Economía
Van por jóvenes de siguientes años
La vinculación Telcel-Telmex y Televisa-Nextel amplía su capacidad para atender nuevos consumos
MÉXICO.- Si se siente un adulto estable, probablemente sea de los que recibe el periódico de su preferencia en casa o lo compra camino al trabajo, escucha avances informativos durante el día en la radio o en la computadora, tiene un celular en el que sólo hace y recibe llamadas, se acuesta frente a la televisión viendo el programa de noticias o de esparcimiento de su preferencia y los fines de semana acude regularmente a ver una película de estreno en alguna sala de cine.
Si el anterior es su perfil, ya no forma parte del público que están peleando ahora las empresas de información y comunicación en México. Ya es parte de los consumidores habituales, que ahora representan la mayor fuente de ingresos de los proveedores de información, comunicación y diversión, pero paulatinamente irán dejando su lugar a otros, más jóvenes. Este perfil es el que ahora buscan gigantes de la información y la comunicación.
En este esfuerzo se ubican la compra de América Móvil (que en México opera comercialmente como Telcel) de la mayoría de acciones de Teléfonos de México (Telmex) y Telmex Internacional (Telint, que vende telefonía en Sudamérica) –todas, propiedad de Carlos Slim— y el de Televisa, de Emilio Azcárraga Jean, que busca adquirir buena parte de Nextel.
En ambos casos, se trata de articulaciones que constituirán conglomerados para ofrecer servicios de telecomunicación triple play (audio o música, video o televisión, y datos o internet), o lo que ahora se ha llamado cuádruple play (que adiciona la movilidad que ahora posees los teléfonos celulares).
Esta articulación de servicios, similar al que ocurre en otros lugares del planeta, busca aclientarse en el perfil de los jóvenes, los actuales y los futuros, cuya vida se caracteriza por la interactividad permanente en el consumo de servicios de información y comunicación. Hoy, esta población es una minoría creciente, que inevitablemente constituirá en unos años la mayoría, tanto en número como en poder adquisitivo.
Reacomodos en la industria
Para comprender este fenómeno hay que entender varias dimensiones. La primera es la necesidad de vinculación. Las empresas que ofrecen servicios de telecomunicaciones ya no pueden operar como lo hicieron durante el siglo XX: la telefónica, la de televisión, la radiofónica, la que vende conexión a internet y la que ofrece celulares, cada una operando por separado para atender clientelas. Hoy conviene la integración de todos servicios, para que los consumidores compren en paquete. Hacia allá se dirigen los grandes corporativos.
Por otra parte, el consumo de telecomunicaciones es cada vez más complejo e interactivo. Hoy ya hay televisiones con navegación por internet o teléfonos celulares que operan correo electrónico, y están por llegar pantallas portátiles para leer periódicos y libros completos o ver películas.
Para Slim, Azcárraga, pero también para la española Telefónica Movistar, la mexicana Megacable, el corporativo de Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca, Iusacell) o el de Joaquín Vargas (MVS, Dish), el fondo del reto es convertir a México, el mayor país de habla española, en una plataforma para ofrecer sus servicios integrados al resto de América Latina, España y Portugal y la creciente población hispana en Estados Unidos; en total, un mercado de 400 millones de personas.
Por eso es tan importante lo que el Gobierno federal está resolviendo con las concesiones de uso del espacio radioeléctrico para fines de comunicación, incluida la reconversión de uso de frecuencias a tecnología digital; la venta de uso de la red de fibra óptica oscura nacional de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la privatización de la empresa parcialmente gubernamental Satélites Mexicanos (Satmex) y las regulaciones sobre concentración de mercado (monopolio o empresa dominante). Todo estos procesos están siendo observados, disputados, por las empresas de telecomunicaciones. El premio para quien se integre mejor es un mercado cautivo de jóvenes y profesionales, con poder adquisitivo creciente y con necesidades cada vez mayores para resolver, mediante tecnología, su contacto con el mundo.
PARA SABER MÁS
Internacionalmente, hay algunas claves sobre este proceso de articulación de servicios de telecomunicaciones, un jugoso negocio que además produce poder social:
· El buscador por internet Google ya produce teléfonos celulares inteligentes (smartphones), anuncia un proyecto pionero de internet a súper velocidad en Estados Unidos y, sobre todo, es la multinacional más exitosa para explotar comercialmente el uso de la red.
· Apple encabeza una ola de producción de equipos híbridos de comunicación, que acercan cada vez más las funciones portátiles de teléfono, televisión, computadora, walkman de música y lectora de libros, periódicos y revistas.
· Microsoft ha dejado el cómodo lugar de mayor productor de aplicaciones (software) de cómputo para internarse en negocios paralelos.
El mercado lo vio positivo
CIUDAD DE MÉXICO. Las acciones de la operadora de telefonía celular mexicana América Móvil, de Carlos Slim, ganaron ayer 1.43% en la Bolsa Mexicana de Valores, pues los operadores consideraron desde temprano que el organismo antimonopolios aprobaría que tomara el control de sus empresas hermanas Telmex y Telint.
Si el anterior es su perfil, ya no forma parte del público que están peleando ahora las empresas de información y comunicación en México. Ya es parte de los consumidores habituales, que ahora representan la mayor fuente de ingresos de los proveedores de información, comunicación y diversión, pero paulatinamente irán dejando su lugar a otros, más jóvenes. Este perfil es el que ahora buscan gigantes de la información y la comunicación.
En este esfuerzo se ubican la compra de América Móvil (que en México opera comercialmente como Telcel) de la mayoría de acciones de Teléfonos de México (Telmex) y Telmex Internacional (Telint, que vende telefonía en Sudamérica) –todas, propiedad de Carlos Slim— y el de Televisa, de Emilio Azcárraga Jean, que busca adquirir buena parte de Nextel.
En ambos casos, se trata de articulaciones que constituirán conglomerados para ofrecer servicios de telecomunicación triple play (audio o música, video o televisión, y datos o internet), o lo que ahora se ha llamado cuádruple play (que adiciona la movilidad que ahora posees los teléfonos celulares).
Esta articulación de servicios, similar al que ocurre en otros lugares del planeta, busca aclientarse en el perfil de los jóvenes, los actuales y los futuros, cuya vida se caracteriza por la interactividad permanente en el consumo de servicios de información y comunicación. Hoy, esta población es una minoría creciente, que inevitablemente constituirá en unos años la mayoría, tanto en número como en poder adquisitivo.
Reacomodos en la industria
Para comprender este fenómeno hay que entender varias dimensiones. La primera es la necesidad de vinculación. Las empresas que ofrecen servicios de telecomunicaciones ya no pueden operar como lo hicieron durante el siglo XX: la telefónica, la de televisión, la radiofónica, la que vende conexión a internet y la que ofrece celulares, cada una operando por separado para atender clientelas. Hoy conviene la integración de todos servicios, para que los consumidores compren en paquete. Hacia allá se dirigen los grandes corporativos.
Por otra parte, el consumo de telecomunicaciones es cada vez más complejo e interactivo. Hoy ya hay televisiones con navegación por internet o teléfonos celulares que operan correo electrónico, y están por llegar pantallas portátiles para leer periódicos y libros completos o ver películas.
Para Slim, Azcárraga, pero también para la española Telefónica Movistar, la mexicana Megacable, el corporativo de Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca, Iusacell) o el de Joaquín Vargas (MVS, Dish), el fondo del reto es convertir a México, el mayor país de habla española, en una plataforma para ofrecer sus servicios integrados al resto de América Latina, España y Portugal y la creciente población hispana en Estados Unidos; en total, un mercado de 400 millones de personas.
Por eso es tan importante lo que el Gobierno federal está resolviendo con las concesiones de uso del espacio radioeléctrico para fines de comunicación, incluida la reconversión de uso de frecuencias a tecnología digital; la venta de uso de la red de fibra óptica oscura nacional de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la privatización de la empresa parcialmente gubernamental Satélites Mexicanos (Satmex) y las regulaciones sobre concentración de mercado (monopolio o empresa dominante). Todo estos procesos están siendo observados, disputados, por las empresas de telecomunicaciones. El premio para quien se integre mejor es un mercado cautivo de jóvenes y profesionales, con poder adquisitivo creciente y con necesidades cada vez mayores para resolver, mediante tecnología, su contacto con el mundo.
PARA SABER MÁS
Internacionalmente, hay algunas claves sobre este proceso de articulación de servicios de telecomunicaciones, un jugoso negocio que además produce poder social:
· El buscador por internet Google ya produce teléfonos celulares inteligentes (smartphones), anuncia un proyecto pionero de internet a súper velocidad en Estados Unidos y, sobre todo, es la multinacional más exitosa para explotar comercialmente el uso de la red.
· Apple encabeza una ola de producción de equipos híbridos de comunicación, que acercan cada vez más las funciones portátiles de teléfono, televisión, computadora, walkman de música y lectora de libros, periódicos y revistas.
· Microsoft ha dejado el cómodo lugar de mayor productor de aplicaciones (software) de cómputo para internarse en negocios paralelos.
El mercado lo vio positivo
CIUDAD DE MÉXICO. Las acciones de la operadora de telefonía celular mexicana América Móvil, de Carlos Slim, ganaron ayer 1.43% en la Bolsa Mexicana de Valores, pues los operadores consideraron desde temprano que el organismo antimonopolios aprobaría que tomara el control de sus empresas hermanas Telmex y Telint.