Cultura
Invitan a iniciarse con Verdi
El Estudio Diana brinda una muestra del ingenio del compositor italiano Giuseppe Verdi
GUADALAJARA, JALISCO (13/FEB/2013).- Hoy es un buen día para iniciarse en la ópera. No precisamente como cantante, sino como un espectador dispuesto a inundarse los oídos con lo más incandescente de la teatralidad hecha música y canto, y viceversa.
Hoy por la noche, el Estudio Diana brinda una probadita del ingenio con el que el compositor italiano Giuseppe Verdi creó en 1850 bajo el nombre de Stiffelio, y que antecede a su mundialmente conocida trilogía Rigoletto, La Traviata e Il Trovatore.
Stiffelio es una pieza poco conocida en el abanico creativo de Verdi, por lo que será proyectada de manera gratuita al público esta noche, con el propósito de explicar la sinergia que el compositor logró entre la música y la teatralidad de ambos elementos artísticos, al decir del experto en ópera, Ernesto Álvarez Camacho, quien previo a la presentación, brindara una charla a las 19:00 horas para detallar el por qué esta pieza puede ser considerada como una obra fundamental en el legado del italiano.
Álvarez Camacho señala Stiffelio puede sumarse al antes y después que Verdi marcó en la composición musical con la creación de la popular trilogía, pues esta pieza denotó una transición en el estilo del bel canto y la propia música de una obra.
“La idea no es hablar de un descubrimiento, el objetivo es la ópera y comentar aspectos, que desde mi punto de vista, merecen que sea parte de las óperas de transición”.
El experto y conocido conductor del programa televisivo Encuentro con las grandes obras, detalla que durante un siglo, Stiffelio -que fue estrenada el 16 de noviembre de 1850- fue olvidada en el cajón ante la censura que la obra vivió en la Italia de aquella época, pues su trama principal aborda la historia de un pastor protestante es que es juzgado por conceder el perdón a la infidelidad de su esposa. El público se negó rotundamente a esta trama: el adulterio y la religión.
Cien años después de su estreno fue desempolvada y poco a poco ha sido interpretada en el mundo por diferentes figuras de la ópera, generando así un nuevo valor a la incorrupta trayectoria de Verdi.
A lo largo de tres actos, el espectador disfrutará de una ópera breve de lenguaje sencillo, en la que se apreciará la trascendencia que Verdi alcanzara en el estilo musical del bel canto -que no es sinónimo de ópera, añade Álvarez Camacho- logrando una unidad integral en la pieza, donde “la música está al servicio de la voz, lo importante es que el cantante se luzca”.
Hoy por la noche, el Estudio Diana brinda una probadita del ingenio con el que el compositor italiano Giuseppe Verdi creó en 1850 bajo el nombre de Stiffelio, y que antecede a su mundialmente conocida trilogía Rigoletto, La Traviata e Il Trovatore.
Stiffelio es una pieza poco conocida en el abanico creativo de Verdi, por lo que será proyectada de manera gratuita al público esta noche, con el propósito de explicar la sinergia que el compositor logró entre la música y la teatralidad de ambos elementos artísticos, al decir del experto en ópera, Ernesto Álvarez Camacho, quien previo a la presentación, brindara una charla a las 19:00 horas para detallar el por qué esta pieza puede ser considerada como una obra fundamental en el legado del italiano.
Álvarez Camacho señala Stiffelio puede sumarse al antes y después que Verdi marcó en la composición musical con la creación de la popular trilogía, pues esta pieza denotó una transición en el estilo del bel canto y la propia música de una obra.
“La idea no es hablar de un descubrimiento, el objetivo es la ópera y comentar aspectos, que desde mi punto de vista, merecen que sea parte de las óperas de transición”.
El experto y conocido conductor del programa televisivo Encuentro con las grandes obras, detalla que durante un siglo, Stiffelio -que fue estrenada el 16 de noviembre de 1850- fue olvidada en el cajón ante la censura que la obra vivió en la Italia de aquella época, pues su trama principal aborda la historia de un pastor protestante es que es juzgado por conceder el perdón a la infidelidad de su esposa. El público se negó rotundamente a esta trama: el adulterio y la religión.
Cien años después de su estreno fue desempolvada y poco a poco ha sido interpretada en el mundo por diferentes figuras de la ópera, generando así un nuevo valor a la incorrupta trayectoria de Verdi.
A lo largo de tres actos, el espectador disfrutará de una ópera breve de lenguaje sencillo, en la que se apreciará la trascendencia que Verdi alcanzara en el estilo musical del bel canto -que no es sinónimo de ópera, añade Álvarez Camacho- logrando una unidad integral en la pieza, donde “la música está al servicio de la voz, lo importante es que el cantante se luzca”.