Cultura

Rescatan pirámides estilo teotihuacano

Un par de estructuras piramidales de 14 y 7 metros de altura fueron restauradas y consolidadas en el sitio arqueológico de Santo Nombre, en Puebla

GUADALAJARA, JALISCO (14/DIC/2010).-  Un par de estructuras piramidales de 14 y 7 metros de altura, que presentan semejanzas con el estilo arquitectónico de Teotihuacan, fueron restauradas y consolidadas en el sitio arqueológico de Santo Nombre, en Puebla, como parte de los trabajos encaminados a la apertura al público de este lugar antes de 2012.

Se trata de dos antiguos edificios conocidos como Pirámide de los Caracoles y Pirámide de los Cascabeles, de dicho sitio prehispánico ubicado en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, que durante este año arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) exploraron y consolidaron para su puesta en valor; ambas estructuras se suman a las ya restauradas en 2009: la Estructura Sur y la Casa del Nahual.

Blas Castellón, responsable del proyecto arqueológico, señala que ya se concluyeron los trabajos de la segunda temporada de restauración en este sitio localizado al Norte de Tehuacán, y que en la época prehispánica fue un punto estratégico entre las rutas de intercambio con el Centro, el Golfo y la costa oaxaqueña.

 La zona arqueológica, conocida por los pobladores como “Los Teteles”, está orientada en dirección al Popocatépetl.
La Plaza Gran Altar es un conjunto cerrado de tres templos que imitan el estilo arquitectónico de talud-tablero, característico de Teotihuacan. Dos de sus edificaciones ya han sido restauradas y consolidadas, como resultado de las dos primeras temporadas de campo, mientras que el tercero será trabajado el próximo año dentro de la siguiente etapa de exploración.

 El arqueólogo Blas Castellón manifiesta que este conjunto, que tuvo su mayor esplendor entre el inicio de la era cristiana y el Clásico Tardío (550 d.C.), habría tenido un uso ritual y privado.

A  pesar de la influencia teotihuacana que presenta el sitio de Santo Nombre, la cultura que ahí se desarrolló no fue sino una civilización local, “suponemos que eran los antepasados de los popolocas, es decir, los olmecas-xicalancas, pero esto sólo lo hemos determinado, por el momento, a nivel lingüístico y cultural, aún falta investigar más al respecto”, concluye Blas Castellón.

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