Deportes
Robinson Canó zarpa con Seattle
Los Marineros presentan a su estelar contratación, el dominicano que firmó por 10 años y 240 millones de dólares
SEATTLE, ESTADOS UNIDOS (13/DIC/2013).- Robinson Canó parecía ser el próximo pelotero que usaría el uniforme a rayas de los Yanquis durante toda su carrera, con todo listo para seguir los pasos de mentores como Jeter, Posada y Rivera.
Y entonces, los Marineros de Seattle lo deslumbraron con una oferta que garantizaba el futuro de su carrera y su seguridad financiera de una manera que Nueva York nunca estuvo cerca de igualar.
“Yo estaba buscando un contrato con el que simplemente pudiera jugar y concentrarme en el juego y no estar preguntándome si tendría trabajo a los 37 o 38 años. ¿Podré jugar?” dijo Canó. “En Seattle tengo la oportunidad. ¿Voy a seguir trabajando duro? Sí. ¿Aún más duro? Sí. Voy a dar lo mejor de mí y jugar de la misma manera que estaba jugando en Nueva York. Voy a salir y hacer lo mío y ganar partidos”.
El intermedista dominicano nunca dejó de sonreír el jueves mientras lo presentaban como el estelar segunda base de los Marineros. Tenía 240 millones de razones para sonreír después de firmar un acuerdo que igualó el cuarto más grande en la historia del béisbol. Ahora cuenta con seguridad para los próximos 10 años a sabiendas de que a sus 31 años probablemente nunca pasará por el proceso de tener que buscar otro contacto.
Cuando le preguntaron si alguna vez pensó que se iría de Nueva York, Canó dijo: “Honestamente, no”. Más tarde, añadió que nunca sintió que los Yanquis lo quisieran de vuelta.
“No sentí respeto. No tuve respeto de ellos y no vi ningún esfuerzo”, señaló.
La máxima oferta de los Yanquis fue 175 millones dólares por siete años. Canó dijo que no quería pasar por el proceso de contratación a mediados o finales de sus treintas. La voluntad de Seattle para elevar el contrato a 10 años, y el enorme compromiso monetario, sellaron el acuerdo.
FRASE
"No recibí respeto de los Yanquis. No me gustó cómo fui tratado durante el proceso, aunque no quiero entrar en detalles”.
Robinson Canó, pelotero dominicano.
Y entonces, los Marineros de Seattle lo deslumbraron con una oferta que garantizaba el futuro de su carrera y su seguridad financiera de una manera que Nueva York nunca estuvo cerca de igualar.
“Yo estaba buscando un contrato con el que simplemente pudiera jugar y concentrarme en el juego y no estar preguntándome si tendría trabajo a los 37 o 38 años. ¿Podré jugar?” dijo Canó. “En Seattle tengo la oportunidad. ¿Voy a seguir trabajando duro? Sí. ¿Aún más duro? Sí. Voy a dar lo mejor de mí y jugar de la misma manera que estaba jugando en Nueva York. Voy a salir y hacer lo mío y ganar partidos”.
El intermedista dominicano nunca dejó de sonreír el jueves mientras lo presentaban como el estelar segunda base de los Marineros. Tenía 240 millones de razones para sonreír después de firmar un acuerdo que igualó el cuarto más grande en la historia del béisbol. Ahora cuenta con seguridad para los próximos 10 años a sabiendas de que a sus 31 años probablemente nunca pasará por el proceso de tener que buscar otro contacto.
Cuando le preguntaron si alguna vez pensó que se iría de Nueva York, Canó dijo: “Honestamente, no”. Más tarde, añadió que nunca sintió que los Yanquis lo quisieran de vuelta.
“No sentí respeto. No tuve respeto de ellos y no vi ningún esfuerzo”, señaló.
La máxima oferta de los Yanquis fue 175 millones dólares por siete años. Canó dijo que no quería pasar por el proceso de contratación a mediados o finales de sus treintas. La voluntad de Seattle para elevar el contrato a 10 años, y el enorme compromiso monetario, sellaron el acuerdo.
FRASE
"No recibí respeto de los Yanquis. No me gustó cómo fui tratado durante el proceso, aunque no quiero entrar en detalles”.
Robinson Canó, pelotero dominicano.