Dulces para papá

GUADALAJARA, JALISCO (12/JUN/2013).- Que el Día del Padre no pase sin un buen postre para compartir. Aunque en la víspera de su día los hombres puedan llegar a comentar que no necesitan ningún regalo material, siempre es bienvenido un platillo dulce que no sólo sirve para darse gusto, sino para pasar un buen rato en la mesa y en familia.

Partiendo de que nada en exceso hace bien a la salud, compartimos una serie de recomendaciones azucaradas para los padres que gustan de consentirse con los dulces, ya sea para el festejo del domingo o para cuando se le abra el apetito y puedan compartirlo.

En Guadalajara hay pasteles para escoger. Desde roscas integrales, pasteles endulzados con sustituto de azúcar, los de triple chocolate, fondant, frutales y los que a la imaginación se le vayan ocurriendo, aquí el detalle es ajustarse a los precios y gustos.

Si la intención es lucirse en el arte culinario, en internet abundan recetas para hacer pasteles caseros al gusto del papá en cuestión. Además de costar más barato que uno comercial y prepararlo bajo las especificaciones conocidas del festejado, es una buena manera de unir a los hijos en equipo para el regulo de su papá.

Además, hacerle el pastel va más allá que simplemente comprarlo en una carrera, pues implica un trabajo de preparación tan largo como se elija, claro, considerando la receta a hornear, pero actualmente hay variedad para elegir una sencilla, rápida y creativa.

Si a esto se le agrega una gelatina de agua, leche o frutas, mejor quedará el regalo. O bien se puede intentar otro tipo de postres: de limón, pay de queso, tiramisú, trenza de hojaldre, panqué de plátano, pay de manzana, entre una infinidad de opciones disponibles en la red que son más fácil de preparar de lo que parecen.

La ventaja de este tipo de regalos es que son prácticos para transportar y la intención es compartirlo, ya sea en familia o en reuniones más grandes, donde todos prueban el postre.

Otro detalle que se puede entregar como extra a papá, a los tíos, al abuelo, a los cuñados, y a quien se desee, son paquetitos de chocolates, tan grandes como se quieran.

En Guadalajara hay chocolaterías donde se encuentra una amplia gama de este particular dulce, de todos los precios, tamaños, figuras y derivados, al gusto del destinatario. También se pueden conseguir en tiendas departamentales, donde se venden a granel a todo tipo de precio, incluso ya venden bolsas de celofán de distintos tamaños, con las que solamente se adquieren las que se necesitan.

Si el presupuesto no es tan alto, una forma de ahorrar sin dejar pasar desapercibido el día para los padres más allegados es comprando un paquete de chocolates, comparar o hacer pequeños empaques individuales y dividirlos, arreglarlos y listo, entregarlos a los festejados.

Esta modalidad combina con cualquier tipo de regalo, es decir, si lo que se quiere es variar los paquetitos, se puede comprar diferentes tipos de dulces, que se consiguen en todos los precios en dulcerías, para posteriormente armar empaques del tamaño que se decida.

Con estos detalles quienes los regala no deja pasar por alto a los papás, y además, entregarlos es práctico y rápido, sin necesidad de tener que esperar a que el regalo le guste, le quede y quiera conservarlo tal como se le entregó.

Para que no luzca infantil el detalle, la recomendación es buscar dulces, chocolates o empaques de colores uniformes, sobrios, es decir, que el pequeño empaque o bolsita a regalar no parezca de piñata, sino que sean colores que combinen, por ejemplo, dorado con café, o bien, distintos tonos de café, dorado con alguna envoltura azul, por ejemplo.

De esa manera los papás que reciban el detalle se sentirán halagados y no se apenarán de cargar el pequeño presente, a diferencia de una bolsa llena de dulces, que de entrada, no suelen comer. La idea es que sea un regalo elegante que pueda servirle al festejado para un bocadillo.

En caso de que quien recibirá el regalo tenga algún impedimento para consumir azúcar, existen alternativas naturales sin azúcar, igualmente detallistas y elegantes. Se tratan de botanas de amaranto endulzadas mínimamente con miel de abeja, que se consiguen en algunas dulcerías.

Si la idea es hacer dulce el día del padre, nada mejor que consentir al hombre de la casa con una buena tarde en familia dotada de risas y buenos momentos que perduren en la memoria. Finalmente, esos detalles sustituyen al mejor pastel y al más suculento chocolate.

EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ