Internacional
Holanda tendrá un Gobierno sustituto
La actual administración pasa a ser dimisionaria y regirá de forma provisional en funciones, sin poder tomar decisiones relevantes
BRUSELAS, BÉLGICA.- Holanda seguirá regida por un Gobierno en funciones hasta las elecciones legislativas del próximo 9 de junio, casi un año antes de lo programado, convocadas tras la caída el pasado fin de semana de la coalición liderada por el democristiano primer ministro, Jan Peter Balkenende.
Más de tres meses en los que el Ejecutivo dimisionario sólo se hará cargo de las cuestiones más urgentes y los partidos estarán en campaña electoral prácticamente continua, con la incógnita de saber si la crisis beneficiará finalmente a la extrema derecha.
La dimisión del Gobierno se produjo el sábado después de que los laboristas del PvdA abandonaran la alianza para manifestar su oposición a atender la petición de la OTAN de que Holanda amplíe su presencia militar en Afganistán hasta 2011.
La retirada del PvdA supone que sus ministros serán sustituidos hasta que se celebren nuevas elecciones por los políticos democristianos del CDA y los calvinistas de CU, los otros dos partidos que componen la coalición gubernamental.
Prioridades y pendientes
La fecha de las elecciones, propuesta por la reina Beatriz al primer ministro saliente, parece demasiado lejana a los observadores holandeses, que temen que algunas normas cruciales que estaban en negociación nunca lleguen a ser aprobadas.
Seguirá adelante la tramitación de la legislación que cuente con un respaldo político mayoritario, pero en la práctica, las objeciones de un solo partido pueden bastar para detener el proceso de aprobación.
Quedarán suspendidas las negociaciones sobre la posible imposición de un impuesto por kilómetro a los usuarios de las carreteras, así como sobre la apertura de las tiendas en domingos en áreas turísticas o las lagunas en la prohibición de fumar en bares.
Tampoco se decidirá hasta que no se forme un nuevo Ejecutivo, si se compran aviones de combate JSF para sustituir a la flota holandesa actual de F16.
Más de tres meses en los que el Ejecutivo dimisionario sólo se hará cargo de las cuestiones más urgentes y los partidos estarán en campaña electoral prácticamente continua, con la incógnita de saber si la crisis beneficiará finalmente a la extrema derecha.
La dimisión del Gobierno se produjo el sábado después de que los laboristas del PvdA abandonaran la alianza para manifestar su oposición a atender la petición de la OTAN de que Holanda amplíe su presencia militar en Afganistán hasta 2011.
La retirada del PvdA supone que sus ministros serán sustituidos hasta que se celebren nuevas elecciones por los políticos democristianos del CDA y los calvinistas de CU, los otros dos partidos que componen la coalición gubernamental.
Prioridades y pendientes
La fecha de las elecciones, propuesta por la reina Beatriz al primer ministro saliente, parece demasiado lejana a los observadores holandeses, que temen que algunas normas cruciales que estaban en negociación nunca lleguen a ser aprobadas.
Seguirá adelante la tramitación de la legislación que cuente con un respaldo político mayoritario, pero en la práctica, las objeciones de un solo partido pueden bastar para detener el proceso de aprobación.
Quedarán suspendidas las negociaciones sobre la posible imposición de un impuesto por kilómetro a los usuarios de las carreteras, así como sobre la apertura de las tiendas en domingos en áreas turísticas o las lagunas en la prohibición de fumar en bares.
Tampoco se decidirá hasta que no se forme un nuevo Ejecutivo, si se compran aviones de combate JSF para sustituir a la flota holandesa actual de F16.