Internacional
Rousseff analizará situación de mujer iraní condenada a muerte
El fiscal general del Estado y portavoz del Poder Judicial iraní, Gholam Husein Mohseni Ejei, negó hoy que haya sido suspendida la pena de muerte impuesta a la detenida
BRASILIA, BRASIL (17/ENE/2011).- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, analizará mañana el contenido de la carta enviada por la diputada iraní Zohre Elahian sobre la situación de Shakiné Mohammadi Ashtiani, una mujer condenada a pena de muerte en el país persa, informó hoy una fuente oficial.
Rousseff y el asesor especial de Asuntos Internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García, se reunirán mañana para leer y analizar la carta que fue recibida hoy por el Ministerio de Relaciones Exteriores, según relató el servicio estatal de noticias Agencia Brasil.
A pesar de no dar detalles sobre el contenido de la carta, la Cancillería brasileña indicó que la comunicación fue traducida del inglés al portugués y remitida a la Presidencia.
La televisión iraní en inglés PressTV y la agencia de noticias estudiantil Isna citaron hoy la carta de Elahian, presidenta de la comisión de derechos humanos en el Parlamento iraní, a la mandataria brasileña, en la que de manera confusa se daba a entender que la condena a la horca había sido dejada en suspenso.
En la misiva, Zohre Elahian, presidenta de la comisión de derechos humanos en el Parlamento iraní afirma que la condena a muerte contra Ashtianí "está aún en suspenso".
No obstante, el fiscal general del Estado y portavoz del Poder Judicial iraní, Gholam Husein Mohseni Ejei, negó hoy que haya sido suspendida la pena de muerte impuesta a la mujer.
En declaraciones a la agencia de noticias estatal Irna, Ejei insistió en que el proceso todavía está en curso y no ha habido novedades.
Ashtianí, de 43 años, fue condenada en 2006 a morir lapidada por el delito de adulterio y a perecer en la horca por la acusación de haber colaborado en el asesinato de su marido con ayuda de su amante en 2004.
El predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, ofreció asilo a Ashtiní el pasado junio, lo que creó ciertos problemas en la cercana relación entre los dos países.
Su caso salió de nuevo a la luz pública en el verano de 2010, después de que uno de sus abogados afirmara que había agotado todos los recursos y que la mujer sería apedreada hasta la muerte.
Sus palabras levantaron una oleada de protestas y solidaridad en todo el mundo, que obligó al Gobierno iraní a recular y reiterar que la sentencia no era firme, lo que destapó las desavenencias en el seno del régimen.
En septiembre, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, afirmó que el proceso esta en curso y que la sentencia no era firme.
Rousseff y el asesor especial de Asuntos Internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García, se reunirán mañana para leer y analizar la carta que fue recibida hoy por el Ministerio de Relaciones Exteriores, según relató el servicio estatal de noticias Agencia Brasil.
A pesar de no dar detalles sobre el contenido de la carta, la Cancillería brasileña indicó que la comunicación fue traducida del inglés al portugués y remitida a la Presidencia.
La televisión iraní en inglés PressTV y la agencia de noticias estudiantil Isna citaron hoy la carta de Elahian, presidenta de la comisión de derechos humanos en el Parlamento iraní, a la mandataria brasileña, en la que de manera confusa se daba a entender que la condena a la horca había sido dejada en suspenso.
En la misiva, Zohre Elahian, presidenta de la comisión de derechos humanos en el Parlamento iraní afirma que la condena a muerte contra Ashtianí "está aún en suspenso".
No obstante, el fiscal general del Estado y portavoz del Poder Judicial iraní, Gholam Husein Mohseni Ejei, negó hoy que haya sido suspendida la pena de muerte impuesta a la mujer.
En declaraciones a la agencia de noticias estatal Irna, Ejei insistió en que el proceso todavía está en curso y no ha habido novedades.
Ashtianí, de 43 años, fue condenada en 2006 a morir lapidada por el delito de adulterio y a perecer en la horca por la acusación de haber colaborado en el asesinato de su marido con ayuda de su amante en 2004.
El predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, ofreció asilo a Ashtiní el pasado junio, lo que creó ciertos problemas en la cercana relación entre los dos países.
Su caso salió de nuevo a la luz pública en el verano de 2010, después de que uno de sus abogados afirmara que había agotado todos los recursos y que la mujer sería apedreada hasta la muerte.
Sus palabras levantaron una oleada de protestas y solidaridad en todo el mundo, que obligó al Gobierno iraní a recular y reiterar que la sentencia no era firme, lo que destapó las desavenencias en el seno del régimen.
En septiembre, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, afirmó que el proceso esta en curso y que la sentencia no era firme.