Deportes
Sobró pasión; faltó futbol
A pesar del empate a cero goles, el ambiente se hizo sentir en el 3 de Marzo
ZAPOPAN, JALISCO (03/FEB/2012).- La avanzada rojinegra rodeaba sin problemas la fortaleza del Tecolote. A una hora del choque, el sitio estrangulaba los accesos principales y cortaba la llegada de refuerzos para los locales.
Sin embargo, al interior de la Universidad Autónoma de Guadalajara había una estrategia infalible: una nueva modalidad del acarreo.
Cientos de estudiantes salían de sus clases al lugar previamente acordado, recibían su camiseta guinda y su boleto para, por ese mismo camino y sin desvíos, llegar al Tres de Marzo.
Así, Estudiantes, literalmente, copó el graderío aledaño a la universidad y todavía le alcanzó para dividir el de enfrente, aquél que corre paralelo a la Avenida Patria.
Y mientras el acceso para los universitarios era como pasear por Andares en lunes, en Patria y Pablo Neruda imperaba el caos para los invasores.
Desde la descomunal fila para ingresar al estadio aún con boleto en mano, hasta la angustia de los revendedores que a cuarenta minutos del silbatazo inicial ofertaban los boletos de 300 pesos a mitad de precio.
No bastaba con cruzar los límites de la fortaleza del Tecolote, sobre todo si la camiseta era rojinegra. Una valla más, angosta y repleta de policías aguardaba. Antes de permitir el paso, un gendarme con uniforme de gala y muchos incidentes a cuestas, era el ansiado picaporte tras un discurso con mucho de oficial y poco de actualidad. “Demostremos muchachos que el futbol mexicano sigue siendo familiar, no queremos que pase lo de Egipto (Al menos 74 personas murieron por los enfrentamientos entre las aficiones de dos equipos de futbol)”, dijo.
Apenas permitió el ingreso de los barristas, vino el discurso no oficial y patrocinado por la adolescencia. “Nomás no pude tronar el cristal y me duele la mano”, se escuchó.
Sobre los dos minutos de juego comenzó lo que parecía la primera batalla dentro del estadio entre rojinegros y policías en la cabecera sur. Sólo un leve intercambio de caricias entre viejos conocidos.
Después, sólo tres sonoros “Ahhhhhh!” cuando la visita estrelló sus ansias de salvación en los postes.
La batalla de Zapopan sólo dejó profundas heridas en los ojos de los asistentes y en algunos bolsillos que lo dieron todo para estar ahí.
EL INFORMADOR / MARIO ALBERTO VALDEZ
Jornada vial tranquila en el 3 de Marzo
Sin contratiempos se llevó a cabo el operativo coordinado por la Secretaría de Vialidad y Transporte para hacer frente al flujo vehicular con motivo del encuentro entre Estudiantes y Atlas, que inició a las 20:10 horas. Para su ejecución se hicieron presentes 23 agentes viales que fueron desplegados a lo largo de Avenida Patria desde Naciones Unidas hasta Acueducto, según informó el comandante Pedro Antonio Murillo González.
El uniformado reportó carga vehicular fluida, sin incidentes, sólo registrando un bloqueo a cochera y un disturbio menor sin daños cuando los miembros de la Barra 51 del Atlas bloquearon por completo la arteria principal del recinto, interrumpiendo momentáneamente el paso de los automovilistas para cruzar hacia la acera de enfrente.
EL INFORMADOR / JONATHAN COMPTON
Sin embargo, al interior de la Universidad Autónoma de Guadalajara había una estrategia infalible: una nueva modalidad del acarreo.
Cientos de estudiantes salían de sus clases al lugar previamente acordado, recibían su camiseta guinda y su boleto para, por ese mismo camino y sin desvíos, llegar al Tres de Marzo.
Así, Estudiantes, literalmente, copó el graderío aledaño a la universidad y todavía le alcanzó para dividir el de enfrente, aquél que corre paralelo a la Avenida Patria.
Y mientras el acceso para los universitarios era como pasear por Andares en lunes, en Patria y Pablo Neruda imperaba el caos para los invasores.
Desde la descomunal fila para ingresar al estadio aún con boleto en mano, hasta la angustia de los revendedores que a cuarenta minutos del silbatazo inicial ofertaban los boletos de 300 pesos a mitad de precio.
No bastaba con cruzar los límites de la fortaleza del Tecolote, sobre todo si la camiseta era rojinegra. Una valla más, angosta y repleta de policías aguardaba. Antes de permitir el paso, un gendarme con uniforme de gala y muchos incidentes a cuestas, era el ansiado picaporte tras un discurso con mucho de oficial y poco de actualidad. “Demostremos muchachos que el futbol mexicano sigue siendo familiar, no queremos que pase lo de Egipto (Al menos 74 personas murieron por los enfrentamientos entre las aficiones de dos equipos de futbol)”, dijo.
Apenas permitió el ingreso de los barristas, vino el discurso no oficial y patrocinado por la adolescencia. “Nomás no pude tronar el cristal y me duele la mano”, se escuchó.
Sobre los dos minutos de juego comenzó lo que parecía la primera batalla dentro del estadio entre rojinegros y policías en la cabecera sur. Sólo un leve intercambio de caricias entre viejos conocidos.
Después, sólo tres sonoros “Ahhhhhh!” cuando la visita estrelló sus ansias de salvación en los postes.
La batalla de Zapopan sólo dejó profundas heridas en los ojos de los asistentes y en algunos bolsillos que lo dieron todo para estar ahí.
EL INFORMADOR / MARIO ALBERTO VALDEZ
Jornada vial tranquila en el 3 de Marzo
Sin contratiempos se llevó a cabo el operativo coordinado por la Secretaría de Vialidad y Transporte para hacer frente al flujo vehicular con motivo del encuentro entre Estudiantes y Atlas, que inició a las 20:10 horas. Para su ejecución se hicieron presentes 23 agentes viales que fueron desplegados a lo largo de Avenida Patria desde Naciones Unidas hasta Acueducto, según informó el comandante Pedro Antonio Murillo González.
El uniformado reportó carga vehicular fluida, sin incidentes, sólo registrando un bloqueo a cochera y un disturbio menor sin daños cuando los miembros de la Barra 51 del Atlas bloquearon por completo la arteria principal del recinto, interrumpiendo momentáneamente el paso de los automovilistas para cruzar hacia la acera de enfrente.
EL INFORMADOR / JONATHAN COMPTON