Suplementos | Siga este recorrido por la Ciudad Blanca y descubra las maravillas de ayer y hoy A la conquista de Mérida Siga este recorrido por la Ciudad Blanca y descubra las maravillas de ayer y hoy que ahí se encuentran Por: EL INFORMADOR 10 de noviembre de 2013 - 02:04 hs Arquitectura. La Casa Montejo fue construida en 1959; de la vivienda, sólo se conserva la fachada. / GUADALAJARA, JALISCO (10/NOV/2013).- Pudo ser amor a primera vista, por su arquitectura colonial; o tal vez, como dicen, “el amor entra por la boca”, y todo pasó al probar la cochinita pibil, los frijoles negros refritos, el pavo o la sopa de lima. Quizá fue por las historias que cuenta, ahí se encuentran muchas de las ruinas más importantes de la cultura Maya; pero tal vez, lo más atractivo es lo que no dice, lo que hay que descubrir recorriendo sus calles. Enamorarse de Mérida, y en sí de Yucatán, es muy fácil, sólo hay que dejarse querer. La llamada Ciudad Blanca tiene dos caras, es al mismo tiempo una ciudad clásica y moderna y siempre es buen momento para recorrer sus calles tranquilas y limpias. Un buen lugar para comenzar es su Centro Histórico. Justo en el corazón de Mérida está La Plaza Grande, rodeada de edificios construidos en la Colonia, durante los siglos XVIII y XIX. Recórrala lentamente, sin prisas. Deténgase a admirar la Catedral de San Ildefonso, que fue erigida entre 1561 y 1598 con las piedras de las ruinas de pirámides y templos mayas, incluso, dicen, que tiene grabados de sus dioses, así que cuando los Mayas asistían al lugar, ellos seguían adorando a sus propias deidades y no a aquellas que les imponían. Cruce la calle, no tendrá problemas con los vehículos porque son respetuosos con el peatón, entre a la Catedral, busque la capilla donde está el Cristo de las Ampollas. Cuenta la leyenda que esa imagen fue tallada de la madera de un árbol que fue alcanzado por un rayo, cuando la iglesia de poblado de Ichmul se incendió, al Cristo le salieron ampollas, pero sobrevivió. Aproveche que está de ese lado de la acera y, si el horario le favorece, entre al Museo de Arte Contemporáneo o simplemente recorra el Pasaje de la Revolución, que es como una extensión del recinto. Los meridanos expresan con orgullo que ese lugar era feo y peligroso, pero desde 2012 recuperaron el espacio y ahora ahí exponen piezas como la de Angelika Summa, un gran cubo de cables soldados, o la obra de Pablo Vargas Lugo, Cenotle Shuttle, que es algo así como el pico de una aeronave de acero que se impactó sobre la tierra. Continuemos el recorrido, que es tiempo de entrar al Palacio de Gobierno de Yucatán. Entre, siga derecho y deténgase un poco antes de subir por las escaleras, ahí está un mural de Fernando Castro Pacheco, quien pintó la cultura maya. Lo que apreciará sobre las paredes es la interpretación del Popol Vuh, el libro sagrado que dice que el hombre fue hecho de maíz, de la amarilla fecundidad de la mazorca. Las obras del también escultor y grabador oriundo de Mérida, quien falleció apenas en agosto pasado, cuelgan sobre las paredes de un gran salón. Su visión y el espíritu del pueblo se reflejan en cuadros como El Henequén y Jacinto Canek, la historia de ese líder maya que fue asesinado enMérida. Si ve conveniente tomar un receso después de admirar la obra de Castro Pacheco, al salir del Palacio, sobre esa misma acera hay varias sorbeterías, podrá sentarse y disfrutar de una nieve, un agua o algún dulce. Pero si el tiempo apremia, mejor siga de paso, que ya habrá tiempo para los placeres de la gastronomía. Así que ahora camine hasta la Casa Montejo, una edificación del año 1549. La casa fue construida para los conquistadores “los Montejo” y fue pasando de generación en generación. De la construcción original sólo se conserva el portal de su fachada, esculpido en piedra y de estilo plateresco (barroco mexicano); entre, recórrala, siga los pasos de Francisco de Montejo “El Mozo” y su padre, los primeros en vivir ahí. A comer se ha dicho ¿Qué se le antoja? ¿una sopa de lima? ¿unos tacos o una de cochinita pibil? ¿un agua fresca para mitigar el calor? Vamos al Mercado de Santa Ana, que está al norte de la ciudad. Los lugares recomendados son la Lonchería Torres y la Lonchería Castillo. Tome lugar en la plazoleta. Repase la carta: Sopa de lima: consomé de pavo con tortilla frita, pimiento verde, cebollas, limas asadas y pavo desmenuzado. Queso relleno: queso de bola relleno con carne molida (con aceituna, pasas y cuadritos de huevo dura), se sirve sobre una cama de salsa blanca y se baña con tomate sofrito, acompañado de tortilla o pan. Papadzules: cuatro tortillas rellenas de huevo cocido bañadas con una combinación de salsas hechas a base de pepita de calabaza y tomate. Pavo en relleno negro: marinado con naranja agria y especias, cebolla y tomate. Servido en su salsa chirmole y rodajas de huevo cocido. Panuchos: tortilla rellena de frijol, con carne a elegir, lechuga, tomate, pepino, aguacate y cebolla. Lechón al horno: carne de puerco sasonada con especias y horneada. Se sirve con salsa pico de gallo. Salbutes: tortilla frita, carne a elegir, lechuga, tomate, pepino, aguacate y cebolla. Cochinita pibil: carne de puerco marinada con achiote y naranja, horneada con hoja de plátano. Se sirve con cebolla picada con naranja agria. Como leerá, en este lugar la vida se vuelve un desfile de maravillas y sabores. Elija un platillo, los anteriores son los grandes de la cocina de Mérida. Para tomar, pruebe un agua de guanábana, pitaya o lima. Y no deje de probar las salsas de chile habanero que abundan. Como postre puede pedir un dulce de papaya o los caramelos de miel y ajonjolí. Ya que está en el marcado, y para bajar un poquito la panza, vamos a caminar y comprar souvenirs. En el mismo mercado venden desde artesanías hasta guayaberas y huipiles. Aproveche para seguir admirando la arquitectura de la Ciudad Blanca y camine por el Paseo Montejo, una avenida repleta de casonas que recuerdan a Francia. Un infaltable en este recorrido gastronómico es la Dulcería y Sorbetería Colón de Paseo Montejo: fue fundada en 1907 y a la fecha sigue ofreciendo ricas helados o sorbetes con las recetas originales. Una vez aquí, debe probar el sorbete de coco, una delicia; o tal vez prefiera combinarlo con otro clásico: crema morisca. Ya que si lo suyo es aventurarse y descubrir nuevos placeres, entonces pida una champola de coco: una gran copa de helado con leche, y podría acompañarla con un rico pan. Toma nota La ruta Guadalajara –Mérida, sin escalas. Las salidas son los miércoles y sábados. De Guadalajara el avión sale a las 11:20 horas y llega a Mérida a las 13:40 horas. La tarifa Volaris es de alrededor de mil pesos, impuestos incluidos. Saber más De noche A Mérida no le faltan lugares de fiesta, desde bares hasta mezcalerías y restaurantes podrá encontrar cerca del corazón de la ciudad. La Fundación Mezcalería (Calle 56 #465) es una buena opción para disfrutar de la música de Dj’s y probar bebidas como el mezcal de pollo. El espectáculo El Gran Museo Maya de Mérida que se encuentra al norte de la ciudad (Calle #60). En sus salas permanentes exhibe más de mil 160 piezas como textiles, objetos religiosos y diversos enseres que reflejan la vida cotidiana, la arqueología, antropología, etnología e historia y costumbres de los maya en la región. En punto de las 21:00 horas proyectan en los muros del museo un audiovisual del artista Xavier de Richemont. Temas Pasaporte Yucatán Lee También Este es el mejor platillo de la comida mexicana según Taste Atlas Reportan 658 casos de gusano barrenador en 77 municipios de Yucatán Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Abrazo otoñal en la Riviera Nayarit Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones