Internacional

Piden a FARC evitar declaraciones ambiguas frente a secuestros

Una integrante del equipo negociador de las FARC aseguró que tienen ''prisioneros de guerra'' que aspira a canjear con el gobierno colombiano

BOGOTÁ, COLOMBIA (04/DIC/2012).- El jefe del equipo negociador del gobierno colombiano, Humberto de la Calle, pidió hoy a las guerrilleras FARC que eviten declaraciones ambiguas sobre el tema de los secuestrados que están en poder rebelde.

"Las FARC tienen que responder a las víctimas, no deben realizar pronunciamientos ambiguos", afirmó el jefe negociador antes de viajar a La Habana para iniciar mañana martes la segunda ronda de diálogos de paz con el grupo guerrillero.

Esta semana, una integrante del equipo negociador de las FARC aseguró que el grupo guerrillero tiene "prisioneros de guerra" que aspira a canjear con el gobierno colombiano, pero otro jefe rebelde desmintió dichas declaraciones.

"No es el diálogo para prolongar el conflicto; es el diálogo para terminar el conflicto", reiteró el jefe de la delegación de negociadores del gobierno de Santos.

Los equipos negociadores del gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reanudarán mañana miércoles el proceso de pláticas con el tema agrario, primer punto de la agenda que acordaron las partes.

Esta semana, el presidente Juan Manuel Santos calificó como positiva la primera ronda de negociaciones en La Habana, y dijo que la fecha limite para lograr un acuerdo de paz con las FARC es noviembre de 2013.

Buen balance de primera ronda

Aunque previamente también habían asegurado que ninguna de sus estructuras militares mantenía a civiles secuestrados, a finales de noviembre esa guerrilla entregó a la Cruz Roja Internacional a cuatro ciudadanos chinos que permanecieron retenidos durante 17 meses en una zona selvática del sur de Colombia.

En el inicio de la primera fase de la negociación, las FARC, diezmadas por una ofensiva en la que han muerto varios de sus más importantes comandantes mientras que miles de combatientes han desertado, declararon un cese unilateral de hostilidades por dos meses, el primero en más de una década, una decisión para facilitar el proceso.

Sin embargo, el Gobierno de Bogotá ratificó su decisión de mantener las operaciones contra la guerrilla y anunció que un cese al fuego sólo se dará al final del proceso de paz, si resulta exitoso.

Aunque pasaron de 17 mil combatientes a unos nueve mil en la actualidad y fueron obligadas a replegarse a apartadas zonas selváticas y montañosas por la ofensiva militar en su contra, las FARC aún mantienen la capacidad de realizar ataques de gran impacto, inclusive en los centros urbanos.

El Gobierno y las FARC concluyeron la semana pasada en La Habana la primera ronda de las conversaciones sin lograr un acuerdo concreto.

Sin embargo, la ronda fue calificada de exitosa por líderes de ese grupo rebelde, mientras que el presidente Juan Manuel Santos dijo que el balance fue positivo.

Las partes abordan actualmente el tema del desarrollo agrario, que incluye acceso y uso de la tierra, programas de desarrollo con enfoque territorial, infraestructura y adecuación de tierras, desarrollo social (salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza), estímulo a la producción agropecuaria y sistema de seguridad alimentaria.

Bajo el principio de "nada está acordado hasta que todo esté acordado", el Gobierno y las FARC deberán hablar luego sobre garantías para el ejercicio de la oposición política, fin del conflicto, lucha contra el narcotráfico y la compensación a las víctimas.

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