Cultura

Un mapa del español en todo el mundo

Las 22 Academias publican la primera obra panhispánica

MADRID,ESPAÑA.- En Argentina se sueña “fiero” cuando se tienen pesadillas, en Bolivia soplan vientos del “nortazo” y del “surazo”, en muchos países de América se canta “bonito”, se habla “cortito” y se come “macanudo”, y los mexicanos y centroamericanos se pasan horas de “platicaderas” y temen las “llovederas”.

Estos ejemplos sirven para ilustrar la riqueza léxica del español y la variedad que alcanza en los diferentes países, como refleja la Nueva gramática de la lengua española que ya ha comenzado a distribuirse en Hispanoamérica.

11 años han tardado las Academias de la Lengua Española en elaborar una obra en la que los números compiten con las letras: tres mil 800 páginas, 40 mil ejemplos, tres mil 700 obras y 307 cabeceras de periódicos y revistas utilizados como fuente para las citas.

Y casi cinco kilos de peso. El año que viene se publicará una versión manual y otra básica en bolsillo de 750 y 250 páginas respectivamente.

La nómina de autores es impresionante. Esta obra de referencia es “una de las más detalladas de cuantas gramáticas del español se hayan escrito”, como se afirma en la introducción del libro.

La vitalidad americana

La Gramática académica es descriptiva y normativa y, por primera vez, le presta una gran atención al español de América.
En cualquier capítulo hay un sinfín de pruebas de la diversidad del español, como sucede, por ejemplo, en el apartado de los adverbios adjetivales, que “poseen más vitalidad” en América que en España.

“Una pena, porque cantaba bonito y en varios idiomas”, escribe el autor peruano nacionalizado español Bryce Echenique en La vida exagerada de Martín Romaña. Esta cita ilustra el uso de adverbios adjetivales, presentes en expresiones como “bañarse sabroso”; “hablar claro y raspado” (con franqueza), que se emplea en el área caribeña; o “claro y pelado”, como se dice en varios países centroamericanos.

En el Río de la Plata se sueña “fiero” cuando se tienen pesadillas, pero en el área andina prefieren “soñar feo”.

En muchos países, quien tiene excesivas aspiraciones “pica alto” o “tira alto” y en Colombia, “hilar delgado” equivale a “hilar fino”.

“Comer macanudo”, “caminar rico”, “beber recio”, “oler feo”, “llevarse pésimo” y “pasarlo chévere” son otros ejemplos de adverbios adjetivales.
En la Nueva gramática se estudia ampliamente el voseo, un fenómeno que desapareció “casi totalmente” del español europeo en el siglo XVII y principios del XVIII, pero que está muy extendido en algunas regiones de América, sobre todo en la rioplatense y centroamericana. “Vos amás”, “vos tenés” o “vos tenís”, y “vos partís” son algunas de las múltiples variantes de este fenómeno que está “en constante evolución”, se indica en la Gramática.

En México y Centroamérica se dice “cerramos hasta las nueve de la noche”, en el sentido de “no cerramos hasta…”, y en Hispanoamérica es más frecuente que en España el “que” galicado: “Fue entonces que alguien me avisó de la mancha de sangre”, escribe Borges en El informe de Brodie.

Ese tipo de “que” también puede verse en frases como “por eso es que se terminó” o en “¿cómo fue que ocurrió el accidente?”.
Hay sufijos típicamente americanos y uno de ellos es “-dera”, que se emplea sobre todo en México, Centroamérica y en el área caribeña (también en las islas Canarias de España), y designan “acciones continuadas, intensas o repetidas”: “llovedera”, “preguntadera”, “platicadera”, “vomitadera”, “lloradera”, “robadera”…

El sufijo “-ido” ha creado neologismos en América como “llorido”, “rebuznido”, “relinchido”, “toquido” (ruido que se hace al tocar) o “chiflido”.

Los sustantivos terminados en “-azo” también dan mucho juego. En Bolivia, “nortazo” y “surazo” designan vientos (“el surazo que azota desde ayer a la capital cruceña...”); en Venezuela se dice a veces “pupitrazo” para aludir a una protesta estudiantil; y en Colombia se aprueban artículos a “pupitrazos” (golpeando los pupitres). Una primicia informativa es "un tubazo" en algunos países caribeños.
Propio de Hispanoamérica es también decir “tengo viviendo allí 10 años”, “tengo varios años trabajando en esta empresa”, y al habla coloquial de México, Centroamérica, Río de la Plata y área andina pertenecen expresiones como “me vive repitiendo que...”, “mi mamá me vive diciendo que tenga cuidado en la calle”.

Una obra ambiciosa

¿Para qué sirve? Según el prólogo de la primera gramática académica, publicada en 1771, “la Gramática (...) nos hace ver el maravilloso artificio de la lengua, enseñándonos de qué partes consta, sus nombres, definiciones y oficios, y cómo se juntan y enlazan para formar el tejido de la oración”. En un sentido estricto, gramática es la parte de la lingüística que estudia la estructura de las palabras, las formas en que éstas se enlazan y los significados a los que tales combinaciones dan lugar. En sentido amplio, la gramática comprende, además de lo anterior, el análisis de los sonidos del habla (la fonética) y el de su organización lingüística (fonología)

¿Cuándo fue publicada la última edición? En el año 1931. Ésta reproducía la de 1920, que, a su vez, se limitaba a añadir a la de 1917 un nuevo capítulo. La Guerra Civil española paralizó los proyectos de la Academia y, aunque el proyecto gramatical nunca fue abandonado del todo, se retomó con fuerza a comienzos de los años sesenta, con Menéndez Pidal como presidente. Lázaro Carreter lo retomó a finales de los noventa.

¿Quiénes respaldan esta nueva obra? El proyecto de la Nueva gramática de la lengua española es una obra colectiva, resultado de la colaboración, y también es una obra colegiada, fruto de la política lingüística panhispánica que la Academia Española y las 21 Academias hermanas llevan impulsando conjuntamente desde hace más de un decenio. Al haber sido consensuada y aprobada, es considerada “gramática oficial” para los hispanohablantes.

¿Qué la hace diferente? La Nueva gramática de la lengua española es la más extensa y pormenorizada de las gramáticas académicas hasta ahora publicadas y también una de las más detalladas. El número de cuestiones examinadas es bastante mayor que el de las que se abordan en otras análogas.

Características

La Nueva gramática de la lengua española se caracteriza por ser una obra:

•    Colectiva. Ha sido elaborada por las 22 Academias de la Lengua Española y muestra el español de todas las áreas lingüísticas con sus variantes geográficas y sociales.

•    Panhispánica. Refleja la unidad y la diversidad del español.

•    Descriptiva. Expone las pautas que conforman la estructura de idioma y analiza de forma pormenorizada las propiedades de cada construcción.

•    Normativa. Recomienda unos usos y desaconseja otros.

•    Sintética. Conjuga tradición y novedad. Presenta una síntesis de los estudios clásicos y modernos sobre la gramática del español.

•    Práctica. Fija un punto de referencia para estudiantes y profesores del español en diversos niveles académicos.

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