Internacional
Recuerdan accidente ferroviario en Argentina
Familiares de las 51 víctimas fatales y sobrevivientes se reunieron en la plataforma de la estación para exigir justicia
BUENOS AIRES, ARGENTINA (22/FEB/2013).- Los familiares de las 51 víctimas fatales y sobrevivientes del choque de un tren de pasajeros hace un año que puso de manifiesto la corrupción en el sistema ferroviario argentino se reunieron el viernes en la plataforma de la estación para exigir justicia.
Los deudos conmemoraron a los muertos con una sirena ferroviaria seguida de un minuto de silencio en la estación Once de esta capital. Miles de pasajeros que llegaron desde otras plataformas se les unieron, aplaudiéndoles y gritando "¡Justicia!"
Los familiares de víctimas y sobrevivientes dijeron que su manifestación no tenía fines políticos, pero la presidenta Cristina Fernández fue blanco de críticas luego de que no ofreció disculpas por el deterioro del sistema ferroviario durante su gobierno. Dos ex secretarios de transporte figuran entre los 28 acusados por el accidente, que fue atribuido a una combinación de frenos averiados, equipos anticuados y mantenimiento insuficiente de los vagones, que se aplastaron entre sí cuando el convoy embistió el parachoques de la estación a una velocidad de apenas 20 kilómetros por hora.
Un padre dijo que "esto no fue una fatalidad ni una accidente, sino un crimen social largamente anunciado".
La tragedia planteó un desafío político para Fernández, que jamás se disculpó por ninguna falla de su gobierno pese a un informe del auditor general de la nación que detalló una corrupción sistemática en el sistema ferroviario. El jueves por la noche ofreció "un abrazo de solidaridad a las familias".
El gesto fue desestimado el viernes por las familias reunidas en la estación del Once. Muchos gritaron improperios cuando se invocó el nombre de la presidenta. Nora Cortiñas, cofundadora del grupo Madres de la Plaza de Mayo, se presentó y dijo que no estaba de acuerdo con las palabras de la presidenta. Dijo que ella también se sentía víctima del choque y que sólo la condena de los responsables podía causar algún alivio.
"Esta fue una tragedia previsible que involucra a dos ex funcionarios de este gobierno", afirmó Paolo Menghini, cuyo hijo Lucas fue la última víctima en ser extraída de entre los restos del tren. "No necesitamos más condolencias. Necesitamos que este gobierno asuma finalmente sus responsabilidades".
Fernández ha prometido nuevos trenes de fabricación china con televisores y aire acondicionado. Pero Menghini replicó que "la línea de Sarmiento tiene que llegar segura, a tiempo, sin pasajeros muertos. Cuando esto se cumpla podremos decir que el gobierno está cumpliendo con sus responsabilidades".
Los familiares cerraron su homenaje exhortando a los argentinos a participar en una protesta masiva el viernes por la tarde frente al palacio presidencial.
Los deudos conmemoraron a los muertos con una sirena ferroviaria seguida de un minuto de silencio en la estación Once de esta capital. Miles de pasajeros que llegaron desde otras plataformas se les unieron, aplaudiéndoles y gritando "¡Justicia!"
Los familiares de víctimas y sobrevivientes dijeron que su manifestación no tenía fines políticos, pero la presidenta Cristina Fernández fue blanco de críticas luego de que no ofreció disculpas por el deterioro del sistema ferroviario durante su gobierno. Dos ex secretarios de transporte figuran entre los 28 acusados por el accidente, que fue atribuido a una combinación de frenos averiados, equipos anticuados y mantenimiento insuficiente de los vagones, que se aplastaron entre sí cuando el convoy embistió el parachoques de la estación a una velocidad de apenas 20 kilómetros por hora.
Un padre dijo que "esto no fue una fatalidad ni una accidente, sino un crimen social largamente anunciado".
La tragedia planteó un desafío político para Fernández, que jamás se disculpó por ninguna falla de su gobierno pese a un informe del auditor general de la nación que detalló una corrupción sistemática en el sistema ferroviario. El jueves por la noche ofreció "un abrazo de solidaridad a las familias".
El gesto fue desestimado el viernes por las familias reunidas en la estación del Once. Muchos gritaron improperios cuando se invocó el nombre de la presidenta. Nora Cortiñas, cofundadora del grupo Madres de la Plaza de Mayo, se presentó y dijo que no estaba de acuerdo con las palabras de la presidenta. Dijo que ella también se sentía víctima del choque y que sólo la condena de los responsables podía causar algún alivio.
"Esta fue una tragedia previsible que involucra a dos ex funcionarios de este gobierno", afirmó Paolo Menghini, cuyo hijo Lucas fue la última víctima en ser extraída de entre los restos del tren. "No necesitamos más condolencias. Necesitamos que este gobierno asuma finalmente sus responsabilidades".
Fernández ha prometido nuevos trenes de fabricación china con televisores y aire acondicionado. Pero Menghini replicó que "la línea de Sarmiento tiene que llegar segura, a tiempo, sin pasajeros muertos. Cuando esto se cumpla podremos decir que el gobierno está cumpliendo con sus responsabilidades".
Los familiares cerraron su homenaje exhortando a los argentinos a participar en una protesta masiva el viernes por la tarde frente al palacio presidencial.