Internacional

Liberales holandeses inician cabildeo para formar coalición

Sus políticas austeras demandarán difíciles negociaciones con otros partidos antes de que puedan formar un Gobierno

AMSTERDAM, HOLANDA (11/JUN/2010).- Los liberales holandeses comenzaron conversaciones informales para formar una coalición, pero sus políticas austeras demandarán difíciles negociaciones con otros partidos antes de que puedan formar un Gobierno y controlar las finanzas.

Las elecciones del miércoles le dieron a los liberales de derecha liderados por Mark Rutte una victoria de un escaño, pero las profundas diferencias políticas con los otros partidos podrían resultar en largas y caóticas negociaciones para formar la coalición, y posiblemente un Gobierno corto.

La elección desbancó al primer ministro de la Democracia Cristiana Jan Peter Balkenende tras ocho años en el cargo. El Partido Libertad de Geert Wilders, de línea anti-inmigración, más que duplicó sus escaños y se convirtió en el tercer mayor grupo parlamentario, lo que le otorgaría un peso crucial en las conversaciones.

Históricamente ha tomado un promedio de 87 días formar un Gobierno holandés tras una elección, pero las largas negociaciones serían malas noticias para inversionistas que apuestan a las reducciones de gastos.

Por ahora, los mercados parecen estar seguros de que emergerá un Gobierno que reduzca los gastos, y el costo de asegurar la deuda del Gobierno holandés y las extensiones de la deuda en sí misma se estrecharon tras la votación.

Con casi todos los votos contados, los liberales tenían 31 escaños en el Parlamento de 150 miembros, contra 30 de los laboristas, que quiere reducciones más lentas y menores para combatir un déficit que se espera llegue a 6.6% del PIB este año.

“El hecho de que el resultado de la elección no entregará una coalición obvia aumenta las probabilidades de un proceso de formación más extenso”, dijo Maureen Schuller, de Estrategia de Crédito ING.

PERFIL

Xenófobo populista

Geert Wilders


El líder populista de la derecha xenófoba holandesa, tiene el verbo fácil y maneja un lenguaje castizo que desarma a sus oponentes. Habla de las necesidades y temores de “Henk e Ingrid” (el equivalente a ‘Pepe’ y ‘María’), como si fuera el confidente del holandés medio que la pareja representa.

Una vez comparó el Islam con “El caballo de Troya de Europa, que desbocado, acabará por crear Eurabia”. Sin perder la compostura, y supera los 1.80 metros de altura, también ha hecho confidencias en voz alta. Educado en el catolicismo al sur del país, se declara ateo. Pero con claras preferencias teológicas. “Los cristianos son mis aliados. Sepan que no odio a los musulmanes, sino el Islam”, tal vez sea una de sus letanías más famosas.

Convertido en la tercera fuerza nacional tras las elecciones, parece que su mensaje ha calado hondo. El pasado miércoles le votaron 1.5 millones de personas por haber prometido “menos Islam y menos inmigrantes pobres o musulmanes”.

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