Cultura
Avanza restauración de conjunto retablístico en Campeche
Continúa labores con la intervención del retablo dedicado a la Virgen de la Inmaculada
CIUDAD DE MÉXICO (19/ABR/2012).- La restauración del único conjunto retablístico de la época colonial en el estado de Campeche, que dio inicio en 2005, continúa labores con la intervención del retablo dedicado a la Virgen de la Inmaculada, que ya presenta un avance del 50 por ciento.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó en un comunicado que con la reciente intervención, se estima un 70 por ciento de progreso en la restauración de cinco obras de este tipo que datan del siglo XVIII, y que pertenecen a la Iglesia de San Roque, mejor conocida como San Francisquito.
Una buena parte del patrimonio religioso mueble e inmueble, de lo que hoy es Campeche, se perdió, debido a los ataques y saqueos de los piratas, por lo que los bienes sacros del estado son considerados como casos excepcionales.
De los cinco retablos barrocos que se atienden desde 2005 en su problemática, tres ya fueron restaurados de manera integral; el de la Inmaculada concluyó la segunda temporada de arreglos hace unas semanas, explicó la restauradora Leticia Jiménez Hernández, responsable de varios proyectos de rescate de arte sacro.
Afirmó que la estructura de los cinco retablos de la Iglesia de San Francisquito está estable y el principal deterioro radica en capas pictóricas que fueron sobrepuestas a la original al temple; algunos de ellos le fueron aplicados en el siglo XX y debido a la mala calidad, demeritaron la obra y alteraron la información histórica y tecnológica.
Los retablos representan la joya de Campeche porque conforman el único conjunto de estas obras que se conservan en el estado, por ello resulta necesaria su restauración, señaló.
En cuanto a la arquitectura de los retablos, la especialista explicó que éstos datan del siglo XVIII, lo que resulta interesante, ya que hubo un desfase entre las corrientes artísticas en boga entre la capital de Nueva España y Campeche, de este último resultan más sencillas.
Mientras que las obras de la zona Sur del país están prácticamente sujetas al muro, separadas por tres o cuatro centímetros de la pared, los del centro del país están totalmente apartados del muro.
El retablo de la Virgen de la Inmaculada está constituido de madera con soportes salomónicos y decoración de estilo barroco con motivos fitomorfos, que representan plantas, con dimensiones de seis metros de altura por cuatro de ancho.
La intervención de la obra estuvo a cargo de personal auxiliar supervisado por la restauradora Luisa Zepeda, en la primera temporada se retiró del retablo los repintes y se estabilizaron los elementos desprendidos, principalmente en el segundo cuerpo.
Posteriormente se procedió con las mismas labores en la sección del remate y en otras de las columnas centrales, así como de un alerón, que es un elemento de la parte trasera.
La fase final de éste 50 por ciento de avance, consistió en reintegrar el color rojo original de la obra en pequeñas zonas de resane, por lo que ahora resalta la decoración original, luego de que se quitaron los repintes que cubrían la superficie.
Para la tercera etapa se continuará con la eliminación de repintes y restauración de zonas específicas, señaló Jiménez.
Los retablos de la iglesia de San Francisquito que se han restaurado en su totalidad son los dedicados a la Virgen de la Candelaria, al Nazareno y a la Dolorosa; falta por intervenir el dedicado a San Antonio.
En opinión de la restauradora, la conservación del patrimonio sacro de Campeche se ha impulsado en buena medida por el interés de los habitantes de las comunidades, entre ellas las de Hecelchakán, Sihochac y Tepakán.
También se pretende intervenir próximamente el retablo del siglo XVIII, de mampostería estucada que pertenece a la iglesia de San Bartolomé, en Tepekán, en el municipio de Clkiní, la obra es la única de este material que se conserva en Campeche y probablemente en toda la Península de Yucatán.
Las labores de restauración de los cinco retablos de la iglesia de San Francisquito son posibles gracias a la coordinación del Centro INAH-Campeche, con el Consejo Estatal para la Defensa, Conservación y Promoción del Patrimonio histórica, de esa entidad.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó en un comunicado que con la reciente intervención, se estima un 70 por ciento de progreso en la restauración de cinco obras de este tipo que datan del siglo XVIII, y que pertenecen a la Iglesia de San Roque, mejor conocida como San Francisquito.
Una buena parte del patrimonio religioso mueble e inmueble, de lo que hoy es Campeche, se perdió, debido a los ataques y saqueos de los piratas, por lo que los bienes sacros del estado son considerados como casos excepcionales.
De los cinco retablos barrocos que se atienden desde 2005 en su problemática, tres ya fueron restaurados de manera integral; el de la Inmaculada concluyó la segunda temporada de arreglos hace unas semanas, explicó la restauradora Leticia Jiménez Hernández, responsable de varios proyectos de rescate de arte sacro.
Afirmó que la estructura de los cinco retablos de la Iglesia de San Francisquito está estable y el principal deterioro radica en capas pictóricas que fueron sobrepuestas a la original al temple; algunos de ellos le fueron aplicados en el siglo XX y debido a la mala calidad, demeritaron la obra y alteraron la información histórica y tecnológica.
Los retablos representan la joya de Campeche porque conforman el único conjunto de estas obras que se conservan en el estado, por ello resulta necesaria su restauración, señaló.
En cuanto a la arquitectura de los retablos, la especialista explicó que éstos datan del siglo XVIII, lo que resulta interesante, ya que hubo un desfase entre las corrientes artísticas en boga entre la capital de Nueva España y Campeche, de este último resultan más sencillas.
Mientras que las obras de la zona Sur del país están prácticamente sujetas al muro, separadas por tres o cuatro centímetros de la pared, los del centro del país están totalmente apartados del muro.
El retablo de la Virgen de la Inmaculada está constituido de madera con soportes salomónicos y decoración de estilo barroco con motivos fitomorfos, que representan plantas, con dimensiones de seis metros de altura por cuatro de ancho.
La intervención de la obra estuvo a cargo de personal auxiliar supervisado por la restauradora Luisa Zepeda, en la primera temporada se retiró del retablo los repintes y se estabilizaron los elementos desprendidos, principalmente en el segundo cuerpo.
Posteriormente se procedió con las mismas labores en la sección del remate y en otras de las columnas centrales, así como de un alerón, que es un elemento de la parte trasera.
La fase final de éste 50 por ciento de avance, consistió en reintegrar el color rojo original de la obra en pequeñas zonas de resane, por lo que ahora resalta la decoración original, luego de que se quitaron los repintes que cubrían la superficie.
Para la tercera etapa se continuará con la eliminación de repintes y restauración de zonas específicas, señaló Jiménez.
Los retablos de la iglesia de San Francisquito que se han restaurado en su totalidad son los dedicados a la Virgen de la Candelaria, al Nazareno y a la Dolorosa; falta por intervenir el dedicado a San Antonio.
En opinión de la restauradora, la conservación del patrimonio sacro de Campeche se ha impulsado en buena medida por el interés de los habitantes de las comunidades, entre ellas las de Hecelchakán, Sihochac y Tepakán.
También se pretende intervenir próximamente el retablo del siglo XVIII, de mampostería estucada que pertenece a la iglesia de San Bartolomé, en Tepekán, en el municipio de Clkiní, la obra es la única de este material que se conserva en Campeche y probablemente en toda la Península de Yucatán.
Las labores de restauración de los cinco retablos de la iglesia de San Francisquito son posibles gracias a la coordinación del Centro INAH-Campeche, con el Consejo Estatal para la Defensa, Conservación y Promoción del Patrimonio histórica, de esa entidad.