Cultura
Alistan restauración de murales del convento de San Jerónimo
El próximo año, bajo supervisión del INAH, las decoraciones del inmueble serán reparadas
CIUDAD DE MÉXICO.- El ex convento de San Jerónimo, sobrio y bello recinto que data del siglo XVII, que hoy alberga a la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ) , verá en 2010 la restauración de una parte de sus murales originales, anunció la rectora de esa casa de estudios, Carmen Beatriz López-Portillo Romano.
López-Portillo comentó que los trabajos en "pedazos" de murales de distintas etapas que se encuentran en la galería de esa institución, contarán con la supervisión del Consejo de la Universidad y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) .
Los murales están en los muros del ex templo, con dibujos geométricos muy típicos de conventos de la época y son anónimos, refirió la rectora.
"Son pedazos de murales de distintas etapas, las cuales se restaurarán y consolidarán; están ubicados en distintos espacios de la Universidad, algunos son de hasta cinco metros. Se trata de los más importantes trabajos de restauración que se llevarán a cabo en esta casa de estudios" , destacó.
El origen del convento se remonta al primer siglo colonial, cuando dos casas, la de Alonso Ortiz (situada en el noroeste del actual Gran Claustro) y la de Isabel de Barrios (ubicada en el extremo noreste del Patio de la Fundación), fueron unidas y ampliadas por doña Isabel de Guevara.
El 29 de septiembre de 1585 ésta última se enclaustró ahí en compañía de cuatro monjas del Convento de La Concepción, con la autorización del arzobispo Pedro Moya de Contreras, fundando de esa manera el primer convento mexicano de monjas jerónimas.
Durante los siguientes siglos el conjunto se transformó hasta ocupar toda la extensión que tiene hoy.
El trabajo interdisciplinario de antropólogos, arqueólogos, arquitectos, historiadores, ingenieros y restauradores, permitió la producción de investigaciones que apoyaron la restitución del conjunto constructivo.
De ese trabajo derivó el hallazgo de vestigios de diversa índole rescatados del subsuelo, pertenecientes a la vida cotidiana de las religiosas que habitaron el convento, cubiertos, tinas de baño, tuberías y fuentes). Además, en el Coro Bajo del templo fueron descubiertos los sepulcros de las monjas.
Al campus original, cuyos muros preservan una parte medular de la historia de México, se sumó en agosto de 2003, el plantel Regina, caracterizado por ocupar una parte de lo que fue el también colonial convento de monjas de Regina Coeli.
De acuerdo con López-Portillo Romano, el recinto a su cargo recibe periódicamente trabajos de restauración, los cuales cuentan con el apoyo teórico y la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) .
López-Portillo comentó que los trabajos en "pedazos" de murales de distintas etapas que se encuentran en la galería de esa institución, contarán con la supervisión del Consejo de la Universidad y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) .
Los murales están en los muros del ex templo, con dibujos geométricos muy típicos de conventos de la época y son anónimos, refirió la rectora.
"Son pedazos de murales de distintas etapas, las cuales se restaurarán y consolidarán; están ubicados en distintos espacios de la Universidad, algunos son de hasta cinco metros. Se trata de los más importantes trabajos de restauración que se llevarán a cabo en esta casa de estudios" , destacó.
El origen del convento se remonta al primer siglo colonial, cuando dos casas, la de Alonso Ortiz (situada en el noroeste del actual Gran Claustro) y la de Isabel de Barrios (ubicada en el extremo noreste del Patio de la Fundación), fueron unidas y ampliadas por doña Isabel de Guevara.
El 29 de septiembre de 1585 ésta última se enclaustró ahí en compañía de cuatro monjas del Convento de La Concepción, con la autorización del arzobispo Pedro Moya de Contreras, fundando de esa manera el primer convento mexicano de monjas jerónimas.
Durante los siguientes siglos el conjunto se transformó hasta ocupar toda la extensión que tiene hoy.
El trabajo interdisciplinario de antropólogos, arqueólogos, arquitectos, historiadores, ingenieros y restauradores, permitió la producción de investigaciones que apoyaron la restitución del conjunto constructivo.
De ese trabajo derivó el hallazgo de vestigios de diversa índole rescatados del subsuelo, pertenecientes a la vida cotidiana de las religiosas que habitaron el convento, cubiertos, tinas de baño, tuberías y fuentes). Además, en el Coro Bajo del templo fueron descubiertos los sepulcros de las monjas.
Al campus original, cuyos muros preservan una parte medular de la historia de México, se sumó en agosto de 2003, el plantel Regina, caracterizado por ocupar una parte de lo que fue el también colonial convento de monjas de Regina Coeli.
De acuerdo con López-Portillo Romano, el recinto a su cargo recibe periódicamente trabajos de restauración, los cuales cuentan con el apoyo teórico y la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) .