Alrededor del cinco por ciento de las mujeres padece fibromalgia

GUADALAJARA, JALISCO (04/FEB/2011).- Alrededor del cinco por ciento de las mujeres padece fibromialgia, caracterizada por dolor persistente, fatiga extrema, dificultad para dormir, repercusiones a nivel del pensamiento y la memoria, afirmaron especialistas.

La fibromialgia es una enfermedad que se ubica entre el quinto y el sexto lugar como motivo de consulta en el servicio de Reumatología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco.

Los médicos adscritos a este servicio, señalaron que en promedio anual son entre 200 y 300 los pacientes atendidos por fibromialgia en este hospital, de los cuales entre 50 y 60 son de primera vez, y agregaron que predomina el sexo femenino, en proporción de nueve a uno.

Los especialistas estimaron que la población femenina que padece fibromialgia es en el rango de edad de 20 a 50 años, es decir, en etapa productiva, aunque también puede aparecer en adultos mayores y hasta en edad pediátrica.

Señalaron que el principal síntoma de la fibromialgia es el dolor músculo esquelético difuso y generalizado o rigidez prominente que afecta 18 puntos anatómicos muy bien definidos, y detallaron que la sensación dolorosa aparece ante estímulos que normalmente no provocan ese tipo de reacciones en la generalidad de la población.

Para el diagnóstico de fibromialgia, se requiere de una exploración física, en la que al menos 11 de los 18 puntos, tengan una respuesta dolorosa ante estímulos mínimos (se aplica el dolorímetro para captar dolor a determinada presión), e igualmente se hacen estudios laboratoriales.

Los expertos indicaron que hay estudios que revelan que los pacientes con fibromialgia, llegan a tener alteraciones en el funcionamiento cerebral, concretamente en lo que respecta al balance de neurotransmisores.

Igualmente, se han captado alteraciones en el sistema autónomo del cerebro, que se manifiestan con cambios en la presión arterial y el ritmo cardíaco.

Una vez establecido el diagnóstico, se establece el tratamiento que puede ser farmacológico o biopsicosocial, consistente este último en terapias grupales de autoayuda y actividad física, entre las más importantes.