Economía
Argentina y Brasil están atentos a invasión de productos chinos
Fraguío y Ramalho apuntaron que se redoblarán las consultas para identificar los problemas
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Argentina y Brasil, cuyo comercio entre sí llegará este año al récord de 30 mil millones de dólares, redoblaron sus consultas "preocupados" por la fuerte alza de sus importaciones desde China, informaron hoy fuentes oficiales.
"Estamos preocupados porque el aumento de las importaciones a China y otros países asiáticos puede afectar a sectores específicos de nuestras economías", apuntó el ministro brasileño de Desarrollo, Iván Ramalho, tras reunirse con el secretario argentino de Industria, Fernando Fraguío.
Fraguío y Ramalho mantuvieron hoy en Buenos Aires la reunión que periódicamente se lleva a cabo desde hace años para el seguimiento del comercio bilateral, la búsqueda de soluciones a conflictos y el intercambio de información económica, entre otros temas.
Durante una rueda de prensa los funcionarios apuntaron que se redoblarán las consultas para "identificar los problemas" que provoque el alza de las compras de productos asiáticos y analizar medidas conjuntas para corregirlos.
Durante el año pasado Argentina y Brasil aumentaron sus ventas a China en un 49 y un 28 por ciento respectivamente, mientras que sus compras al país asiático se incrementaron en el 63 y 58 por ciento.
Brasil es el principal destino de las exportaciones argentinas (19 por ciento del total) y China es el segundo (nueve por ciento).
En tanto, el principal proveedor de Argentina es Brasil (32 por ciento de las compras argentinas), seguido por EE.UU. (12 por ciento) y China (11 por ciento).
Argentina restringe desde 2007 sus exportaciones de trigo para evitar que el alza de los precios internacionales impacte en su mercado doméstico, medida que afectó a Brasil, el mayor comprador del grano argentino.
Fraguío informó de que se acaba de liberar una cuota de exportación de 902 mil toneladas de trigo, a lo que se sumarán otras 500 mil en los próximos meses, lo cual apunta a normalizar el abastecimiento a Brasil, que tuvo que bajar sus aranceles para poder optar por otros proveedores, en especial Canadá.
En este sentido, Ramalho aseguró que esto permitirá que Brasil no tenga problemas de abastecimiento de trigo en lo que resta del año y que las compras de trigo argentino servirán para reducir el superávit comercial que tiene Brasil en el intercambio bilateral.
Insistió en que los importadores brasileños optarán por el trigo argentino en vista de su "buena calidad" y los menores costes de transporte y logística.
Entre enero y junio pasado Argentina y Brasil se intercambiaron mercancías por valor de 14 mil 800 millones de dólares con un superávit de unos dos mil millones en favor de los brasileños.
Luego de remarcar que el comercio bilateral llegará a 30 mil millones de dólares a fin de año, con un alza interanual del 35 por ciento, Ramalho destacó que empresas de su país preparan nuevas inversiones en Argentina.
Junto con Fraguío coincidió en remarcar que se ha dado un nuevo impulso a la asociación con firmas argentinas, entre otras medidas para achicar el desfase del comercio bilateral, uno de los temas centrales de la visita que llevó a cabo el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva el lunes.
"Estamos preocupados porque el aumento de las importaciones a China y otros países asiáticos puede afectar a sectores específicos de nuestras economías", apuntó el ministro brasileño de Desarrollo, Iván Ramalho, tras reunirse con el secretario argentino de Industria, Fernando Fraguío.
Fraguío y Ramalho mantuvieron hoy en Buenos Aires la reunión que periódicamente se lleva a cabo desde hace años para el seguimiento del comercio bilateral, la búsqueda de soluciones a conflictos y el intercambio de información económica, entre otros temas.
Durante una rueda de prensa los funcionarios apuntaron que se redoblarán las consultas para "identificar los problemas" que provoque el alza de las compras de productos asiáticos y analizar medidas conjuntas para corregirlos.
Durante el año pasado Argentina y Brasil aumentaron sus ventas a China en un 49 y un 28 por ciento respectivamente, mientras que sus compras al país asiático se incrementaron en el 63 y 58 por ciento.
Brasil es el principal destino de las exportaciones argentinas (19 por ciento del total) y China es el segundo (nueve por ciento).
En tanto, el principal proveedor de Argentina es Brasil (32 por ciento de las compras argentinas), seguido por EE.UU. (12 por ciento) y China (11 por ciento).
Argentina restringe desde 2007 sus exportaciones de trigo para evitar que el alza de los precios internacionales impacte en su mercado doméstico, medida que afectó a Brasil, el mayor comprador del grano argentino.
Fraguío informó de que se acaba de liberar una cuota de exportación de 902 mil toneladas de trigo, a lo que se sumarán otras 500 mil en los próximos meses, lo cual apunta a normalizar el abastecimiento a Brasil, que tuvo que bajar sus aranceles para poder optar por otros proveedores, en especial Canadá.
En este sentido, Ramalho aseguró que esto permitirá que Brasil no tenga problemas de abastecimiento de trigo en lo que resta del año y que las compras de trigo argentino servirán para reducir el superávit comercial que tiene Brasil en el intercambio bilateral.
Insistió en que los importadores brasileños optarán por el trigo argentino en vista de su "buena calidad" y los menores costes de transporte y logística.
Entre enero y junio pasado Argentina y Brasil se intercambiaron mercancías por valor de 14 mil 800 millones de dólares con un superávit de unos dos mil millones en favor de los brasileños.
Luego de remarcar que el comercio bilateral llegará a 30 mil millones de dólares a fin de año, con un alza interanual del 35 por ciento, Ramalho destacó que empresas de su país preparan nuevas inversiones en Argentina.
Junto con Fraguío coincidió en remarcar que se ha dado un nuevo impulso a la asociación con firmas argentinas, entre otras medidas para achicar el desfase del comercio bilateral, uno de los temas centrales de la visita que llevó a cabo el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva el lunes.