Internacional
Está 'casi extinguido' gigantesco incendio en Puerto Rico
La petrolera está en llamas desde el viernes
SAN JUAN, PUERTO RICO.- El gigantesco incendio en los tanques de un depósito de combustible que estalló hace dos días cerca de San Juan "está casi extinguido'', informó el domingo el jefe interino del Cuerpo de Bomberos, Pedro Vázquez.
Sin embargo, dijo que no podía precisar cuántos tanques de combustible ardían hasta el mediodía del domingo en las instalaciones de la empresa Caribbean Petroleum Corporation, en Bayamón, una localidad contigua a la capital.
"Estamos trabajando todavía... Está casi extinguido en su totalidad'', indicó Vázquez.
A esa hora, la inmensa columna de humo tóxico que amenazó desde el viernes las comunidades aledañas se había reducido considerablemente, y el portavoz de la Junta de Calidad Ambiental, Luis Antonio Ocasio, dijo que en cuanto a la calidad del aire ``el peligro mayor, más significativo, pasó''.
Ocasio precisó que sólo un tanque que contenía 210 mil barriles de combustible para aviones continuaba ardiendo y que se esperaba que el fuego quedara extinguido la misma tarde del domingo.
Más de cien agentes federales ingresaron el domingo por primera vez a las instalaciones del centro de almacenamiento para iniciar una investigación sobre el origen del fuego.
Marcial Orlando Félix, portavoz de la Agencia federal de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF, en inglés), adelantó que la investigación podría alargarse debido a lo amplio de la zona afectada por la emergencia. De los 40 tanques que se encuentran en la instalación, 21 ardieron durante la emergencia.
"Procesar la escena es difícil... Van a tomarse su tiempo'', dijo Félix en entrevista telefónica.
Entre los investigadores, se encuentran algunos especialistas que viajaron de Estados Unidos para colaborar en la pesquisa.
Empleados de la JCA iniciaron las labores de limpieza en la zona, donde restos del combustible quemado, así como de la espuma utilizada para sofocar el fuego llegaron hasta el suelo y cuerpos de agua cercanos.
En el lugar, se hallaron varios patios cubiertos con lo que aparentaba ser aceite, indicó Ana María Ramos, del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
El presidente estadounidense Barack Obama declaró a la isla como zona de emergencia y ordenó que se asigne ayuda federal como apoyo a los esfuerzos de las autoridades puertorriqueñas.
La madrugada del viernes, se desató un incendio en varios tanques de la Caribbean Petroleum Corporation que provocó una explosión que se sintió en la zona metropolitana y otros municipios y causó heridas leves a varios conductores que transitaban por el área al momento de la deflagración.
Tras la explosión, cientos de familias fueron desalojadas de las comunidades cercanas, debido al riesgo de contaminación que suponía la enorme columna de humo negro que provocó el incendio, en el que no se reportaron heridos de consideración.
Las autoridades decretaron un estado de emergencia en los cinco municipios afectados, donde las escuelas no abrieron el viernes, y una instalación del ejército estadounidense que colinda con la Caribbean Petroleum Corporation _una antigua refinería de la petrolera Gulf_ permanecería cerrada como medida preventiva.
El gobierno puertorriqueño estimó que, sólo el primer día, gastó cerca de 6.4 millones de dólares para atender la emergencia.
Sin embargo, dijo que no podía precisar cuántos tanques de combustible ardían hasta el mediodía del domingo en las instalaciones de la empresa Caribbean Petroleum Corporation, en Bayamón, una localidad contigua a la capital.
"Estamos trabajando todavía... Está casi extinguido en su totalidad'', indicó Vázquez.
A esa hora, la inmensa columna de humo tóxico que amenazó desde el viernes las comunidades aledañas se había reducido considerablemente, y el portavoz de la Junta de Calidad Ambiental, Luis Antonio Ocasio, dijo que en cuanto a la calidad del aire ``el peligro mayor, más significativo, pasó''.
Ocasio precisó que sólo un tanque que contenía 210 mil barriles de combustible para aviones continuaba ardiendo y que se esperaba que el fuego quedara extinguido la misma tarde del domingo.
Más de cien agentes federales ingresaron el domingo por primera vez a las instalaciones del centro de almacenamiento para iniciar una investigación sobre el origen del fuego.
Marcial Orlando Félix, portavoz de la Agencia federal de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF, en inglés), adelantó que la investigación podría alargarse debido a lo amplio de la zona afectada por la emergencia. De los 40 tanques que se encuentran en la instalación, 21 ardieron durante la emergencia.
"Procesar la escena es difícil... Van a tomarse su tiempo'', dijo Félix en entrevista telefónica.
Entre los investigadores, se encuentran algunos especialistas que viajaron de Estados Unidos para colaborar en la pesquisa.
Empleados de la JCA iniciaron las labores de limpieza en la zona, donde restos del combustible quemado, así como de la espuma utilizada para sofocar el fuego llegaron hasta el suelo y cuerpos de agua cercanos.
En el lugar, se hallaron varios patios cubiertos con lo que aparentaba ser aceite, indicó Ana María Ramos, del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
El presidente estadounidense Barack Obama declaró a la isla como zona de emergencia y ordenó que se asigne ayuda federal como apoyo a los esfuerzos de las autoridades puertorriqueñas.
La madrugada del viernes, se desató un incendio en varios tanques de la Caribbean Petroleum Corporation que provocó una explosión que se sintió en la zona metropolitana y otros municipios y causó heridas leves a varios conductores que transitaban por el área al momento de la deflagración.
Tras la explosión, cientos de familias fueron desalojadas de las comunidades cercanas, debido al riesgo de contaminación que suponía la enorme columna de humo negro que provocó el incendio, en el que no se reportaron heridos de consideración.
Las autoridades decretaron un estado de emergencia en los cinco municipios afectados, donde las escuelas no abrieron el viernes, y una instalación del ejército estadounidense que colinda con la Caribbean Petroleum Corporation _una antigua refinería de la petrolera Gulf_ permanecería cerrada como medida preventiva.
El gobierno puertorriqueño estimó que, sólo el primer día, gastó cerca de 6.4 millones de dólares para atender la emergencia.