Internacional
Arrestos marcan el segundo día de protestas en Afganistán
Autoridades afganas han arrestado a 48 implicados en el crimen, 28 sospechosos de participación y 20 agentes policiales
KABUL, AFGANISTÁN (24/MAR/2015).- Kabul acogió nuevas protestas contra el linchamiento la semana pasada de una mujer que supuestamente había quemado una copia del Corán, mientras la Policía afgana arrestó a 48 personas por el crimen, 28 sospechosos de haber participado en él y 20 agentes destinados a la seguridad en la zona donde ocurrió.
Cientos de personas recorrieron por segundo día consecutivo las calles de la capital afgana para pedir justicia en el caso de Farkhunda, una joven de 27 años que fue golpeada hasta la muerte por una turba que luego quemó su cuerpo en castigo por una supuesta profanación, acusación desmentida por la Policía y el Gobierno.
Los manifestantes marcharon durante horas bajo la fuerte lluvia en Kabul y se congregaron frente a las dependencias del Tribunal Supremo para reclamarle la detención de todos los implicados en el asesinato de la mujer.
Políticos, activistas pro derechos humanos y de la sociedad civil portaban pancartas con lemas como "Muerte a los asesinos de Farkhunda" o "No a los linchamientos", en un acto que contó con la presencia de la Policía antidisturbios.
"Farjonda fue un chivo expiatorio del oscurantismo y la ignorancia ante los ojos de la Policía, a sólo unos metros del palacio presidencial y de varias comisarías. Si callamos, el Gobierno no castigará a los asesinos de nuestra hermana", dijo el manifestante Tariq Ahmadzai.
Este es el segundo día consecutivo en que los afganos se echaron a las calles de la capital, después de que centenares de personas se congregasen ayer en el santuario Shah-Do-Shamshira para plantar un árbol en el lugar exacto en que fue quemada la víctima y pedir justicia.
El Ministerio de Interior anunció, en un comunicado, que 48 personas han sido detenidas y están siendo investigadas.
Se trata de 28 sospechosos de haber participado en el linchamiento y de 20 agentes destinados a la seguridad en la zona donde ocurrió el crimen.
La mayoría de los arrestos se realizaron gracias a las fotografías y vídeos del linchamiento difundidas en las redes sociales.
Los talibanes afganos, en un comunicado de su portavoz, Zabihullah Mujahid, condenaron "enérgicamente el asesinato de una inocente", expresaron sus condolencias a la familia de la víctima y reclamaron un castigo ejemplar para los culpables para que no se repitan este tipo de sucesos.
Farkhunda, una estudiante de religión, fue enterrada el domingo entre medidas de seguridad y ante decenas de personas que reclamaron justicia, mientras que su féretro fue portado a hombros por mujeres, algo inusual en un entierro islámico.
El presidente afgano, Ashraf Gani, constituyó una comisión de investigación integrada por líderes religiosos, parlamentarias y activistas por los derechos de la mujer para averiguar los detalles de un suceso que ha sido condenado por las Naciones Unidas, organizaciones civiles y el Ejecutivo del país islámico.
La sociedad afgana es muy sensible a los casos de blasfemia y profanación del Corán, que suelen generar represalias violentas.
Cientos de personas recorrieron por segundo día consecutivo las calles de la capital afgana para pedir justicia en el caso de Farkhunda, una joven de 27 años que fue golpeada hasta la muerte por una turba que luego quemó su cuerpo en castigo por una supuesta profanación, acusación desmentida por la Policía y el Gobierno.
Los manifestantes marcharon durante horas bajo la fuerte lluvia en Kabul y se congregaron frente a las dependencias del Tribunal Supremo para reclamarle la detención de todos los implicados en el asesinato de la mujer.
Políticos, activistas pro derechos humanos y de la sociedad civil portaban pancartas con lemas como "Muerte a los asesinos de Farkhunda" o "No a los linchamientos", en un acto que contó con la presencia de la Policía antidisturbios.
"Farjonda fue un chivo expiatorio del oscurantismo y la ignorancia ante los ojos de la Policía, a sólo unos metros del palacio presidencial y de varias comisarías. Si callamos, el Gobierno no castigará a los asesinos de nuestra hermana", dijo el manifestante Tariq Ahmadzai.
Este es el segundo día consecutivo en que los afganos se echaron a las calles de la capital, después de que centenares de personas se congregasen ayer en el santuario Shah-Do-Shamshira para plantar un árbol en el lugar exacto en que fue quemada la víctima y pedir justicia.
El Ministerio de Interior anunció, en un comunicado, que 48 personas han sido detenidas y están siendo investigadas.
Se trata de 28 sospechosos de haber participado en el linchamiento y de 20 agentes destinados a la seguridad en la zona donde ocurrió el crimen.
La mayoría de los arrestos se realizaron gracias a las fotografías y vídeos del linchamiento difundidas en las redes sociales.
Los talibanes afganos, en un comunicado de su portavoz, Zabihullah Mujahid, condenaron "enérgicamente el asesinato de una inocente", expresaron sus condolencias a la familia de la víctima y reclamaron un castigo ejemplar para los culpables para que no se repitan este tipo de sucesos.
Farkhunda, una estudiante de religión, fue enterrada el domingo entre medidas de seguridad y ante decenas de personas que reclamaron justicia, mientras que su féretro fue portado a hombros por mujeres, algo inusual en un entierro islámico.
El presidente afgano, Ashraf Gani, constituyó una comisión de investigación integrada por líderes religiosos, parlamentarias y activistas por los derechos de la mujer para averiguar los detalles de un suceso que ha sido condenado por las Naciones Unidas, organizaciones civiles y el Ejecutivo del país islámico.
La sociedad afgana es muy sensible a los casos de blasfemia y profanación del Corán, que suelen generar represalias violentas.