¿Estudias o trabajas?

GUADALAJARA, JALISCO (20/AGO/2012).- Las adversidades económicas a las que se enfrentan los estudiantes, especialmente del nivel superior, ante la carencia de recursos económicos para  sostener sus estudios, es cada vez más frecuente.

“No hay de otra, la situación es así; ¿quiero superarme y ser alguien en la vida?, Pues debo prepararme, pero… ¿quiero prepararme?, Entonces hay que ‘chambearle’ duro”. Ésta es la filosofía de Ana Luisa Vargas Limón, alumna del quinto semestre de la carrera en Odontología de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Es lunes; inicia la pesada semana para Ana. Apenas son las 5:30 de la mañana y el baño la espera. Luego, una tasa de café y algún pan son el único desayuno de esta chica a temprana hora. La espera una jornada dura en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS). Su sueño, dice: “Terminar mi carrera y si el tiempo y el dinero se ponen a mi favor, sacar mi especialidad; no me gusta ser mediocre”.

Ana vive con su pareja, pues hace un año y tres meses dio a luz a su primer hijo. “Salí embarazada, y ni modo, eso no iba a impedir que frustrara mi ilusión de seguir estudiando, sólo paré con permiso de mis maestros para cuando nació Emilio, mi bebé”. Trabaja contestando teléfonos, echando un vistazo a las labores del doctor, su patrón, haciendo citas y llevando al pie de la letra la ocupada agenda del consultorio, percibe un salario de apenas mil 300 pesos a la semana. “No es mucho, pero me ayudo bastante”.

Julio es su pareja con apenas 21 años de edad. También estudia y trabaja. Con la percepción de ambos, a la semana rondan los dos mil 900 pesos, deben solventar los gastos de la escuela, aunque les requiere más la atención de sus bebé. Y así sus días. Culminan en la escuela, pero siguen en su casa, en jornadas, a veces, más demandantes.