Internacional
Íngrid Betancourt se reunió con sus dos hijos en Bogotá
Betancourt junto con sus hijos, partió a Francia.
Bogotá.- Tras casi siete años de larga y penosa espera, una emocionada Íngrid Betancourt se reunió con sus hijos, que viajaron desde Francia para unirse con su madre que el miércoles fue rescatada por el Ejército Colombiano
desde un campamento de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
Anoche, Íngrid partió hacia Francia junto con su familia y el canciller galo Bernard Kouchner. La ex rehén viajó en el avión que ofreció el Gobierno de Francia y en el que habían arribado, en horas de la mañana, sus hijos Melanie y Lorenzo Delloye.
Betancourt salió del aeropuerto militar Catam en compañía de su madre, Yolanda Pulecio, su esposo Juan Carlos Lecompte, el ex esposo Fabrice Delloye, su hermana Astrid, sus hijos y el propio canciller Kouchner.
“El momento más feliz de toda mi vida es este momento... que estoy con mis niños”, dijo Íngrid en su segundo día de libertad.
Melanie y Lorenzo llegaron a Bogotá a primera hora de la mañana junto a su padre Fabrice Delloye, en un avión oficial proporcionado por el Presidente Nicolas Sarkozy, y los acompañaba Kouchner.
Entre lágrimas y consumida por la emoción, Betancourt no soportó la espera en la pista aérea de la base militar donde aterrizó el avión y subió junto con su madre por las escalinatas del Airbus cuando abrió sus puertas para reunirse dentro de la aeronave con sus hijos.
Betancourt permaneció varios minutos dentro del avión, donde también estaba su hermana Astrid, quien reside en París.
Luego bajó acompañada por su familia, enfrentó los micrófonos dispuestos por los periodistas y exclamó: “El paraíso... eso es algo parecido de lo que estoy sintiendo en este momento, le doy gracias a Dios por este momento tan bello”.
Entre lágrimas Betancourt dijo, abrazando a sus hijos: “Son mi orgullo, mi razón de vivir, mi luz, mi luna, mis estrellas... por ellos seguí con ganas de salir de esa selva, por volverlos a ver''.
Lorenzo, el hijo menor de Betancourt, dijo sentir una confusión de sentimientos al ver a su madre tras su largo cautiverio. “Hemos ganado un combate por la libertad, que es muy preciosa”, comentó en breves palabras.
Betancourt solicitó a los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa que ayuden a restablecer vínculos de amistad, de fraternidad, de confianza, con el presidente Álvaro Uribe”.
Ayudó la Virgen de Guadalupe
También en diálogo con la prensa, Íngrid afirmó que la Virgen de Guadalupe ayudó en el operativo para su liberación y consideró que México puede ayudar para decirle a las FARC que abandonen las armas.
“Para mí la Virgen de Guadalupe, de Lourdes, la de Fátima, es la misma Virgen, pero para nosotros la Virgen de Guadalupe es la nuestra. Yo estoy segura que ella estuvo acá para ayudarnos”.
Betancourt indicó asimismo que “México es una potencia, es muy importante para Colombia todo el apoyo que nos puedan dar para hacer entender a las FARC que la opción de la guerra está acabada y tiene que buscar espacios de diálogos”.
Betancourt partió hacia París cansada pero feliz y bajo fuertes medidas de seguridad.
La ex política se reúne hoy con Sarkozy y en el curso de la próxima semana tendrá un encuentro con el Papa Benedicto XVI.
Anoche, Íngrid partió hacia Francia junto con su familia y el canciller galo Bernard Kouchner. La ex rehén viajó en el avión que ofreció el Gobierno de Francia y en el que habían arribado, en horas de la mañana, sus hijos Melanie y Lorenzo Delloye.
Betancourt salió del aeropuerto militar Catam en compañía de su madre, Yolanda Pulecio, su esposo Juan Carlos Lecompte, el ex esposo Fabrice Delloye, su hermana Astrid, sus hijos y el propio canciller Kouchner.
“El momento más feliz de toda mi vida es este momento... que estoy con mis niños”, dijo Íngrid en su segundo día de libertad.
Melanie y Lorenzo llegaron a Bogotá a primera hora de la mañana junto a su padre Fabrice Delloye, en un avión oficial proporcionado por el Presidente Nicolas Sarkozy, y los acompañaba Kouchner.
Entre lágrimas y consumida por la emoción, Betancourt no soportó la espera en la pista aérea de la base militar donde aterrizó el avión y subió junto con su madre por las escalinatas del Airbus cuando abrió sus puertas para reunirse dentro de la aeronave con sus hijos.
Betancourt permaneció varios minutos dentro del avión, donde también estaba su hermana Astrid, quien reside en París.
Luego bajó acompañada por su familia, enfrentó los micrófonos dispuestos por los periodistas y exclamó: “El paraíso... eso es algo parecido de lo que estoy sintiendo en este momento, le doy gracias a Dios por este momento tan bello”.
Entre lágrimas Betancourt dijo, abrazando a sus hijos: “Son mi orgullo, mi razón de vivir, mi luz, mi luna, mis estrellas... por ellos seguí con ganas de salir de esa selva, por volverlos a ver''.
Lorenzo, el hijo menor de Betancourt, dijo sentir una confusión de sentimientos al ver a su madre tras su largo cautiverio. “Hemos ganado un combate por la libertad, que es muy preciosa”, comentó en breves palabras.
Betancourt solicitó a los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa que ayuden a restablecer vínculos de amistad, de fraternidad, de confianza, con el presidente Álvaro Uribe”.
Ayudó la Virgen de Guadalupe
También en diálogo con la prensa, Íngrid afirmó que la Virgen de Guadalupe ayudó en el operativo para su liberación y consideró que México puede ayudar para decirle a las FARC que abandonen las armas.
“Para mí la Virgen de Guadalupe, de Lourdes, la de Fátima, es la misma Virgen, pero para nosotros la Virgen de Guadalupe es la nuestra. Yo estoy segura que ella estuvo acá para ayudarnos”.
Betancourt indicó asimismo que “México es una potencia, es muy importante para Colombia todo el apoyo que nos puedan dar para hacer entender a las FARC que la opción de la guerra está acabada y tiene que buscar espacios de diálogos”.
Betancourt partió hacia París cansada pero feliz y bajo fuertes medidas de seguridad.
La ex política se reúne hoy con Sarkozy y en el curso de la próxima semana tendrá un encuentro con el Papa Benedicto XVI.