Un millón de propósitos

GUADALAJARA, JALISCO (31/DIC/2013).- Si recolectáramos los propósitos, pequeños y grandes que personal y colectivamente se hacen al iniciar un  Nuevo Año, no cabrían en ninguna de nuestras plazas y sin duda tendríamos que acudir a la barranca y tal vez lograríamos colmarla.

Lo que nos sucede cada año, que conforme pasan los días este nuestro buen deseo se esfuma y se pierde en el vacío y ya en fechas no muy remotas, ni siquiera nos volvemos a acordar de los propósitos que elaboramos para 2014.

Ciertamente hay quienes los escriben en una hermosa libreta, o en una hoja de colores, pero la mayoría hasta de eso se olvida o ya ni sabe dónde quedó aquel escrito.

Hoy que no hablo de cristeros ni de cristiadas, sí te hablo de Jesucristo que es Rey y aunque su Reino no es como los de este mundo, sí quiere que esté vivo y presente en este mundo, pero sobre todo quiere reinar en el corazón de cada uno de los seres humanos que habitan este mundo.

ORACIÓN

Señor,
dueño del tiempo y de la vida,
hoy queremos darte gracias
por el Nuevo Año que empieza,
porque en cada uno de sus días
nos das la oportunidad
de escribir nuestra historia
como una página nueva
en el libro de nuestra propia vida.

Hoy queremos poner en tus manos
esta ocasión que Tú mismo nos das,
y queremos pedirte
que cada uno de nuestros pasos
nos conduzcan al cumplimiento pleno de tu voluntad
y al logro de la auténtica felicidad.

María Belén Sánchez, fsp


*La autora es colaboradora del Suplemento Fe que se publica los domingos en EL INFORMADOR