Entretenimiento
Cineastas mexicanos ponen el ojo en el extranjero
Los directores mexicanos Javier Patrón Fox y Álvaro Curiel triunfan en Sudamérica
CIUDAD DE MÉXICO (07/FEB/2012).- Javier Patrón Fox y Álvaro Curiel son dos directores mexicanos que han “invadido” Sudamérica, donde han sido contratados para dirigir y dar el concepto visual de series televisivas en naciones ubicadas al Sur del continente.
Fox, como es conocido en el medio, fue invitado por el realizador chileno Pablo Larraín (Tony Manero y Post mortem) para codirigir Prófugos, serie que transmite HBO en la que se cuenta una historia de persecución por drogas. “Tuve esa visión de extranjero que fue agradable para la serie, todos eran chilenos, pero se trabajó muy bien”, recuerda.
“Todavía no sé si haya una segunda temporada, pero si me invitan, por supuesto que ahí estaré. Esta ocasión yo fui a ese país, pero también me gustaría que gente como Pablo viniera a rodar acá”, dice Patrón.
Álvaro Curiel, asistente en las taquilleras Matando Cabos y La ley de Herodes, fue a Colombia para participar en la producción Infiltrados, con la responsabilidad de dar estética que correspondiera al proyecto.
El serial es una historia policiaca de gente que se infiltra para hacer sus cosas en contra de la delincuencia. Fue producida por Cristina Palacio, creadora de golpes televisivos como El cártel de los sapos y Sin tetas no hay paraíso, entre otras.
“Lo que hacemos es abrir puertas, les ha gustado nuestro trabajo y eso nos ha ayudado para salir”, considera Curiel.
Y Rafael Lara, el mismo de La milagrosa y Labios rojos, ya ha sido contactado por productores europeos para hacer una película de época, de la que se reservó los detales del rodaje.
Un caso poco común
El poblano Alfredo de Villa, de 39 años, tiene tres películas filmadas en Estados Unidos y casi nadie lo conoce en México. Hace tres años su cinta Intriga en Manhattan, con Heather Graham (Desde el infierno) y Wiliam Baldwin (Sliver, invasión a la intimidad), se lanzó en salas nacionales, pero sin pena ni gloria.
Es alguien a quien Steven Spielberg le echó el ojo para producirle una historia, pero por cuestiones de agenda, finalmente no se concretó.
Spielberg (Encuentros cercanos del tercer tipo) lo contactó luego de ver Washington heights (2002), primera realización del director poblano, ganó los festivales cinematográficos de Tribeca, Austin y Los Ángeles.
De Villa se fue a los 17 años a Estados Unidos, estudió en la Universidad de Columbia, se casó y tiene un hijo. Ha trabajado la mayor parte del tiempo en la publicidad.
Ahora mismo termina la comedia Fugly, con John Leguizamo (Moulin rouge) y prepara Without you I’m nothing, con elenco desconocido.
La trama del largometraje contará la vida de dos personas que son incapaces de estar juntas, pero dañan todo lo que hay a su alrededor.
“Lo que llega a mí no lo pienso mucho, me gusta hacer cine, es por lo que vivo”, declaró en su momento el director mexicano.
Y la lista de realizadores podría aumentar día con día, ya que cada vez son más las producciones que tienen en su crew o cabeza de proyecto a talento azteca.
Fox, como es conocido en el medio, fue invitado por el realizador chileno Pablo Larraín (Tony Manero y Post mortem) para codirigir Prófugos, serie que transmite HBO en la que se cuenta una historia de persecución por drogas. “Tuve esa visión de extranjero que fue agradable para la serie, todos eran chilenos, pero se trabajó muy bien”, recuerda.
“Todavía no sé si haya una segunda temporada, pero si me invitan, por supuesto que ahí estaré. Esta ocasión yo fui a ese país, pero también me gustaría que gente como Pablo viniera a rodar acá”, dice Patrón.
Álvaro Curiel, asistente en las taquilleras Matando Cabos y La ley de Herodes, fue a Colombia para participar en la producción Infiltrados, con la responsabilidad de dar estética que correspondiera al proyecto.
El serial es una historia policiaca de gente que se infiltra para hacer sus cosas en contra de la delincuencia. Fue producida por Cristina Palacio, creadora de golpes televisivos como El cártel de los sapos y Sin tetas no hay paraíso, entre otras.
“Lo que hacemos es abrir puertas, les ha gustado nuestro trabajo y eso nos ha ayudado para salir”, considera Curiel.
Y Rafael Lara, el mismo de La milagrosa y Labios rojos, ya ha sido contactado por productores europeos para hacer una película de época, de la que se reservó los detales del rodaje.
Un caso poco común
El poblano Alfredo de Villa, de 39 años, tiene tres películas filmadas en Estados Unidos y casi nadie lo conoce en México. Hace tres años su cinta Intriga en Manhattan, con Heather Graham (Desde el infierno) y Wiliam Baldwin (Sliver, invasión a la intimidad), se lanzó en salas nacionales, pero sin pena ni gloria.
Es alguien a quien Steven Spielberg le echó el ojo para producirle una historia, pero por cuestiones de agenda, finalmente no se concretó.
Spielberg (Encuentros cercanos del tercer tipo) lo contactó luego de ver Washington heights (2002), primera realización del director poblano, ganó los festivales cinematográficos de Tribeca, Austin y Los Ángeles.
De Villa se fue a los 17 años a Estados Unidos, estudió en la Universidad de Columbia, se casó y tiene un hijo. Ha trabajado la mayor parte del tiempo en la publicidad.
Ahora mismo termina la comedia Fugly, con John Leguizamo (Moulin rouge) y prepara Without you I’m nothing, con elenco desconocido.
La trama del largometraje contará la vida de dos personas que son incapaces de estar juntas, pero dañan todo lo que hay a su alrededor.
“Lo que llega a mí no lo pienso mucho, me gusta hacer cine, es por lo que vivo”, declaró en su momento el director mexicano.
Y la lista de realizadores podría aumentar día con día, ya que cada vez son más las producciones que tienen en su crew o cabeza de proyecto a talento azteca.