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Nadal evita hasta la final a Federer
El tenista suizo se enfrentaría en semifinales ante Djokovic, en el Roland Garros
PARÍS, FRANCIA (20/MAY/2011).- El sorteo del cuadro de Roland Garros deparó un camino hasta la final en teoría más benévolo para el español Rafael Nadal, número uno del mundo y defensor del título, que para su gran rival, el serbio Novak Djokovic, quien podría medirse en semifinales con el suizo Roger Federer, campeón en 2009.
Así, los dos últimos vencedores del torneo no se cruzarían hasta el próximo 5 de junio, en la disputa por la Copa de los Mosqueteros, si nadie se interpone en sus caminos.
Sin embargo, el principal aspirante a derrocar a Nadal, campeón en cinco ocasiones, es Djokovic, que suma una racha de 37 partidos sin perder y ha derrotado al español en las cuatro últimas finales en las que se han medido, las dos últimas en tierra batida en los Masters 1000 de Madrid y Roma.
Nadal, por su parte, iniciará el torneo contra el titán estadounidense de 2,06 metros de altura John Isner, que ocupa el puesto 39º del ránking de la ATP. e intentará doblegar al mallorquín con su potente servicio.
Si se cumple la lógica y los jugadores de mayor ránking van eliminando a sus rivales peor clasificados, Nadal se encontraría en segunda vuelta con el español Pablo Andújar (49) e inmediatamente después con el ruso Nicolay Davydenko (30), que pugna por regresar al Olimpo de los diez mejores tenistas del mundo.
Después llegaría su compatriota Fernando Verdasco, décimo favorito y especialista en tierra batida que logró llegar este año a la final del torneo de Estoril.
Si el mallorquín sigue avanzando y la lógica de la estadística se impone a las sorpresas de la competición, se encontraría en cuartos de final con el sueco Robin Soderling (5), el único jugador que ha conseguido vender a Nadal en Roland Garros, al eliminarle en la edición de 2009.
No obstante, Soderling cayó fulminado el año pasado ante el de Manacor en la final de París por 6-4, 6-2 y 6-4.
En la supuesta semifinal, Nadal se encontraría con el británico Andy Murray (4), al que ha derrotado en 10 de las 14 ocasiones en las que se han enfrentado y contra el que nunca ha perdido sobre arcilla.
El escocés, al que Nadal eliminó en las semifinales del último Masters 1000 de Montecarlo, no ha ganado ningún título esta temporada, aunque accedió a la final del Abierto de Australia, el único Grand Slam que se ha disputado en 2011, donde cedió ante Djokovic.
En la final, si se cumplen los pronósticos, el vigente campeón se mediría ante el serbio en un partido que serviría para ver si Nadal es capaz de frenar en su Grand Slam predilecto la sólida racha del de Belgrado.
Eso siempre que Djokovic, por su parte, sea capaz de avanzar por un lado del cuadro que esconde trampas como la del argentino Juan Martín del Potro.
Clasificado en la 27ª posición del ránking de la ATP, el joven jugador argentino -que ya en 2009 ganó el título de campeón del Abierto de Estados Unidos- viene de recuperarse de una lesión y es una de las grandes incógnitas del torneo.
Superado el escollo de Del Potro en dieciseisavos de final, Djokovic tendría que doblegar a uno de los ídolos locales, el francés Richard Gasquet (13), y eliminar en cuartos al checo Tomas Berdych (6), que el año pasado llegó hasta semifinales.
Si accediera hasta la semifinal, el serbio se las vería con Federer, que se ve con posibilidades al no llevar el cartel de favorito.
"Definitivamente, creo que este es un año para mí, porque llego con un poco menos de presión que los últimos seis o siete años", declaró hoy el que muchos consideran el mejor tenista de todos los tiempos.
"Quizá este año se espera más de Rafa y Novak y eso puede ser bueno para mí y más presión para ellos", explicó el suizo.
Pero si Federer, que no ha vuelto a colocarse en la final de un Grand Slam desde el Abierto de Estados Unidos de 2009, no consiguiera eliminar al serbio en ese hipotético partido, llegaría el enfrentamiento que suscita más morbo, el duelo entre Djokovic y Nadal.
El español, que ya ha logrado este año los títulos del torneo de Barcelona y del Masters 1000 de Montecarlo, esta cuajando una sólida temporada, pero el serbio acumula una imponente serie de 37 victorias consecutivas.
"No me siento invencible, nadie lo es", aseguró hoy el de Belgrado ante la prensa en la misma sala en la que después Federer recordaría que él también sumó rachas increíbles y que todas se terminan en algún momento.
Así, los dos últimos vencedores del torneo no se cruzarían hasta el próximo 5 de junio, en la disputa por la Copa de los Mosqueteros, si nadie se interpone en sus caminos.
Sin embargo, el principal aspirante a derrocar a Nadal, campeón en cinco ocasiones, es Djokovic, que suma una racha de 37 partidos sin perder y ha derrotado al español en las cuatro últimas finales en las que se han medido, las dos últimas en tierra batida en los Masters 1000 de Madrid y Roma.
Nadal, por su parte, iniciará el torneo contra el titán estadounidense de 2,06 metros de altura John Isner, que ocupa el puesto 39º del ránking de la ATP. e intentará doblegar al mallorquín con su potente servicio.
Si se cumple la lógica y los jugadores de mayor ránking van eliminando a sus rivales peor clasificados, Nadal se encontraría en segunda vuelta con el español Pablo Andújar (49) e inmediatamente después con el ruso Nicolay Davydenko (30), que pugna por regresar al Olimpo de los diez mejores tenistas del mundo.
Después llegaría su compatriota Fernando Verdasco, décimo favorito y especialista en tierra batida que logró llegar este año a la final del torneo de Estoril.
Si el mallorquín sigue avanzando y la lógica de la estadística se impone a las sorpresas de la competición, se encontraría en cuartos de final con el sueco Robin Soderling (5), el único jugador que ha conseguido vender a Nadal en Roland Garros, al eliminarle en la edición de 2009.
No obstante, Soderling cayó fulminado el año pasado ante el de Manacor en la final de París por 6-4, 6-2 y 6-4.
En la supuesta semifinal, Nadal se encontraría con el británico Andy Murray (4), al que ha derrotado en 10 de las 14 ocasiones en las que se han enfrentado y contra el que nunca ha perdido sobre arcilla.
El escocés, al que Nadal eliminó en las semifinales del último Masters 1000 de Montecarlo, no ha ganado ningún título esta temporada, aunque accedió a la final del Abierto de Australia, el único Grand Slam que se ha disputado en 2011, donde cedió ante Djokovic.
En la final, si se cumplen los pronósticos, el vigente campeón se mediría ante el serbio en un partido que serviría para ver si Nadal es capaz de frenar en su Grand Slam predilecto la sólida racha del de Belgrado.
Eso siempre que Djokovic, por su parte, sea capaz de avanzar por un lado del cuadro que esconde trampas como la del argentino Juan Martín del Potro.
Clasificado en la 27ª posición del ránking de la ATP, el joven jugador argentino -que ya en 2009 ganó el título de campeón del Abierto de Estados Unidos- viene de recuperarse de una lesión y es una de las grandes incógnitas del torneo.
Superado el escollo de Del Potro en dieciseisavos de final, Djokovic tendría que doblegar a uno de los ídolos locales, el francés Richard Gasquet (13), y eliminar en cuartos al checo Tomas Berdych (6), que el año pasado llegó hasta semifinales.
Si accediera hasta la semifinal, el serbio se las vería con Federer, que se ve con posibilidades al no llevar el cartel de favorito.
"Definitivamente, creo que este es un año para mí, porque llego con un poco menos de presión que los últimos seis o siete años", declaró hoy el que muchos consideran el mejor tenista de todos los tiempos.
"Quizá este año se espera más de Rafa y Novak y eso puede ser bueno para mí y más presión para ellos", explicó el suizo.
Pero si Federer, que no ha vuelto a colocarse en la final de un Grand Slam desde el Abierto de Estados Unidos de 2009, no consiguiera eliminar al serbio en ese hipotético partido, llegaría el enfrentamiento que suscita más morbo, el duelo entre Djokovic y Nadal.
El español, que ya ha logrado este año los títulos del torneo de Barcelona y del Masters 1000 de Montecarlo, esta cuajando una sólida temporada, pero el serbio acumula una imponente serie de 37 victorias consecutivas.
"No me siento invencible, nadie lo es", aseguró hoy el de Belgrado ante la prensa en la misma sala en la que después Federer recordaría que él también sumó rachas increíbles y que todas se terminan en algún momento.