Tecnología | El instituto reforzará la investigación en patología molecular El instituto de la Vid adaptará la vitivinicultura española al cambio climático Según el científico, la viticultura española tiene que estar preparada y contar con las herramientas necesarias para las nuevas tendencias Por: AFP 15 de febrero de 2009 - 08:44 hs LOGROÑO, ESPAÑA.- El Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV) reforzará la investigación en patología molecular, un área "muy poco desarrollada" en España, que permitirá conocer mejor las plagas para luchar contra ellas y preparar la viticultura española para desafíos como el cambio climático. El ICVV, ubicado en Logroño, se fundó hace un año por el Gobierno de La Rioja, el CSIC y la Universidad de La Rioja con el objetivo de ser un referente internacional en investigación vitivinícola. En una entrevista con EFE, el director del ICVV y científico del CSIC, José Miguel Zapater (Logroño, 1958), conviene en la necesidad de contar con especialistas experimentados en el conocimiento de plagas, un área en la que considera que "hay muy poca formación en España", entre otras razones, porque es un país seco que ha registrado una menor incidencia de enfermedades. Según el científico, la viticultura española tiene que estar preparada y contar con las herramientas necesarias para las nuevas tendencias, que apuntan hacia la elaboración de vinos más orgánicos, y los requerimientos de una agricultura cada vez es más respetuosa con el medio ambiente. En un contexto de globalización, se ha detectado la presencia de nuevos virus y ácaros que afectan a cultivos hortícolas, que aparecen cada pocos años cuando no se conocían en España y proceden de zonas más cálidas, que exigen, asegura Zapater, especialistas en esta materia. Se trata, añade de "saber cómo el hongo coloniza la célula vegetal, qué efecto tiene, cómo responde la planta; es una biología que hay que conocer para identificar los puntos débiles de las plagas y actuar de una manera más eficiente contra ellas", añade el investigador. Según Zapater, el ICVV, una vez superado su primer año de funcionamiento, se prepara para contratar investigadores españoles y extranjeros, en particular de Nueva Zelanda, que se han interesado por el estudio de enfermedades fúngicas que este organismo, como referente internacional en vitivinicultura, reforzará. Para ello, también considera de especial relevancia contar con un gran banco de germoplasma, en cuya creación trabaja el Instituto, y que, además del área vitícola, sea un soporte para las investigaciones enológicas que también desarrollará este organismo. "Nuestro objetivo -explica Zapater- es generar conocimiento sobre los procesos biológicos y químicos que están relacionados con la producción de uva y vino". En este contexto, califica de "muy relevante" conocer la variación genética y trabajar con poblaciones de variantes genéticas de la vid, las levaduras y el "Oenococcus", que es la bacteria láctica que participa en la fermentación maloláctica de vino tinto. Sobre la posibilidad de desarrollar nuevas variedades de uva, cree que es "factible", aunque sostiene que se trata de un asunto "muy regulado" y, como científico, "no quiero que nadie se eche las manos a la cabeza pensando que queremos cambiar las variedades de uva actuales que son muy interesantes". Sin embargo, "es nuestra obligación como investigadores pensar en el futuro en desarrollar las herramientas necesarias porque, conforme se va conociendo mejor el genoma de la vid, se va conociendo mejor la base genética y los caracteres que hacen que una variedad de uva se comporte de una determinada manera y tenga unas características gustativas". Aun así, considera que en un escenario de unos veinte o treinta años, "podría ser posible tener variantes, por ejemplo, alrededor del tempranillo que permitieran, si fuera preciso, mejorar o cambiar algunos matices de las variedades existentes". Según el científico, el tipo de vino que se elabore depende, fundamentalmente, de las variedades que se utilicen y "si se quiere que éstas variedades mejoren a lo largo del tiempo, tendremos que contar con el material genético que lo permita". En su opinión, "es algo en lo que pensar, que está dentro de los objetivos del ICVV para lograr mantener la competitividad de la viticultura española y que esté preparada para los retos de futuro". Temas Ciencia Medio Ambiente ecosistema acuático Lee También Estudio chino revela una mutación que eleva riesgo de alzhéimer ¿Cómo se forman los recuerdos en la mente? Julieta Fierro será homenajeada en la FIL Llega "La Niña" y este será su impacto según las predicciones Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones