Entretenimiento
Guillermo del Toro extraña México
El cineasta asegura que el único pesar de su profesión es la imposibilidad de dirigir en su país debido a la inseguridad
MÉXICO.- “Como productor no, pero como director es más difícil para mí volver a México ahorita, simple y sencillamente por seguridad” declaró Guillermo del Toro en su visita a Miami con motivo de la promoción de su más reciente filme, Hellboy 2, El Ejército Dorado. Situación que no lo tiene contento pues afirmó que le pesa no dirigir en México, y es que a una década del secuestro de su padre, aún no puede regresar a vivir a su patria. Por lo que recordó que entre 1997 y 1998 su padre (quien ahora vive en el extranjero) fue secuestrado y algunos de los responsables “siguen sueltos, no han sido detenidos”.
“Es triste para mí pero sería bastante irresponsable (volver a México) porque soy responsable de otras vidas (su familia) y no puedo arriesgarlas a ellas o que se queden sin padre”.
A su vez Del Toro afirmó que “en el momento en que pudiera” volver lo haría “absolutamente, me encartaría, lo que más me pesa en mi vida es no estar dirigiendo en México”.
Durante su visita a Miami para promover Hellboy 2, El Ejército Dorado el cineasta aseguró que antes del secuestro ni siquiera se había planteado la posibilidad de vivir fuera de Guadalajara. “Mi rutina era super establecida, los domingos a las siete de la mañana mi padre pasaba por mí e íbamos a comer a menudo al mismo pin... puesto”. Entre semana, añadió, “al mediodía del martes o jueves compraba en algún lugar mi torta ahogada de rigor, el sábado visitaba a mis padres y el domingo iba a la Glorieta Chapalita”.
Defendiendo a capa y espada su nacionalidad Del Toro aclaró que “tu identidad, nunca la dejas. Cuando alguien me dice si soy director mexicano les digo que lo que nunca podría hacer es dejar de serlo, no puedes dejar tus raíces”.
Del Toro quien visitó recientemente la Ciudad de México, Monterrey y su casa la Perla Tapatía para promover su nuevo trabajo expresó que desde hace años divide su estancia entre Estados Unidos y España y “ prácticamente vivo en una maleta”.
“El año pasado estuve en Budapest (filmando Hellboy 2 ), el anterior en Londres, y los próximos cuatro en Nueva Zelanda (donde realizará The Hobbit)”. Pero, comentó, “el desarraigo, el arranque de la raíz que me ha llevado a estar como pata de perro por todo el mundo también ha tenido mucho aprendizaje para mí”.
Con sello personal
En cuanto a su nueva película Hellboy 2, El Ejército Dorado, filmada en Hungría a un costo de 85 millones de dólares, el mexicano subrayó que hasta ahora, según las críticas positivas y la respuesta en las premieres, “va estupendamente bien”.
Del Toro indicó que las dos partes de la historia del super héroe de tono rojizo y rudo temperamento han sido algo autobiográficas porque le ha puesto al personaje algo suyo, como el gusto por las melodías de Barry Manillow.
En cuanto a la inclusión de una cerveza mexicana en parte de la trama, el realizador subrayó que fue idea suya y no se trata de publicidad, ya que se le presentó “una lista con un montón de productos que estaban dispuestos a pagar una millonada por estar en la película pero los rechacé porque me parecían gratuitos, que no representaban perfectamente al personaje”.
A su vez explicó que escuchar música de Barry Manillow o beber cerveza representa aspectos de Hellboy, quien si fuera mexicano sería norteño.
“Es triste para mí pero sería bastante irresponsable (volver a México) porque soy responsable de otras vidas (su familia) y no puedo arriesgarlas a ellas o que se queden sin padre”.
A su vez Del Toro afirmó que “en el momento en que pudiera” volver lo haría “absolutamente, me encartaría, lo que más me pesa en mi vida es no estar dirigiendo en México”.
Durante su visita a Miami para promover Hellboy 2, El Ejército Dorado el cineasta aseguró que antes del secuestro ni siquiera se había planteado la posibilidad de vivir fuera de Guadalajara. “Mi rutina era super establecida, los domingos a las siete de la mañana mi padre pasaba por mí e íbamos a comer a menudo al mismo pin... puesto”. Entre semana, añadió, “al mediodía del martes o jueves compraba en algún lugar mi torta ahogada de rigor, el sábado visitaba a mis padres y el domingo iba a la Glorieta Chapalita”.
Defendiendo a capa y espada su nacionalidad Del Toro aclaró que “tu identidad, nunca la dejas. Cuando alguien me dice si soy director mexicano les digo que lo que nunca podría hacer es dejar de serlo, no puedes dejar tus raíces”.
Del Toro quien visitó recientemente la Ciudad de México, Monterrey y su casa la Perla Tapatía para promover su nuevo trabajo expresó que desde hace años divide su estancia entre Estados Unidos y España y “ prácticamente vivo en una maleta”.
“El año pasado estuve en Budapest (filmando Hellboy 2 ), el anterior en Londres, y los próximos cuatro en Nueva Zelanda (donde realizará The Hobbit)”. Pero, comentó, “el desarraigo, el arranque de la raíz que me ha llevado a estar como pata de perro por todo el mundo también ha tenido mucho aprendizaje para mí”.
Con sello personal
En cuanto a su nueva película Hellboy 2, El Ejército Dorado, filmada en Hungría a un costo de 85 millones de dólares, el mexicano subrayó que hasta ahora, según las críticas positivas y la respuesta en las premieres, “va estupendamente bien”.
Del Toro indicó que las dos partes de la historia del super héroe de tono rojizo y rudo temperamento han sido algo autobiográficas porque le ha puesto al personaje algo suyo, como el gusto por las melodías de Barry Manillow.
En cuanto a la inclusión de una cerveza mexicana en parte de la trama, el realizador subrayó que fue idea suya y no se trata de publicidad, ya que se le presentó “una lista con un montón de productos que estaban dispuestos a pagar una millonada por estar en la película pero los rechacé porque me parecían gratuitos, que no representaban perfectamente al personaje”.
A su vez explicó que escuchar música de Barry Manillow o beber cerveza representa aspectos de Hellboy, quien si fuera mexicano sería norteño.