Embarazos virtuales con visión responsable

GUADALAJARA, JALISCO (18/ABR/2011).- Para algunas mujeres, el embarazo es la mejor experiencia de vida que puedan desarrollar en su formación personal. Sin embargo, ¿qué sucede cuando las circunstancias para vivirlo no son las más adecuadas, ya sea por la temprana edad en la que se presenta, la escasez de recursos económicos para solventarlo, cuando el sentido de responsabilidad aún es muy reducido, y principalmente, cuando aún se es estudiante de preparatoria?  

Lamentablemente, a pesar de la cantidad de información, recursos y herramientas que existen para evitar un embarazo no planificado, los centros educativos siguen presentando casos como éstos en adolescentes. Ante este problema,  Armando Soltero, director de la Preparatoria Regional de Puerto Vallarta liderea un proyecto bastante impregnado de responsabilidad: Mamá virtual, programa que tiene como objetivo sensibilizar y crear una conciencia en las adolescentes, ofreciéndoles la oportunidad de vivir la experiencia de ser madres por un corto preiodo de tiempo.
Sensores en alerta

Mamá virtual se divide en cuatro etapas: la simulación de embarazo físicamente, la convivencia con un muñeco que registra las atenciones de la supuesta madre hacia éste, la asistencia a un parto en vivo, así como la participación en diversas exponencias sobre el menejo de una sexualidad responsable.

La peculiar dinámica, consiste en que la alumna –inscrita al programa voluntariamente– experimente las diversas actividades y situaciones de una mujer en estado de gestación y los deberes como madre cuando el bebé nace.

En el primer paso, la estudiante se coloca un dispositivo en forma de delantal con un peso de nueve hasta 13 kilos,  que además permite la recreación directa, durante cinco, días de los llamados “ataques de bochorno”, un aumento de la presión sobre la vejiga y hasta la modificación de posturas al momento de tomar asiento y caminar.

Posteriormente, la participante del embarazo virtual asiste a un parto real en el Hospital Regional de Vallarta, en el que “adquiere una segunda impresión de lo que es el proceso y las dificualtades del parto”, señala Soltero.
Durante la tercera fase, la alumna se hace cargo del muñeco que representa a un bebé de cuatro meses. Ella tiene que convivir y atender las necesidades que éste requiera durante las 24 horas del día. El muñeco –que posee sensores virtuales que envían señales a un brazalete portado por la madre– registra las actividades que la estudiante realiza, desde la atención oportuna  en los horarios de alimentación y sueño, hasta en los procesos digestivos.

Una llamada de atención

Armando Soltero explica que Mamá virtual nace ante la detección de la falta de compromiso, ingerencia y responsabilidad de cada familia en los casos de embarazo de estudiantes adolescentes.

“Nos preocupan los embarazos de las alumnas; regularmente teníamos entre siete y 10 casos al año,  ahora después de manejar el programa, se registran tres”.

Soltero confía en que los próximos meses el programa logre adquirir más muñecos y vientres simuladores de embarazo, para lograr una cobertura total, ante la demanda de 50 alumnas que desean ingresar a Mamá virtual durante cada semestre.

Agrega que hasta la fecha “Mamá virtual tiene resultados extraordinarios”, en una comunidad estudiantil de mil 200 alumnos, pues actualmente, los varones también se muestran deseosos de participar en la experiencia del embarazo simulado al apoyar a la chica y cumplir las funciones de futuro padre.

“A todos nos conviene que exista Mamá virtual, porque evitamos que las alumnas pasen por este trance y queden sin la oportunidad de tener una adolescencia común y normal”.

Sin embargo, advierte que la mayoría de los varones que se integran al programa junto a su pareja sentimental, dan por terminada la relación una vez pasada la experiencia.

“Hay un dato curioso que no hemos estudiado aún, pero generalmente esas parejas que participan terminan su relación. ¿Por qué será? No lo sabemos”.

Puntos de reflexión
Al final del semestre, Anabel Jiménez Cárdenas, psicóloga y educadora educativa de la preparatoria, imparte el taller “Sexualidad responsable”, que detalla los puntos más importantes al momento de iniciar la vida sexual a temprana edad.
Respecto al proyecto, considera que “es un programa muy innovador que nos ha dado efectos positivos, porque vemos que ahora los jóvenes te retan a tener experiencias más reales acerca de lo que son las responsabilidades”.

''Me llamaban la atención los bebés y quería saber qué se sentía ser madre, pero cuando participé me frustraba porque el muñeco no me hacía caso, me ponía de malas, pero sólo así te hace más responsable'', Fernanda Arias Bravo, alumna de sexto semestre, participante del proyecto Mamá virtual.

''Adquieres responsabilidad y vas viendo lo que es tener un hijo. Es una experiencia que te cambia el modo de ver y pensar las cosas'', Francisco Javier Urrutia, estudiante de sexto semestre de la Preparatoria Regional de Puerto Vallarta.

*Las alumnas desarrollan un pronóstico del gasto que genera una situación de embarazo, desde la asistencia al  ginecólogo, la hospitalización, el parto, medicina, ropa, alimento y acesosrios, teniendo como resultado una inversión de 72 mil pesos, hasta el primer año de vida del bebé.

*Desde hace tres años la Preparatoria Regional de Puerto Vallarta integró el programa Mamá virtual.