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La vida en un boceto

El diseñador industrial Mauricio Valdés comparte con estudiantes de la Universidad Panamericana sus secretos para el éxito

Por: EL INFORMADOR

Mauricio Valdés acudió a la Universidad Panamericana para recomendar a los estudiantes de diseño cómo desarrollarse en este ámbito.  /

Mauricio Valdés acudió a la Universidad Panamericana para recomendar a los estudiantes de diseño cómo desarrollarse en este ámbito. /

ZAPOPAN, JALISCO (05/DIC/2011).- Mauricio Valdés es un amante del arte. Su carrera profesional está dedicada al diseño industrial. Él, no visualiza su vida lejos de los bocetos y los renders. En 2012 cumplirá 20 años de trayectoria y eso le basta para compartir su experiencia en este cotizado y complicado rubro del ingenio, con sus futuros colegas que aún aguardan en las aulas de la universidad.

Mauricio Valdés (Ciudad de México, 1966) es un ícono nacional, sinónimo de esfuerzo, dedicación e imponente creatividad. Para saber quién es, hay que hacer memoria y quizá, echar un vistazo en internet donde es posible encontrar su nombre entre los grandes maestros del diseño industrial en el ámbito mundial; y es que el diseñador fue el primer mexicano en ganar el Red Dot Design Award en 2008, el premio de mayor prestigio e importancia para los diseñadores entregado en Alemania, y que bien se asemeja a lo que es Oscar en el cine.

Mauricio Valdés llegó a la Universidad Panamericana, campus Guadalajara, para charlar con los estudiantes que pretenden seguir sus pasos y convertirse en una magna figura del diseño industrial dentro del Congreso Innova, que se llevó a cabo del 24 al 26 de noviembre, y que reunió a grandes personalidades del diseño como a Joe Fletcher (Amsterdam); Andres Moline y Andrew Morrison (EUA-China); Víctor Sánchez (Madrid); y de México, Eduardo García, Paloma López, YoanpabloPérez y Jorge Moreno, con la finalidad de aportar nuevas ideas e información sobre tecnologías que se ejecutan actualmente y mostrar sus avances en la implementación del diseño en el desarrollo de nuevos productos.

Evolución pensante


El objetivo de Mauricio Valdés es firme y lo demostró en su ponencia “Diseño en México en tiempo real”, donde abordó diversos temas e hizo un recorrido a lo largo de su carrera: sus aprendizajes, errores y pasiones en puntos como lo gráfico, industrial, el mobiliario, accesorios, iluminación, desarrollo de producto, interiorismo, la unión entre diseñadores y la consciencia ecológica que se necesitan en esta demandante carrera.

Lo más importante para Valdés, no solo en el diseño, sino en la vida en general es la unión, cuestión que parece no ser muy común en el gremio.

“No sabemos trabajar en equipo, siempre ha sido protagonismo y egocentrismo, yo quiero que se rompa todo eso para que los diseñadores busquen otras maneras de creación”, comenta el experto, pues a su juicio, la envidia es uno de los principales enemigos del trabajo y la constancia.

Mauricio Valdés viene de abajo, tocando puertas. En su juventud, diversas circunstancias los obligaron a postergar su preparación profesional y salir del país; a su regreso, luego de haberse desempeñado como mesero, este diseñador retoma su formación académica: concluye la preparatoria y se alista en la universidad, superando sus propias expectativas.

En segundo semestre, es invitado a trabajar en el despacho de diseño de sus amigos y compañeros ya egresados, su mentalidad visionaria lo llevan a idear un rack para discos compactos, sin esperarlo gana el primer lugar en el Festival Internacional de Arte Europalia, “Eso fue lo que me catapultó a decir que está chido esto de armar cosas”.

Siguiendo su sendero creativo, Valdés encontró en el diseño el reflejo de su vida interior, “una manera de expresión e inteligencia visual. Es algo que me gusta, apasiona, a lo que le tengo mucho amor. Es parte de mi vida (…) voy a morir haciendo esto”.

Bajo esta consigna, este llamado “gurú” del diseño mexicano, como lo identifican algunos, habla a las nuevas generaciones del cambio de mentalidad al momento de trabajar y echar a volar la imaginación, pues él forma parte de la “generación X”, un diseñador que hace sus bocetos a mano, artesanalmente. Sus trazos sólo son hechos por el lápiz y el papel. No es renuente a la tecnología y las herramientas de ésta, pero prefiere seguir en el vieja escuela del diseño, y paulatinamente hacerse amigo del avance tecnológico.

“Yo vengo nací en el 66. Cuando estaba en la carrera no había computadoras, y no la pelé mucho, fue un error de mi parte, pero seguí desarrollando las cosas a mí manera, a través de la mano”.

Advierte que en términos de diseño, hay quienes opinan que el trabajo ya no debe hacerse con las manos, sin embargo él asegura que ésta es la mejor forma para trabajar.

“El trazo que se da a mano, jamás se va a lograr en una computadora. Creo que se deben complementar a la creatividad con el bocetaje normal y la idea, y luego te ayudas a lanzar los planos y renders en computadora (…) un diseñador debe saber bocetar a mano y a computadora. Nada está escrito, tú puedes bocetear muy bien pero no saber diseñar, son habilidades propias de cada persona”, explica Valdés.

Se podría decir que una de las más importantes recomendaciones que Mauricio hace a los chicos que aún se encuentran en las universidades, es ir más allá de lo que se propone en la escuela, buscar otras alternativas y pulir el trabajo personal lo más posible, participar en todo lo que se pueda.

Inspiración triunfante

En 2008, Mauricio Valdés fue el primer mexicano en ser premiado con el Red Dot Design Award, gracias a la creación de un peculiar frutero, versátil y elegante.

“Es uno de los premios más prestigiosos a nivel internacional (…) gracias a Dios obtuve el primer Red Dot para México, que es como ganar una medalla olímpica. Es una etiqueta de calidad y teniéndola, automáticamente se vende e internacionaliza (el producto), te va abriendo las puertas y más como mexicano, aquí nos criticamos mucho, afuera nos discriminan, aquí nos discriminamos entre nosotros”. No obstante, reconoce que el diseño industrial adquiere fuerza entre los jóvenes, principalmente en Guadalajara, Querétaro y Monterrey.

Sobre su inspiración, Mauricio Valdés asegura que le llega por su conexión espiritual con Dios: “Antes pensaba que la creatividad venía de un estado de depresión o euforia, pero empecé a descubrir la meditación, desarrollo humano y la espiritualidad por el tipo de vida que llevé, pero en mi caso toda la creatividad me la estaba regalando Dios (...) hay un mago dentro de nosotros”.

Actualmente, Mauricio Valdés lidera Revolución Mexicana del Diseño, empresa propia que dirige con su socio Alejandro Romero, quien ofrece diseños llenos de “legitimidad y originalidad con proyectos propios. Ofrezco mi propia identidad, no busco apantallar a nadie, yo busco cosas que me gusten a mí”.

En pocas palabras, Valdés define sus estilos de diseño como “sensuales, alegres, divertidos y retro”, que a cada trazo evolucionan entre sí. “Lo importantes es que a mí me guste, yo no diseño para la gente, diseño para mí. No me visualizo haciendo otra cosa”.

Sobre Mauricio Valdés: www.coroflot.com

FRASE

"
El mejor diseñador es el que vende, el peor es el que copia "
Mauricio Valdés,

diseñador industrial.

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