Internacional
Protestas continúan en Brasil, pese a diálogo
Miles de ciudadanos salen a las calles, a pesar de que Dilma Rousseff propuso canalizar 100% de las regalías petroleras a la educación
RÍO DE JANEIRO, BRASIL (23/JUN/2013).- Las manifestaciones que sacuden a Brasil desde la semana pasada prosiguieron ayer, con protestas en unas 20 ciudades, pese al diálogo propuesto por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en un pronunciamiento a la nación.
Ni el pronunciamiento en que propuso un pacto nacional para mejorar los servicios públicos ni la reducción de las tarifas de transporte público en las mayores ciudades, que era la reivindicación inicial de los manifestantes, convencieron a los brasileños a cesar sus movilizaciones.
El compromiso de Rousseff de atender a las demandas planteadas en las grandes manifestaciones en internet no pareció convencer a los usuarios de las redes sociales, que lanzaron comentarios como “Dilma nos trata de idiotas en cadena nacional”.
“Queremos fecha y hora. Acción. Promesas no son suficientes”, escribió otra.
Las protestas, sin embargo, perdieron intensidad con respecto a las registradas el pasado jueves, cuando cerca de 1.2 millones de brasileños salieron a la calle en un centenar de ciudades para exigir mejores servicios públicos, condenar la corrupción y criticar los altos gastos del Gobierno con el Mundial de Futbol de 2014.
La mayor manifestación congregó a cerca de 65 mil personas en Belo Horizonte para criticar el despilfarro de recursos y los supuestos desvíos en la construcción de los estadios exigidos por la FIFA para que Brasil organice el Mundial y la Copa Confederaciones, que comenzó la semana pasada.
Además de menos numerosas, las protestas tuvieron objetivos específicos, al contrario de las anteriores en que las reivindicaciones eran variadas y algunas hasta contradictorias.
Así como en Belo Horizonte el blanco de la protesta fueron las inversiones públicas en el Mundial, en Sao Paulo se propuso criticar un proyecto de ley que pretende reducir el poder de investigación del Ministerio Público, y en Brasilia tuvo el objetivo de reivindicar derechos de la mujer.
Las únicas con incidentes fueron las de Belo Horizonte y Salvador, en que se disputaron partidos por la Copa Confederaciones. La Policía de Belo Horizonte utilizó bombas de gas lacrimógeno para dispersar a quienes insistía en llegar al estadio.
Mientras, un grupo de manifestantes brasileños acampó cerca de la residencia del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y repartió rebanadas de pastel a los policías que les impiden el paso, en un gesto de amistad con las fuerzas de seguridad.
Con información de EFE y Notimex
ACTIVISTAS. CADA CRUZ REPRESENTA A MIL PERSONAS ASESINADAS
Patean 500 balones en Copacabana, por víctimas
La organización no gubernamental Río de Paz, que lucha contra la violencia en Río de Janeiro se unió a las protestas que sacuden desde la semana pasada a todo Brasil por mejores servicios públicos con la exhibición de 500 balones pintados con cruces en Copacabana, una de las playas más famosas de Brasil. Pintados con cruces rojas representan las 500 mil personas asesinadas en los últimos 10 años en Brasil, según la ONG, que se caracteriza por este tipo de inusitadas y llamativas protestas.
Ni el pronunciamiento en que propuso un pacto nacional para mejorar los servicios públicos ni la reducción de las tarifas de transporte público en las mayores ciudades, que era la reivindicación inicial de los manifestantes, convencieron a los brasileños a cesar sus movilizaciones.
El compromiso de Rousseff de atender a las demandas planteadas en las grandes manifestaciones en internet no pareció convencer a los usuarios de las redes sociales, que lanzaron comentarios como “Dilma nos trata de idiotas en cadena nacional”.
“Queremos fecha y hora. Acción. Promesas no son suficientes”, escribió otra.
Las protestas, sin embargo, perdieron intensidad con respecto a las registradas el pasado jueves, cuando cerca de 1.2 millones de brasileños salieron a la calle en un centenar de ciudades para exigir mejores servicios públicos, condenar la corrupción y criticar los altos gastos del Gobierno con el Mundial de Futbol de 2014.
La mayor manifestación congregó a cerca de 65 mil personas en Belo Horizonte para criticar el despilfarro de recursos y los supuestos desvíos en la construcción de los estadios exigidos por la FIFA para que Brasil organice el Mundial y la Copa Confederaciones, que comenzó la semana pasada.
Además de menos numerosas, las protestas tuvieron objetivos específicos, al contrario de las anteriores en que las reivindicaciones eran variadas y algunas hasta contradictorias.
Así como en Belo Horizonte el blanco de la protesta fueron las inversiones públicas en el Mundial, en Sao Paulo se propuso criticar un proyecto de ley que pretende reducir el poder de investigación del Ministerio Público, y en Brasilia tuvo el objetivo de reivindicar derechos de la mujer.
Las únicas con incidentes fueron las de Belo Horizonte y Salvador, en que se disputaron partidos por la Copa Confederaciones. La Policía de Belo Horizonte utilizó bombas de gas lacrimógeno para dispersar a quienes insistía en llegar al estadio.
Mientras, un grupo de manifestantes brasileños acampó cerca de la residencia del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y repartió rebanadas de pastel a los policías que les impiden el paso, en un gesto de amistad con las fuerzas de seguridad.
Con información de EFE y Notimex
ACTIVISTAS. CADA CRUZ REPRESENTA A MIL PERSONAS ASESINADAS
Patean 500 balones en Copacabana, por víctimas
La organización no gubernamental Río de Paz, que lucha contra la violencia en Río de Janeiro se unió a las protestas que sacuden desde la semana pasada a todo Brasil por mejores servicios públicos con la exhibición de 500 balones pintados con cruces en Copacabana, una de las playas más famosas de Brasil. Pintados con cruces rojas representan las 500 mil personas asesinadas en los últimos 10 años en Brasil, según la ONG, que se caracteriza por este tipo de inusitadas y llamativas protestas.