Internacional
Dilma Rousseff anuncia medidas contra la corrupción en Brasil
Destacan la penalización de fondos mal habidos para financiar campañas electorales y que los funcionarios no tengan antecedentes penales
SAO PAULO, BRASIL (18/MAR/2015).- La presidenta Dilma Rousseff anunció una serie de medidas anticorrupción tras las manifestaciones masivas del domingo en las que se exigió sea enjuiciada políticamente y se acaben los sobornos en Brasil.
"Tenemos el deber y la obligación de combatir la impunidad y la corrupción", afirmó Rousseff en un discurso transmitido a nivel nacional.
La presidenta anunció las medidas el mismo día que una encuesta mostró que su índice de aprobación había caído a su peor nivel desde que asumió el puesto. El sondeo efectuado por el Instituto Datafolha mostró que la popularidad de Rousseff bajó incluso entre los habitantes más pobres del país, un sector en el que siempre ha recibido fuerte apoyo.
Entre las medidas anunciadas están la penalización de fondos mal habidos para financiar campañas electorales, la incautación de activos a personas culpables de corrupción, y la exigencia de que los funcionarios del gobierno no tengan antecedentes penales.
"Este es un paso decisivo para ampliar la capacidad y la autoridad del gobierno con el fin de evitar y combatir la corrupción y la impunidad", afirmó Rousseff.
Las marchas de protesta del domingo son consecuencia de la indignación popular por un caso de arraigada corrupción en Petrobras, la petrolera estatal brasileña.
Fiscales federales dicen haber descubierto el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil por una conjura para cobrar sobornos en Petrobras, en la que firmas de construcción e ingeniería pagaron al menos 800 millones de dólares a ex ejecutivos nombrados por políticos en la compañía petrolera, todo a cambio de la obtención de contratos inflados.
Los investigadores dicen que algo del dinero fue canalizado de vuelta a las arcas de campaña del Partido de los Trabajadores y sus aliados. Decenas de congresistas y algunos ex funcionarios de ramas del ejecutivo, incluidos dos ex jefes de personal de Rousseff, están siendo investigados.
La mandataria, que fungió como presidenta de la junta directiva de Petrobras durante varios años en los que ocurrieron los sobornos, no ha sido indiciada.
En la encuesta de Datafolha, el 62% de los que respondieron dijeron que el gobierno de Rousseff es "malo" o "pésimo", en comparación con 44% hace un mes. Sólo 13% de los encuestados clasificaron a su gobierno como "magnífico" o "bueno".
Datafolha entrevistó a dos mil 842 personas el 16 y el 17 de marzo. El sondeo tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.
Es el peor índice de popularidad para un mandatario brasileño desde 1992, cuando el entonces presidente Fernando Collor de Mello fue sometido a un juicio político por corrupción.
Suiza también ha estado involucrada en las investigaciones sobre Petrobras, y fiscales en ese país europeo dijeron el miércoles que más de 120 millones de dólares congelados como parte de la pesquisa serán devueltos a Brasil.
La fiscalía federal en Berna indicó que ha hallado más de 300 cuentas en cuando menos 30 bancos en Suiza que al parecer se usaban para procesar los sobornos que se investigan en Brasil. En total ha congelado activos por unos 400 millones de dólares.
Los beneficiarios de las cuentas halladas en Suiza, la mayoría de ellas a nombre de compañías, son altos ejecutivos de Petrobras o de sus proveedores, intermediarios financieros y, ya sea en forma directa o indirecta, compañías brasileñas o extranjeras que pagaron sobornos, indicaron fiscales suizos.
"Tenemos el deber y la obligación de combatir la impunidad y la corrupción", afirmó Rousseff en un discurso transmitido a nivel nacional.
La presidenta anunció las medidas el mismo día que una encuesta mostró que su índice de aprobación había caído a su peor nivel desde que asumió el puesto. El sondeo efectuado por el Instituto Datafolha mostró que la popularidad de Rousseff bajó incluso entre los habitantes más pobres del país, un sector en el que siempre ha recibido fuerte apoyo.
Entre las medidas anunciadas están la penalización de fondos mal habidos para financiar campañas electorales, la incautación de activos a personas culpables de corrupción, y la exigencia de que los funcionarios del gobierno no tengan antecedentes penales.
"Este es un paso decisivo para ampliar la capacidad y la autoridad del gobierno con el fin de evitar y combatir la corrupción y la impunidad", afirmó Rousseff.
Las marchas de protesta del domingo son consecuencia de la indignación popular por un caso de arraigada corrupción en Petrobras, la petrolera estatal brasileña.
Fiscales federales dicen haber descubierto el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil por una conjura para cobrar sobornos en Petrobras, en la que firmas de construcción e ingeniería pagaron al menos 800 millones de dólares a ex ejecutivos nombrados por políticos en la compañía petrolera, todo a cambio de la obtención de contratos inflados.
Los investigadores dicen que algo del dinero fue canalizado de vuelta a las arcas de campaña del Partido de los Trabajadores y sus aliados. Decenas de congresistas y algunos ex funcionarios de ramas del ejecutivo, incluidos dos ex jefes de personal de Rousseff, están siendo investigados.
La mandataria, que fungió como presidenta de la junta directiva de Petrobras durante varios años en los que ocurrieron los sobornos, no ha sido indiciada.
En la encuesta de Datafolha, el 62% de los que respondieron dijeron que el gobierno de Rousseff es "malo" o "pésimo", en comparación con 44% hace un mes. Sólo 13% de los encuestados clasificaron a su gobierno como "magnífico" o "bueno".
Datafolha entrevistó a dos mil 842 personas el 16 y el 17 de marzo. El sondeo tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.
Es el peor índice de popularidad para un mandatario brasileño desde 1992, cuando el entonces presidente Fernando Collor de Mello fue sometido a un juicio político por corrupción.
Suiza también ha estado involucrada en las investigaciones sobre Petrobras, y fiscales en ese país europeo dijeron el miércoles que más de 120 millones de dólares congelados como parte de la pesquisa serán devueltos a Brasil.
La fiscalía federal en Berna indicó que ha hallado más de 300 cuentas en cuando menos 30 bancos en Suiza que al parecer se usaban para procesar los sobornos que se investigan en Brasil. En total ha congelado activos por unos 400 millones de dólares.
Los beneficiarios de las cuentas halladas en Suiza, la mayoría de ellas a nombre de compañías, son altos ejecutivos de Petrobras o de sus proveedores, intermediarios financieros y, ya sea en forma directa o indirecta, compañías brasileñas o extranjeras que pagaron sobornos, indicaron fiscales suizos.