Internacional
Sin patria más de 12 millones de personas: ACNUR
La nacionalidad no debe ser vista sólo desde el aspecto jurídico
GINEBRA, SUIZA (25/AGO/2011).- Más de 12 millones de personas son consideradas como apátridas, sin patria, pasaporte o algún otro documento que dé fe de su existencia, denunció hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR).
La denuncia fue hecha en el lanzamiento por ACNUR de la campaña para concientizar a los estados y a la opinión pública sobre este problema que acarrea falta de acceso a educación, vivienda, empleo, y servicios de salud. Los denominados apátridas viven en un limbo legal, enfrentan problemas para abrir una cuenta de banco, comprar bienes incluso para casarse o registrar a sus hijos que la mayoría de las veces comparten el mismo destino: son invisibles.
La campaña fue lanzada con motivo del 50 aniversario de la entrada en vigor de la Convención sobre Apátridas que se celebra el próximo 30 de agosto.
El ACNUR considera que la nacionalidad no sólo debe ser vista como un tema jurídico sino también como un problema de derechos humanos, por lo que promueve que más países se adhieran a la Convención para reducir los casos de apátridia. El documento contempla que una persona obtenga la nacionalidad del país donde se nace, independientemente de la nacionalidad de los padres.
Los apátridas son las personas "más marginadas en el mundo", en muchos casos pertenecen a colectivos que han sido discriminados por generaciones, como es el caso de miles de gitanos en Europa.
En los últimos tiempos la condición de apátrida se debe principalmente a la formación de nuevos estados -como el caso reciente de Sudán del Sur- la transferencia de territorios o el cambio de fronteras, dijo en rueda de prensa el responsable de la Unidad de Apátridas del ACNUR, Mark Manly.
Manly recordó el drama vivido en la década de 1990, cuando desapareció la Unión Soviética, Yugoslavia y Checoslovaquia a consecuencia de la caída del bloque soviético.
Para ACNUR el problema prevalece en gran medida por la falta de voluntad de los estados, ya que de los 193 miembros de la ONU, 66 han adoptado la Convención sobre personas apátridas y solamente 38 lo han ratificado. "Después de 50 años, estos convenios han atraído a sólo un pequeño número de estados'', subrayó Guterres, quien llamó a los gobiernos a actuar sobre un problema de efectos devastadores que pasa desapercibido.
"Es una vergüenza que millones de personas viven sin una nacionalidad, un derecho humano fundamental", lamentó ACNUR.
La denuncia fue hecha en el lanzamiento por ACNUR de la campaña para concientizar a los estados y a la opinión pública sobre este problema que acarrea falta de acceso a educación, vivienda, empleo, y servicios de salud. Los denominados apátridas viven en un limbo legal, enfrentan problemas para abrir una cuenta de banco, comprar bienes incluso para casarse o registrar a sus hijos que la mayoría de las veces comparten el mismo destino: son invisibles.
La campaña fue lanzada con motivo del 50 aniversario de la entrada en vigor de la Convención sobre Apátridas que se celebra el próximo 30 de agosto.
El ACNUR considera que la nacionalidad no sólo debe ser vista como un tema jurídico sino también como un problema de derechos humanos, por lo que promueve que más países se adhieran a la Convención para reducir los casos de apátridia. El documento contempla que una persona obtenga la nacionalidad del país donde se nace, independientemente de la nacionalidad de los padres.
Los apátridas son las personas "más marginadas en el mundo", en muchos casos pertenecen a colectivos que han sido discriminados por generaciones, como es el caso de miles de gitanos en Europa.
En los últimos tiempos la condición de apátrida se debe principalmente a la formación de nuevos estados -como el caso reciente de Sudán del Sur- la transferencia de territorios o el cambio de fronteras, dijo en rueda de prensa el responsable de la Unidad de Apátridas del ACNUR, Mark Manly.
Manly recordó el drama vivido en la década de 1990, cuando desapareció la Unión Soviética, Yugoslavia y Checoslovaquia a consecuencia de la caída del bloque soviético.
Para ACNUR el problema prevalece en gran medida por la falta de voluntad de los estados, ya que de los 193 miembros de la ONU, 66 han adoptado la Convención sobre personas apátridas y solamente 38 lo han ratificado. "Después de 50 años, estos convenios han atraído a sólo un pequeño número de estados'', subrayó Guterres, quien llamó a los gobiernos a actuar sobre un problema de efectos devastadores que pasa desapercibido.
"Es una vergüenza que millones de personas viven sin una nacionalidad, un derecho humano fundamental", lamentó ACNUR.