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Bill Plympton imparte conferencia magistral

El creativo independiente abre las actividades del Talent Campus en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (25/MAR/2011).- El Talent Campus abrió sus puertas en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) y lo hizo con un invitado de lujo: el animador Bill Plympton, una eminencia en el mundo de la caricatura y parte de esa ola de creativos que cree que para cambiar el mundo no se necesitan montañas de dinero sino un par de buenas ideas y mucha voluntad.

La apertura del Talent Campus se dio un día antes que el arranque oficial del FICG, en un evento donde estuvo presente el director del certamen, Iván Trujillo Bolio, quien señaló que es indispensable fortalecer las actividades del Talent que se llevan a cabo en la Expo Guadalajara, sobre todo porque se ha convertido en un puente indispensable entre las principales figuras de la industria con los jóvenes estudiantes de cine.

Bill Plympton no decepcionó en su misión de conectar con académicos y alumnos. Desenfadado y excéntrico, el animador resaltaba entre la multitud por su porte extremadamente desenfadado (se presentó con saco, corbata y pantaloncillo corto) y su actitud fresca, muy lejos de un hombre que se ha codeado con los consagrados de la industria, que le ha dicho “no” a las ofertas de trabajo de Disney y que hace sus filmes con una combinación de poco dinero, mucha voluntad y premisas curiosas.
 
Una industria pujante

Plympton comenzó su charla recordando la amplia gama de temas que se pueden tocar con la animación. “En Estados Unidos existe una idea muy arraigada de que las caricaturas son sólo para niños y no pueden dirigirse a los adultos. Eso ha sido promovido principalmente por Disney y Pixar en la última década, pero yo creo que no es cierto. La animación es poderosa, puedes cambiar la mente de la gente, no importa qué edad tenga”.
El estadounidense se mostro emocionado con lo que llamó el “despertar” de la animación en México y confió que entre los asistentes al Talent Campus (en su mayoría estudiantes) se desarrollen los próximos protagonistas de la industria.

La charla que ofreció el dibujante combinó las bromas con consejos un poco más serios. Plympton aseguró que nació en el Estado de Oregon, “un lugar con dos particularidades: es verde y lluvioso, y de allí han salido animadores muy bizarros, como Matt Groenning (de Los Simpson), Seth McFarlane (de Family Guy) y yo, entre otros. Debe ser el efecto de tanta lluvia”.

A lo largo de la plática el animador presentó varios de sus trabajos, algunos populares como Horn dog o Mexican Standoff, y explicó los detalles que suceden detrás de cada creación, incluso se dio el lujo de recetar a los asistentes una “fórmula” para alcanzar el éxito económico y mantenerse independientes.
 
El dogma

Una de dos: ser rico e infeliz o ser independiente y dichoso. Ésas fueron las dos opciones que encontró Bill Plympton cuando comenzó a trabajar en el mundo de la animación, y confiesa que elegir la segunda no significa que vaya a morir de hambre o tenga que mendigar para sacar a flote un proyecto.
“Les voy a revelar la fórmula para ser exitosos e independientes –afirmó un sonriente Plympton, quien se paseó por el escenario gesticulando y haciendo dibujos en una pizarra- la primera regla es hacer su filme breve, y por breve me refiero a cosas de menos de cinco minutos que se puedan vender fácilmente, no animaciones de 50 que nadie quiere ver ni gratis en internet”.

“La segunda –continuó el estadounidense- es hacer filmes baratos. Ser barato no tiene que ver con la calidad, sino con optimizar recursos. Yo en mis películas hago la historia, los dibujos, los fondos, los sonidos y un poco de producción gratis, porque es para mi beneficio (risas). En una gran cinta animada se requieren muchas personas, sólo vean cuanto duran los créditos de Pixar, ¡horas! (risas)”.

Por último, Plympton explicó que una animación exitosa debe ser ante todo graciosa. “Está en nuestra naturaleza el querer reír, querer ser felices. Vean los videos de YouTube, notarán que siempre los más vistos y recomendados son graciosos, eso es lo que quiere la gente. Siguiendo estos pasos podrán ser exitosos y de paso ganar un poco de dinero”.

Amante de las computadoras pero ignorante confeso de la tecnología en general, Plympton se despidió del Talent Campus confiado de que la gran revolución en la animación todavía está por llegar y espera que sean las generaciones que vienen quienes sepan sacarle el máximo provecho.

¿Disney?, no gracias

Pocos animadores le dicen “no” a la casa del ratón Miguelito, y entre esos pocos se encuentra Bill Plympton. El estadounidense señaló que uno de sus sueños de infancia había sido trabajar en Disney, y la oportunidad le llegó a mediados de la década pasada, sin embargo, la propuesta de trabajo pareció desilusionante. “Disney mandó un abogado con un enorme contrato. Eran hojas y hojas, así que me limité a preguntar si podría seguir creando mis propios filmes. El abogado me dijo que sí, pero serían propiedad de Disney. Entonces me di cuenta que todo lo que hiciera o soñara dejaría de pertenecerme para siempre. Preferí decirle no a una oferta de un millón de dólares”.

''Amo crear. Para mí el dibujar es una motivación que relaja al máximo'', Bill Plympton, animador.

Navega: plymptoons.com

EL INFORMADOR/ FRANCISCO GONZÁLEZ

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