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El quinto mandamiento, terror en pantalla

Rafael Lara conquistar la salas de cine tapatías con su tercer producción fílmica

GUADALAJARA, JALISCO (28/FEB/2012).- La vida de Víctor (Guillermo Iván) ha estado marcada por la violencia casi desde su nacimiento. Solitario y esquizofrénico, se mueve a través de las calles de la Ciudad de México motivado por el odio y la culpa, luego de haber sufrido abuso infantil. La "mejor forma" que encontró para expiar estos sentimientos ha sido convirtiéndose en un asesino serial que pone de cabeza a la policía capitalina.

Esa es la premisa básica con la que Rafael Lara presenta "El quinto mandamiento", película de terror y suspenso policiaco que llega este fin de semana a las salas de cine mexicano, tras un largo periplo.

Para Lara, "El quinto mandamiento" es su ópera prima, aunque por cuestiones económicas y de agenda, ha sido la tercera en estrenar en su carrera, luego de la presentación de "La milagrosa" y "Labios rojos".

El realizador define a esta cinta de terror como una película "que no busca caer en el cliché de las películas policiacas, sino que trata de ofrecer una historia distinta y que no sea predecible. Además, el único punto en común con lo que he hecho antes es la calidad que hemos procurado en la producción".

La cinta es protagonizada por Guillermo Iván, quien se encuentra acompañado por un elenco donde destacan actores de la talla de Angélica Aragón, Luis Felipe Tovar, Alejandro Tomassi y Ernesto Gómez Cruz.

Escarba en su corazón

Encarnar a un asesino serial, con toda la carga emocional y física que eso conlleva fue el reto que aceptó Guillermo Iván cuando accedió a ser el protagonista de "El quinto mandamiento".

Durante una entrevista para el portal de internet Homocinefilus, el histrión declaró que su personaje, Víctor, le implicó entrar en uno de los procesos de trabajo "más exigentes que he enfrentado en mi vida, no sólo como actor, sino como ser humano. La única forma en que puedes llegarle a un asesino serial es a través de la absoluta desnudez, la absoluta verdad, y eso te obliga a indagar muy dentro de ti".

Iván agregó que para darle coherencia al sádico personaje que ataca principalmente a jóvenes estudiantes, tuvo que evitar "acercarme al personaje desde el punto de vista intelectual, porque creamos una barrera de forma inconsciente. Prefiero hacerlo desde el punto de vista sensorial. El caso de Víctor lo trabajé de la mano de Rafa Lara, me metí al mundo bíblico y apocalíptico en el que mi personaje vive".

El actor declaró que en el foro de rodaje procuraba aislarse de todos para poder estar en sintonía con su papel, manteniendo en todo momento una distancia considerable entre él y el resto del elenco e incluso del equipo de filmación.

Para Guillermo Iván el resultado final es una película sólida, capaz de conmover y hacer reflexionar incluso a quienes participaron en ella. "El papel me sacudió tanto que cuando la vi por primera vez me conmovió, fue algo muy chistoso porque al verme en pantalla reviví lo que había tenido que examinar en ese proceso".

El largometraje ha tenido un recorrido afortunado en el circuito de festivales cinematográficos, lo que le ha abierto las puertas de países como Alemania y Brasil, aunque para Rafael Lara la gran cuenta pendiente es conquistar la taquilla mexicana, algo que espera lograr este fin de semana, cuando llegue a las salas de Guadalajara.


EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez

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