Internacional
El Gobierno de Argentina reduce retenciones al campo
El impuesto a las exportaciones de granos pasa de 44% a 35%, pero los productores consideran insuficiente la medida
BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino lanzó nuevas medidas de estímulo a pequeños productores de granos y puso topes a los pesados impuestos al comercio exterior, a fin de contener una rebelión agraria que cumplió 80 días, en un país que es un fuerte exportador de alimentos.
La reacción preliminar de líderes de la protesta fue juzgar insuficientes las reformas a las gabelas de las ventas externas de soya, trigo, girasol, maíz y carnes, aunque coincidieron en que serán examinadas en asambleas de millares de agricultores en unos 300 piquetes en rutas de la rica región central del país.
La prolongación de la protesta agraria en Argentina había provocado esta semana una leve alza de precios de la soya en el estratégico mercado de Chicago.
"Corregimos problemas burocráticos en favor de los productores agrarios pequeños y ponemos límites en las retenciones (impuestos a las exportaciones) para permitir que funcionen los mercados a futuro", dijo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en conferencia de prensa en la Casa Rosada.
La nueva batería de medidas fue anunciada para contener la rebelión fiscal de millares de agricultores, en un conflicto que dañó la vitalidad de la economía agrícola en un gran proveedor mundial de alimentos, sacudido por duras huelgas y protestas encabezadas por productores de soja, el principal grano exportable.
El ministro de Economía, Carlos Fernández, intervino en la conferencia para precisar que será reducida la presión fiscal respecto de la anunciada el 11 de marzo pasado, que hizo estallar la mayor huelga agraria de la historia de la nación, una potencia agrícola.
El jefe de Gabinete anunció que los productores pequeños de soya, cuya cosecha está valuada en 2008 en unos 24 mil millones de dólares, recibirán beneficios para poder cobrar reintegros a las exportaciones que les mejoren el precio real de la leguminosa, al bajar el impuesto de 44% a 35 por ciento.
"Estas medidas no resuelven el problema porque los mercados a término no funcionarían y la presión impositiva es la misma", remató Ricardo Buryaile, líder agrario.
Cronología
11 de marzo
Después de dos días de bloqueos a los puertos por parte de los productores agropecuarios en protesta por la prohibición de exportar trigo, el Gobierno anuncia un nuevo esquema de impuestos a las exportaciones de soya, girasol, trigo y maíz, cuya tasa varía en función de los precios internacionales de estos granos.
12 de marzo
Las cuatro entidades que agrupan a unos 350 mil productores agropecuarios de Argentina deciden protestar contra el nuevo esquema impositivo y convocan a una huelga comercial. Entre otras consecuencias, las medidas impiden enviar a los mercados internacionales la producción agropecuaria.
25 de marzo
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pronuncia un duro discurso en el que condena la protesta y rechaza lo que califica como una "extorsión" de parte del sector rural. Sus palabras son mal recibidas por las entidades agropecuarias. En Buenos Aires y las principales ciudades del país se escuchan "cacerolazos" para protestar contra el Gobierno.
25 de mayo
El sector rural convoca a cerca de 300 mil personas en la ciudad de Rosario, Santa Fe, en el Litoral de Argentina, para reclamar la derogación de los impuestos a las exportaciones de granos. Desde la ciudad de Salta, en el Norte, Cristina de Kirchner aboga por un pacto social.
27 de mayo
Las entidades agropecuarias resuelven reanudar sus protestas a partir del 28 de mayo.
28 de mayo
El campo vuelve a no comercializar granos con destino a la exportación. (EFE)
La reacción preliminar de líderes de la protesta fue juzgar insuficientes las reformas a las gabelas de las ventas externas de soya, trigo, girasol, maíz y carnes, aunque coincidieron en que serán examinadas en asambleas de millares de agricultores en unos 300 piquetes en rutas de la rica región central del país.
La prolongación de la protesta agraria en Argentina había provocado esta semana una leve alza de precios de la soya en el estratégico mercado de Chicago.
"Corregimos problemas burocráticos en favor de los productores agrarios pequeños y ponemos límites en las retenciones (impuestos a las exportaciones) para permitir que funcionen los mercados a futuro", dijo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en conferencia de prensa en la Casa Rosada.
La nueva batería de medidas fue anunciada para contener la rebelión fiscal de millares de agricultores, en un conflicto que dañó la vitalidad de la economía agrícola en un gran proveedor mundial de alimentos, sacudido por duras huelgas y protestas encabezadas por productores de soja, el principal grano exportable.
El ministro de Economía, Carlos Fernández, intervino en la conferencia para precisar que será reducida la presión fiscal respecto de la anunciada el 11 de marzo pasado, que hizo estallar la mayor huelga agraria de la historia de la nación, una potencia agrícola.
El jefe de Gabinete anunció que los productores pequeños de soya, cuya cosecha está valuada en 2008 en unos 24 mil millones de dólares, recibirán beneficios para poder cobrar reintegros a las exportaciones que les mejoren el precio real de la leguminosa, al bajar el impuesto de 44% a 35 por ciento.
"Estas medidas no resuelven el problema porque los mercados a término no funcionarían y la presión impositiva es la misma", remató Ricardo Buryaile, líder agrario.
Cronología
11 de marzo
Después de dos días de bloqueos a los puertos por parte de los productores agropecuarios en protesta por la prohibición de exportar trigo, el Gobierno anuncia un nuevo esquema de impuestos a las exportaciones de soya, girasol, trigo y maíz, cuya tasa varía en función de los precios internacionales de estos granos.
12 de marzo
Las cuatro entidades que agrupan a unos 350 mil productores agropecuarios de Argentina deciden protestar contra el nuevo esquema impositivo y convocan a una huelga comercial. Entre otras consecuencias, las medidas impiden enviar a los mercados internacionales la producción agropecuaria.
25 de marzo
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pronuncia un duro discurso en el que condena la protesta y rechaza lo que califica como una "extorsión" de parte del sector rural. Sus palabras son mal recibidas por las entidades agropecuarias. En Buenos Aires y las principales ciudades del país se escuchan "cacerolazos" para protestar contra el Gobierno.
25 de mayo
El sector rural convoca a cerca de 300 mil personas en la ciudad de Rosario, Santa Fe, en el Litoral de Argentina, para reclamar la derogación de los impuestos a las exportaciones de granos. Desde la ciudad de Salta, en el Norte, Cristina de Kirchner aboga por un pacto social.
27 de mayo
Las entidades agropecuarias resuelven reanudar sus protestas a partir del 28 de mayo.
28 de mayo
El campo vuelve a no comercializar granos con destino a la exportación. (EFE)