Educación en México, clave para la paz

El rector de la Universidad Panamericana, Juan de la Borbolla, es categórico, la educación en México no se debe ver como un asunto menor y la inversión en ella es la llave para una sociedad pacífica. “Sí, es un asunto de seguridad nacional, un país que no tiene educación no puede salir adelante”.

Así el rector de la UP se suma a las voces que piden un mayor compromiso gubernamental en la promoción de la educación. Y es que si la institución educativa se ha comprometido a que en 2010 ninguno de sus programas académicos será recortado por la crisis económica, también señala que es hora de que el Gobierno tanto federal como estatal no duden en apoyar a los estudiantes.

En meses anteriores la Universidad Panamericana había anunciado que los planes de construcción de nuevas áreas, además del desarrollo de talleres, cátedras y concursos estudiantiles mantendrán el mismo ritmo que este año. “Crecer será complicado, pero nos comprometemos a no caer”, señaló entonces De la Borbolla, quien se mostró dispuesto a seguir impulsando con becas y apoyos a los alumnos.

Ahora, con los primeros visos de un presupuesto “apretado” para las instituciones de educación pública, el rector señaló que en materia educativa México no debe regatear esfuerzos, especialmente ante la inversión que otros países latinoamericanos han comenzado a realizar en su “fuerza intelectual”.

Amargo aprendizaje
El rector de la Universidad Panamericana tiene una anécdota práctica para definir los costos que a México le han causado el poco interés en la inversión educativa. “Veamos a Corea del Sur, un país que en la década de los años cincuenta del siglo pasado estaba muy por debajo de México en todos los sentidos. Destrozado por una guerra, dividido en dos partes, con una industria arrasada y sin recursos naturales de los cuales echar mano. Ellos comprendieron que la educación, y sólo la educación, podría sacar adelante a su país. Prepararon a una generación completa para competir, innovar y crecer. Ahora veamos 50 años después dónde está Corea del Sur y dónde estamos nosotros: Ellos son una potencia tecnológica, con un alto nivel de vida y un índice de delincuencia muy bajo, pues su gente está ocupada produciendo. La paciencia y la educación los llevaron hasta allí”.

“Ahora otros países Latinoamericanos comienzan a invertir en sus jóvenes. Brasil y Chile por ejemplo, al igual que naciones de Europa del Este. Todos ellos atrasados hasta hace no digo medio siglo, una década, y ahora van para arriba”, agrega el académico, que urgió a la inversión y promoción de actividades educativas.

Educación contra violencia
La tesis de De la Borbolla se apoya en estudios dados a conocer recientemente por la UNAM, donde se delineó el perfil del delincuente promedio: Proviene de familias desintegradas donde la violencia es tolerada y careció de oportunidades de estudio.

De acuerdo al estudio, dado a conocer por el periódico EL UNIVERSAL el pasado mes de septiembre, la nueva generación de delincuentes tiene entre 19 y 30 años, afinidad por la tecnología pero una carencia total de estudios, lo que los ha hecho más crueles en comparación a perfiles hechos con anterioridad.

Para enmarcar esto, el presupuesto destinado a educación en 2010 caería en un 6.7 por ciento, de acuerdo a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), de la que en Jalisco forman parte la Universidad de Guadalajara, la Universidad Autónoma de Guadalajara y la UNIVA entre otras instituciones.