Entretenimiento
Eduardo Noriega y Marisa Paredes ya rondan en el FICG
El Paraninfo de la UdeG recibe a los actores en el primer día de actividades del festival
GUADALAJARA, JALISCO (04/MAR/2016).- Tarde especial fue la que vivió el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara al recibir durante el primer día de actividades del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (
FICG), a dos estrellas del cine español Marisa Paredes (Todo sobre mi madre) y Eduardo Noriega (Tesis), quienes charlaron sobre sus inicios en la industria y cómo ciertos personajes dieron impulso a sus trayectorias.
Entre los puntos que fueron moderados por el productor Roberto Fiesco, Eduardo Noriega y Marisa Paredes hablaron sobre la experiencia de trabajar con el tapatío Guillermo del Toro en el largometraje "El espinazo del diablo" en 2001.
Ambos actores destacaron la creatividad del también realizador de "Hellboy", al considerar que del Toro es un director comprometido con todos los departamentos que intervienen en la realización de una película, incluso, Noriega argumento que Guillermo siempre era el primero en llegar y el último en irse durante la filmación que también fue producida en colaboración con la compañía "El Deseo", de los hermanos Almodóvar.
Noriega también charló sobre como su carrera y vocación actoral tomó fuerza al protagonizar "Tesis", prima ópera de Alejandro Amenábar en 1996 y que actualmente festeja 20 de haber sido estrenada en Madrid. El actor enfatizó la preocupación que tenía al ser un intérprete desconocido y ocupar uno de los roles principales sabiendo que existían otros talentos con mayor experiencia.
Eduardo Noriega aseguró que para que un actor descubra plenamente sus capacidades frente a la pantalla, debe atreverse a los errores e intentar diversos tipos de interpretación para ofrecerle al director una variedad de sentimientos e intensidades y así el espectador pueda captar integralmente el mensaje del personaje.
"Yo me decía que no estaba preparado para ser el protagonista de un largometraje, pero la inseguridad en pequeñas dosis es buena. Es fundamental, la inseguridad. Hay que guiar esas riendas invisibles para sacar al animal que está dentro de ti. Como actor necesitas a un director que te brinde seguridad y confianza, que ponga el foco en lo que vale, que te brinde esa facultad creativa de probar cosas distintas. Debes tenar esa capacidad de equivocarte".
Por su parte, Marisa Paredes, que logró notoriedad internacional al ser una de las actrices fetiches de Pedro Almodóvar en películas como "Todo sobre mi madre", "Entre tinieblas" y "La piel que habito", expresó que trabajar con este director le reveló distintas facetas de interpretación ante la diversidad que Almodóvar propone en sus historias.
La actriz reconoció que es justamente "Becky del Páramo", uno de los personajes de Pedro Almodóvar que más trabajo le ha costado dejar en el pasado, ya que el público se lo sigue recordando a cada paso.
"Es un personaje que no me deja, la gente me la recuerda a cada rato. No estaba segura de que pudiera ser Becky, pero Victoria Abril me ayudó mucho al hacerme entender que Almodóvar es un director que puede ser durísimo pero que además de confiar en ti, confía mucho más en lo que él puede sacar de ti. Voy a llevar a Becky conmigo el final".
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ
Entre los puntos que fueron moderados por el productor Roberto Fiesco, Eduardo Noriega y Marisa Paredes hablaron sobre la experiencia de trabajar con el tapatío Guillermo del Toro en el largometraje "El espinazo del diablo" en 2001.
Ambos actores destacaron la creatividad del también realizador de "Hellboy", al considerar que del Toro es un director comprometido con todos los departamentos que intervienen en la realización de una película, incluso, Noriega argumento que Guillermo siempre era el primero en llegar y el último en irse durante la filmación que también fue producida en colaboración con la compañía "El Deseo", de los hermanos Almodóvar.
Noriega también charló sobre como su carrera y vocación actoral tomó fuerza al protagonizar "Tesis", prima ópera de Alejandro Amenábar en 1996 y que actualmente festeja 20 de haber sido estrenada en Madrid. El actor enfatizó la preocupación que tenía al ser un intérprete desconocido y ocupar uno de los roles principales sabiendo que existían otros talentos con mayor experiencia.
Eduardo Noriega aseguró que para que un actor descubra plenamente sus capacidades frente a la pantalla, debe atreverse a los errores e intentar diversos tipos de interpretación para ofrecerle al director una variedad de sentimientos e intensidades y así el espectador pueda captar integralmente el mensaje del personaje.
"Yo me decía que no estaba preparado para ser el protagonista de un largometraje, pero la inseguridad en pequeñas dosis es buena. Es fundamental, la inseguridad. Hay que guiar esas riendas invisibles para sacar al animal que está dentro de ti. Como actor necesitas a un director que te brinde seguridad y confianza, que ponga el foco en lo que vale, que te brinde esa facultad creativa de probar cosas distintas. Debes tenar esa capacidad de equivocarte".
Por su parte, Marisa Paredes, que logró notoriedad internacional al ser una de las actrices fetiches de Pedro Almodóvar en películas como "Todo sobre mi madre", "Entre tinieblas" y "La piel que habito", expresó que trabajar con este director le reveló distintas facetas de interpretación ante la diversidad que Almodóvar propone en sus historias.
La actriz reconoció que es justamente "Becky del Páramo", uno de los personajes de Pedro Almodóvar que más trabajo le ha costado dejar en el pasado, ya que el público se lo sigue recordando a cada paso.
"Es un personaje que no me deja, la gente me la recuerda a cada rato. No estaba segura de que pudiera ser Becky, pero Victoria Abril me ayudó mucho al hacerme entender que Almodóvar es un director que puede ser durísimo pero que además de confiar en ti, confía mucho más en lo que él puede sacar de ti. Voy a llevar a Becky conmigo el final".
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ