Internacional

Lula afirma que sanciones fueron aprobadas por quienes creen en la fuerza

El mandatario brasileño, afirmó que la nueva pena fue impuesta por quienes no creen en el diálogo

BRASILIA, BRASIL (09/JUN/2010).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país votó hoy en contra de las sanciones contra Irán aprobadas en el Consejo de Seguridad de la ONU, afirmó que la nueva pena fue impuesta por "quienes creen en la fuerza" y no en el diálogo.

Lula consideró que el Consejo de Seguridad de la ONU, al aprobar las nuevas sanciones contra Irán por las sospechas que existen en torno a su programa nuclear, "perdió una oportunidad histórica", que también podría haber servido para "discutir el desarme de quienes sí tienen armas atómicas".

Recordó que el acuerdo que Brasil y Turquía alcanzaron con Irán el pasado 17 de mayo para el intercambio de uranio poco enriquecido por combustible nuclear había generado un terreno propicio para retomar el diálogo, que fue ignorado por las grandes potencias.

La Declaración de Teherán, que recogió ese acuerdo, "daba una oportunidad para negociar y ellos, los que aprobaron las sanciones, probaron que en realidad no querían negociar", declaró el presidente brasileño a periodistas.

Según Lula, la aprobación de las sanciones supone "un episodio que debilita al Consejo de Seguridad de la ONU", que Brasil propone "reformar desde hace 17 años, porque ya no representa más la realidad política del mundo".

Lula reiteró su opinión de que "la geografía económica y política del mundo ha cambiado" y que la ONU debe "dar más representatividad a América Latina, a África, a Asia y a otros países que no están" en el Consejo de Seguridad.

En ese contexto, volvió a lamentar que "los señores que son dueños del mundo no quieran democratizar a la ONU".

La nueva ronda de sanciones contra Irán fue aprobada hoy con el voto favorable de doce países, el rechazo de Brasil y Turquía y la abstención del Líbano.

Así como Lula, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, lamentó la decisión, que consideró "apresurada" tras el acuerdo alcanzado en Teherán en mayo pasado.

"Después del acuerdo hubo como prisa por aprobar la resolución", dijo Amorim ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.

El canciller se preguntó "¿por qué esa prisa?", y sostuvo de inmediato que se debió a que "había una creciente opinión en la comunidad internacional que cada vez veía más los méritos de la Declaración de Teherán" y podía obstaculizar las sanciones.

En opinión de Amorim, el hecho de que el pedido formal para que el Consejo de Seguridad discutiera las sanciones haya sido entregado por Estados Unidos al día siguiente de anunciado el acuerdo en la capital iraní "no dio tiempo para nada".

El ministro brasileño sostuvo que "ni siquiera hubo tiempo para discutir eventuales modificaciones al acuerdo" ni le fue dada a Irán "la oportunidad de decir esto o aquello lo puedo cambiar".

Reiteró además que el único interés de Brasil al terciar en el conflicto era "buscar una solución negociada" e impedir sanciones, que "repercutirán en las capas más pobres" de la sociedad iraní.

Amorim, que escuchó duras críticas de diputados de oposición por la actuación del Gobierno en el conflicto, también reiteró hoy que Brasil, como integrante de la ONU y miembro no permanente del Consejo de Seguridad, acatará las sanciones impuestas, pese a que no comparte la decisión.

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