes del departamento de guarderías, coordinadoras zonales de guarderías y directoras de guardería”.

Si está tan clara la línea de mando y de supervisión, no se entiende porqué ante un suceso tan lamentable como el trágico incendio de la guardería de Hermosillo las autoridades han sido tan omisas en fincar responsabilidades.
Esta incapacidad ya está causando que socialmente se ponga en duda la figura de la subrogación del servicio cuando, como bien señala la Canaco, lo que ha fallado, antes y después del incendio, ha sido el cabal cumplimiento de la norma y la salvaguarda de un servicio necesario para miles de mexicanos.