Economía

Difícil disyuntiva para Obama sobre industria automotriz

Las negociaciones entre GM y el sindicato se rompieron el viernes por la noche, pero se iban a reanudar hoy

WASHINGTON, EU.- El gobierno de Barack Obama enfrenta difíciles decisiones respecto al destino de la industria automotriz estadounidense, considerando los costos de invertir miles de millones de dólares en empresas hundidas en problemas y que enfrentan posibles bancarrotas, las cuales podrían afectar a su vez los planes para reactivar la economía.

General Motors Corp. y Chrysler LLC se encuentran en una carrera contra el tiempo para presentar ante el gobierno el martes sus planes para justificar miles de millones de dólares en créditos y recuperar su viabilidad a pesar de una baja en las ventas de automóviles.

Los términos de los préstamos hechos por el gobierno federal presentan plazos para la solución de asuntos pendientes, principalmente concernientes a los acreedores y el sindicato de Trabajadores Automotrices Unidos, pero el diálogo al respecto ha tenido pocos avances concretos en los últimos días previos al plazo inicial.

Las negociaciones entre GM y el sindicato se rompieron el viernes por la noche, pero se iban a reanudar el domingo, concentrándose todavía en un intercambio por acciones de los pagos en efectivo de la empresa para un fondo de salud destinado a trabajadores jubilados, dijo una persona al tanto de las negociaciones, que pidió no ser identificada porque se realizan a puerta cerrada.

Los representantes de GM y el gremio se negaron a comentar al respecto. GM y Chrysler no deben de tener todo resuelto antes del martes, cuando presentarán sus informes de avances, pero se espera que detallen sus asuntos pendientes junto con sus planes de cierres de plantas, la posible eliminación de varias marcas y la eliminación de miles de empleos.

Luego del martes vendrán varias semanas de intensas negociaciones antes un plazo final el 31 de marzo para la presentación de los planes definitivos.

GM, con sede en Detroit, y Chrysler, en Auburn Hills, tratan de mantenerse a flote con 13.400 millones de dólares en créditos del gobierno. Si no se detallan sus planes para aplicarlos el 31 de marzo, ambas empresas enfrentan la posibilidad de que se les retiren los fondos y se inicie un proceso de bancarrota.

La bancarrota tendría un fuerte impacto en la economía. Algunos expertos han previsto que el país pierda entre dos y tres millones de empleos este año y que la tasa de desempleo, actualmente de 7.6%, se eleve al 9% para inicios del 2010.

En una serie de entrevistas realizadas el domingo, el jefe de asesores de la Casa Blanca, David Axelrod, no dio una respuesta directa cuando se le preguntó si la economía resistiría la bancarrota de GM ni si el gobierno de Obama permitiría que la empresa cayera a ese nivel.

''No voy a prejuzgar nada. Creo que va a darse una reestructuración de esas empresas. No voy a hablar sobre la forma en que ello ocurra. Esperaremos y veremos lo que tienen que decir el martes'', dijo Axelrod al programa periodístico ``Fox News Sunday''.

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