Economía

Alistan nuevo sistema de cobro de la CFE

En noviembre entregarán un estudio en el que se basarán para fijar las nuevas tarifas eléctricas del país

CIUDAD DE MÉXICO (08/OCT/2010).- El Gobierno federal prepara un paquete de nuevas tarifas eléctricas que vendría a sustituir el actual esquema que utiliza Comisión Federal de Electricidad (CFE), que resulta “difícil de operar” y que ha provocado “desconfianza” entre los más de 34 millones de usuarios con contrato en todo el país.

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) entregará a finales de noviembre el Estudio Integral de Tarifas Eléctricas para que el Gobierno federal fije el nuevo sistema de cobro y las nuevas tarifas eléctricas que habrán de regir en el país en los próximos años.

Noe Navarrete, comisionado del organismo regulador comentó que la “desconfianza” sobre lo que está cobrando la CFE y el desgastado esquema tarifario que se ha convertido en un “monstruo” de 44 tarifas, obligó a una revisión profunda y detallada sobre la forma y el método que emplea la paraestatal para cobrar el servicio que presta y su impacto sobre millones de clientes insatisfechos.

“Tantas tarifas generan dificultad para entenderlas y eso se ha convertido en un freno para que haya mayores inversiones en el país por sus repercusiones en todo el sector productivo y económico”.

Entrevistado durante el Foro de Regulación Económica del Sector Energético, Navarrete explicó que debido a que el problema constantemente se politiza, el estudio se encargó a un tercero, para que ni partidos políticos ni autoridades o el Gobierno federal intervinieran.

El estudio fue encargado al despacho de consultoría argentino, Mercados Energéticos.

Aclaró que las líneas de acción y los tiempos que arroje el estudio necesariamente se van a ver reflejados tanto en las futuras tarifas como en la forma como se distribuyan los subsidios, pero corresponderá a las autoridades competentes y al Congreso determinar cuánto se tenga que cobrar y a partir de cuándo.

El comisionado de la CRE reveló que desde 2008, por mandato del Congreso, se trabaja en el nuevo esquema tarifario ante las constantes quejas de usuarios y la poca claridad como la CFE viene cobrando el servicio y como refleja sus costos de producción en lo que cobra a industrias, comercios, servicios, sector agrícola y usuarios domésticos.

Tampoco hay claridad en la forma de distribuir los cuantiosos subsidios que en los últimos 11 años superan el billón 38 mil millones de pesos (incluyendo los más de 90 mil millones previstos para 2011).

Reiteró que el esquema actual está llegando al tope, a un límite y necesitar ser modernizado, aunque aclaró que el estudio integral “no será algo que se tenga que aplicar inmediatamente”.

El estudio va a abrir un debate intenso entre todos los sectores de la economía, porque una ves que estén claros los costos de producción de la empresa, se podrá determinar cuál es la tarifa a aplicar.

Telón de fondo: Cuentas claras

Actualmente, 75% de las tarifas se rige por los aumentos en el costo de los combustibles que se utilizan para generar electricidad como el gas natural, el combustóleo y el diesel, entre otros.

La dirección de la CFE argumenta que la fijación de las tarifas es un mecanismo importante en la formulación de la política energética del país y que por ello “se ha trabajado en una estructura tarifaria que envíe señales apropiadas de eficiencia económica y promueva el uso eficiente de la energía eléctrica, sin perder de vista el objetivo de alcanzar un precio que permita el sano crecimiento de la empresa y que le genere los recursos que requiere para financiar los proyectos de expansión de su infraestructura eléctrica”.

Sin embargo y pesar de los aumentos a las tarifas, en 15 años consecutivos ese objetivo no se ha alcanzado.

En 1995, la tarifa promedio que se cobraba a los usuarios era de 0.28 pesos por kilowatt-hora y los subsidios destinados a las dos empresa encargadas de prestar el servicio (CFE y LyFC) ascendía a 17 mil 466 millones de pesos. En ese año, las tarifas eran deficitarias en 31%, es decir, no alcanzaban a cubrir los costos de producción.

Para 2010, el precio del mismo kilowatt-hora es de un peso con 35 centavos, 4.8 veces más de lo que se cobraba hace una década, en tanto que los subsidios podrían alcanzar los 100 mil millones de pesos al cierre del año (en 2008, llegaron a 148 mil 521 millones de pesos).

Además, hoy al igual que en 1995, la tarifa promedio sigue siendo deficitaria en 30%, de ahí la necesidad de revisar la utilidad del esquema que ha significado mayor gasto para millones de usuarios, pero nulo efecto para las finanzas de la CFE.

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