Internacional

Cristina pierde su estrella

Fernández de Kirchner enfrenta desde hace un mes un panorama sombrío; son frecuentes las protestas en su contra

BUENOS AIRES, ARGENTINA (30/NOV/2012).- En menos de 15 días, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha atestiguado dos demostraciones palmarias de que la relación entre la sociedad y el kirchnerismo gobernante está cambiando: la multitudinaria protesta del 8 de noviembre y la huelga, la primera en nueve años de administración, que fue más masiva de lo esperado. Todo en el peor momento del Gobierno desde su triunfo electoral de octubre de 2011, y cuando el país volvió a entrar en riesgo de quedar en un “default” técnico por el reclamo de sus acreedores.

Todo lo que aparece en el escenario político son señales de que la “estrella” de la presidenta se va apagando.

Desde el trenazo de febrero, en el que murieron 51 personas, hasta el último apagón de la semana pasada, son hechos que han dejado al desnudo que en materia de transportes y de política energética, todo lo que se hizo en estos años de subsidios y ausencia de inversiones se hizo mal.

“El caso del transporte y de la energía son puntos sobresalientes, junto a la prohibición de comprar dólares y otros, del malhumor que reina en la sociedad. Pero también son demostraciones de que los problemas que el gobierno debió solucionar en estos años siguen estando allí, tan urgentes como entonces”, dijo la diputada Alcira Argumedo.

Kirchner obtuvo la reelección con 54% de los votos en octubre de 2011.

Desde entonces y hasta diciembre su imagen había crecido hasta superar 60% de popularidad en las encuestas. “Hoy esos números quedaron lejos, la imagen presidencial está por debajo de 40%”, según indicó el politólogo Eduardo Fidanza.

En la calle, muchos de los que salieron con su cacerola a la protesta más multitudinaria contra un gobierno democrático desde 1983 habían votado por el kirchnerismo. El mismo Hugo Moyano, secretario General de la Confederación General de Trabajadores (CGT), era un hombre del kirchnerismo hasta noviembre pasado. Hoy, la clase media y los sindicatos, tienen un objetivo en común: “Que la presidenta escuche los reclamos y se ponga al frente de los problemas.

“Pero no lo hemos logrado hasta ahora. Ella desconoció públicamente nuestro reclamo y se mostró desafiante. Eso es peligroso”, advierte al ser consultado, Julio Piumato, líder de los trabajadores judiciales y miembro del Consejo Directivo de la CGT.

Desconoció la huelga y la protesta de las cacerolas, la presidenta. Y todo mientras el país transita nuevamente por el umbral del “default”, fruto de que ayer el juez de Nueva York, Thomas Griesa, fallara que Argentina deberá pagar a los tenedores de bonos que no ingresaron en el canje de deuda de 2004, 100% de sus títulos.

El 15 de diciembre, el Gobierno debe abonar 3.1 mil millones de dólares a los deudores que sí se acogieron al canje.

De esos fondos, el juez podría disponer que 1.3 mil millones sean destinado a cumplir sus fallo y así ordenar el embargo. Ese trámite dejaría al país en “default técnico” justo en un año electoral, recuerda el economista Orlando Ferreres.

La respuesta de la presidenta y su gobierno fue negativa para lo que denominan “fondos buitre”. A la par, la protesta social crece en número.           

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Ella desconoció públicamente nuestro reclamo y se mostró desafiante. Eso es peligroso "

Julio Piumato,
líder de los trabajadores judiciales y miembro del Consejo Directivo de la CGT.

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