Deportes
Lidian vacas de San Mateo en el Nuevo Progreso
Los alumnos de la Academia Taurina del Ayuntamiento de Guadalajara aplicaron la teoría
GUADALAJARA, JALISCO (16/AGO/2011).- Lo prometido es deuda. Los alumnos de la Academia Municipal Taurina de Guadalajara que participaron en el curso intensivo de verano en días pasados, el cual comprendió la visita a tres casas ganaderas de Jalisco, en esta ocasión pudieron aplicar la teoría a la práctica.
Como se había anunciado por parte del presidente del patronato de la institución, el ganadero Pablo Moreno, los alumnos lidiaron el primer lote de vacas de la dehesa de San Mateo, las cuales fueron donadas por el ganadero Marco García Vivanco. Fueron seis lo ejemplares que se lidiaron a muerte, y prácticamente todos los alumnos tuvieron la oportunidad de torear.
Las vacas, cuya edad osciló entre los 10 y 15 años, dejaron una buena experiencia en la formación taurina de los chavales, pues su lidia, sirvió para que los aspirantes aprendan a defenderse, y qué mejor manera de entrenar que delante de la cara de los animales.
Cada uno de los muchachos, a medida de su experiencia, sitio, conocimiento y habilidades, salieron al ruedo de la Nuevo Progreso, que es la sede para estas pruebas, guiados por sus profesores: Alfredo Lomelí, Diego Bricio y Pablo Miramontes.
Ésta es la primera etapa de la fase concluyente de este curso, pues el total de vacas que se han considerado suman 40, lo cual proyecta más animales para los alumnos, a fin de que practiquen en distintos sentidos el arte de torear. Desde tirarse a matar hasta aprender la verdadera lidia de un animal, fueron las enseñanzas que estos ejemplares pudieron dejar en los académicos.
Como se había anunciado por parte del presidente del patronato de la institución, el ganadero Pablo Moreno, los alumnos lidiaron el primer lote de vacas de la dehesa de San Mateo, las cuales fueron donadas por el ganadero Marco García Vivanco. Fueron seis lo ejemplares que se lidiaron a muerte, y prácticamente todos los alumnos tuvieron la oportunidad de torear.
Las vacas, cuya edad osciló entre los 10 y 15 años, dejaron una buena experiencia en la formación taurina de los chavales, pues su lidia, sirvió para que los aspirantes aprendan a defenderse, y qué mejor manera de entrenar que delante de la cara de los animales.
Cada uno de los muchachos, a medida de su experiencia, sitio, conocimiento y habilidades, salieron al ruedo de la Nuevo Progreso, que es la sede para estas pruebas, guiados por sus profesores: Alfredo Lomelí, Diego Bricio y Pablo Miramontes.
Ésta es la primera etapa de la fase concluyente de este curso, pues el total de vacas que se han considerado suman 40, lo cual proyecta más animales para los alumnos, a fin de que practiquen en distintos sentidos el arte de torear. Desde tirarse a matar hasta aprender la verdadera lidia de un animal, fueron las enseñanzas que estos ejemplares pudieron dejar en los académicos.