Internacional
Liberan a menonita encerrado en una jaula por tres meses en Bolivia
El muchacho prisonero dijo que su padre pretendía mantenerlo encerrado durante un año en una jaula de 1.8 x 1.5 metros
LA PAZ, BOLIVIA (13/JUL/2012).- Un joven de 22 años fue liberado tras permanecer encerrado por su padre en una jaula durante tres meses por "mal comportamiento", en un caso de reincidencia ocurrido en una colonia menonita del este de Bolivia, informó este viernes un diario local.
El muchacho, Johan Knelsen, dijo al diario El Deber, de la ciudad de Santa Cruz, donde aconteció el hecho, que su padre pretendía mantenerlo encerrado durante un año en una jaula de 1.8 por 1.5 metros.
"Estoy aquí desde hace tres meses y una semana. Ellos quieren que esté un año, pero yo no quiero, quiero salir", manifestó Johan Knelsen al rotativo antes de ser liberado.
El fiscal Guillermo Alonso Claros, del poblado de Cotoca en el departamento de Santa Cruz, junto a la policía y un abogado intervinieron la colonia Bélice de la comunidad religiosa, proveniente de México, y procedió a liberar a Knelsen, quien estaba encerrado en una jaula metálica dentro de su propia casa.
Claros abrió de inmediato causa por el delito de privación de libertad.
El cotidiano, que desplegó una docena de fotografías del operativo policial-judicial, mostró la jaula metálica donde Knelsen dormía, apenas sentado en el habitáculo cubierto por una sábana.
Knelsen relató que fue sancionado por su padre por ir "a trabajar con una cosechadora donde un brasileño", mientras el diario acotó que él usaba teléfono celular y escuchaba música, prácticas prohibidas por los líderes religiosos.
El joven sufrió un castigo igual en junio del año pasado, cuando también fue liberado por la fiscalía.
Miles de menonitas viven en poblados de esta región boliviana, generalmente aislados, dedicados a la agricultura y ganadería.
Esta comunidad, que procede de México, Canadá y Paraguay, fue sacudida en los últimos años por revelarse que varios hombres usaban narcóticos para violar a mujeres de su propio colectivo, por lo que siete de ellos fueron sentenciados en agosto pasado, a 25 años de cárcel sin derecho a indulto.
El muchacho, Johan Knelsen, dijo al diario El Deber, de la ciudad de Santa Cruz, donde aconteció el hecho, que su padre pretendía mantenerlo encerrado durante un año en una jaula de 1.8 por 1.5 metros.
"Estoy aquí desde hace tres meses y una semana. Ellos quieren que esté un año, pero yo no quiero, quiero salir", manifestó Johan Knelsen al rotativo antes de ser liberado.
El fiscal Guillermo Alonso Claros, del poblado de Cotoca en el departamento de Santa Cruz, junto a la policía y un abogado intervinieron la colonia Bélice de la comunidad religiosa, proveniente de México, y procedió a liberar a Knelsen, quien estaba encerrado en una jaula metálica dentro de su propia casa.
Claros abrió de inmediato causa por el delito de privación de libertad.
El cotidiano, que desplegó una docena de fotografías del operativo policial-judicial, mostró la jaula metálica donde Knelsen dormía, apenas sentado en el habitáculo cubierto por una sábana.
Knelsen relató que fue sancionado por su padre por ir "a trabajar con una cosechadora donde un brasileño", mientras el diario acotó que él usaba teléfono celular y escuchaba música, prácticas prohibidas por los líderes religiosos.
El joven sufrió un castigo igual en junio del año pasado, cuando también fue liberado por la fiscalía.
Miles de menonitas viven en poblados de esta región boliviana, generalmente aislados, dedicados a la agricultura y ganadería.
Esta comunidad, que procede de México, Canadá y Paraguay, fue sacudida en los últimos años por revelarse que varios hombres usaban narcóticos para violar a mujeres de su propio colectivo, por lo que siete de ellos fueron sentenciados en agosto pasado, a 25 años de cárcel sin derecho a indulto.