Entretenimiento
Fátima comienza otro sueño
El noveno concierto del reality de TV Azteca cierra una puerta para la joven, pero se abre a un mundo de posibilidades
GUADALAJARA, JALISCO.- Tras nueve semanas de haber arrancado el reality show
La Academia la última generación son pocos los concursantes que demuestran avances.
Lo único que ha cambiado son las dinámicas a las que son sometidos los alumnos, como: El misterio del DJ y La ruleta de la muerte en donde se demuestra su falta de cultura musical popular.
Este domingo, los 12 concursantes demostraron que, además de faltarles clases intensivas de canto, también necesitan conocer otras disciplinas como el baile, algo poco explotado en el reality de TV Azteca.
El consejo de Héctor, expulsado de la semana pasada, sobre quitarse los miedos y darlo todo en el escenario nunca fue tomado en cuenta y ahora fue Fátima, de Guadalajara, Jalisco, la que se retiró del sueño. A ella se le había dicho que se arriesgara y que cantara en otro tono, pero el ignorar la petición le costó despedirse de la Última generación.
El invitado especial fue Franco de Vita, quien ha seguido varias generaciones por televisión y quien cantó a dueto con Carlos Rivera, ganador de la tercera generación de La Academia, el sencillo Si la ves.
El noveno concierto inició con una versión “incómoda” de la canción La plaga, el primer éxito del cantante y juez del programa, Enrique Guzmán, interpretado por Perla.
Lo bueno de la noche fue para Iván, quien logró sacudirse de las críticas de todos los conciertos para demostrar sus avances y el entusiasmo para continuar en la casa, donde sólo quedan 11 alumnos.
Se repone
En exclusiva para EL INFORMADOR, Fátima afirma que este momento es para enjuagarse las
lágrimas, pero de ninguna manera permitirá que este tropiezo la marque. “Todavía estoy en shock -afirma vía telefónica haciendo pausas- me la he pasado todo este día llore y llore, pero ya sé que voy a estar bien”.
Y es que la tapatía sabe que La Academia ha cambiado su forma de ver la vida, y afirma que fue para bien. “Fue la experiencia más padre que he vivido hasta ahora, te llenas de cosas buenas, no hay nada malo con lo que me quede”.
Agrega que fue una Fátima la que entró y otra la que salió el pasado domingo. “Físicamente no he cambiado, pero se que maduré mucho allí adentro, todas las críticas de los jueces y mis compañeros se agradecen”. Afirma que ella se va satisfecha de haberlo dado todo, y rescata la honestidad con la que encaró el reto: “Nunca tuve nada que ocultarle a nadie, lo único que me interesaba era demostrar mi talento”.
A Fátima todavía le cuesta trabajo dimensionar el haber pertenecido a uno de los realitys más exitosos del país y el haber sido observada por millones de personas sin darse cuenta. “Hasta ahora que veo la tele verdaderamente me doy cuenta. Sé que adentro hay cámaras en cada rincón, cada espejo, pero hay una exposición total, todo el tiempo. Es algo difícil de asimilar, será un proceso”.
Sobre lo que sigue para ella es firme al asegurar que con La Academia se cierra una oportunidad. “Pero no es la única. Ahora quiero dar por concluida esta etapa de mi vida, pero voy a trabajar muy duro para abrir otras puertas, más oportunidades”.
La frase:
“En La Academia aprendí que hay que vivir y dar lo máximo hoy, no lamentarse por el pasado ni por lo que vendrá”
Fátima Molina, ex alumna La Academia
Lo único que ha cambiado son las dinámicas a las que son sometidos los alumnos, como: El misterio del DJ y La ruleta de la muerte en donde se demuestra su falta de cultura musical popular.
Este domingo, los 12 concursantes demostraron que, además de faltarles clases intensivas de canto, también necesitan conocer otras disciplinas como el baile, algo poco explotado en el reality de TV Azteca.
El consejo de Héctor, expulsado de la semana pasada, sobre quitarse los miedos y darlo todo en el escenario nunca fue tomado en cuenta y ahora fue Fátima, de Guadalajara, Jalisco, la que se retiró del sueño. A ella se le había dicho que se arriesgara y que cantara en otro tono, pero el ignorar la petición le costó despedirse de la Última generación.
El invitado especial fue Franco de Vita, quien ha seguido varias generaciones por televisión y quien cantó a dueto con Carlos Rivera, ganador de la tercera generación de La Academia, el sencillo Si la ves.
El noveno concierto inició con una versión “incómoda” de la canción La plaga, el primer éxito del cantante y juez del programa, Enrique Guzmán, interpretado por Perla.
Lo bueno de la noche fue para Iván, quien logró sacudirse de las críticas de todos los conciertos para demostrar sus avances y el entusiasmo para continuar en la casa, donde sólo quedan 11 alumnos.
Se repone
En exclusiva para EL INFORMADOR, Fátima afirma que este momento es para enjuagarse las
lágrimas, pero de ninguna manera permitirá que este tropiezo la marque. “Todavía estoy en shock -afirma vía telefónica haciendo pausas- me la he pasado todo este día llore y llore, pero ya sé que voy a estar bien”.
Y es que la tapatía sabe que La Academia ha cambiado su forma de ver la vida, y afirma que fue para bien. “Fue la experiencia más padre que he vivido hasta ahora, te llenas de cosas buenas, no hay nada malo con lo que me quede”.
Agrega que fue una Fátima la que entró y otra la que salió el pasado domingo. “Físicamente no he cambiado, pero se que maduré mucho allí adentro, todas las críticas de los jueces y mis compañeros se agradecen”. Afirma que ella se va satisfecha de haberlo dado todo, y rescata la honestidad con la que encaró el reto: “Nunca tuve nada que ocultarle a nadie, lo único que me interesaba era demostrar mi talento”.
A Fátima todavía le cuesta trabajo dimensionar el haber pertenecido a uno de los realitys más exitosos del país y el haber sido observada por millones de personas sin darse cuenta. “Hasta ahora que veo la tele verdaderamente me doy cuenta. Sé que adentro hay cámaras en cada rincón, cada espejo, pero hay una exposición total, todo el tiempo. Es algo difícil de asimilar, será un proceso”.
Sobre lo que sigue para ella es firme al asegurar que con La Academia se cierra una oportunidad. “Pero no es la única. Ahora quiero dar por concluida esta etapa de mi vida, pero voy a trabajar muy duro para abrir otras puertas, más oportunidades”.
La frase:
“En La Academia aprendí que hay que vivir y dar lo máximo hoy, no lamentarse por el pasado ni por lo que vendrá”
Fátima Molina, ex alumna La Academia