Internacional
Surcoreanos dicen adiós a parientes norcoreanos
Para muchos coreanos separados por la guerra, esta sea quizá la última vez que se vean
SEUL, COREA DEL SUR (22/FEB/2014).- Mientras su hija norcoreana lloraba el sábado, el surcoreano Park Un-hyeong, de 93 años, intentaba consolarla antes de subir al autobús que lo llevaría hacia el Sur por la frontera más armada del mundo después de pasar tres días con ella en el Norte.
Para Park y decenas de otros coreanos que participaron en estas reuniones extraordinarias de familias a las que separó la guerra de Corea, posiblemente sea la última vez que se vean unos a otros.
"No deberías llorar en este día positivo", decía Park a su hija, Pak Myung Ok, de 68 años, mientras se disponía a partir del lugar turístico norcoreano que fue escenario del primer encuentro entre parientes norcoreanos y surcoreanos en más de tres años, según informaciones del centro de prensa surcoreano.
"Podremos volver a reunirnos pronto. Confía en tu padre, mantente saludable y vive bien", afirmó.
En otra escena conmovedora, una mujer surcoreana de 84 años, Lee Oh-hwan, casi no podía respirar de tanto llorar y fue atendida de inmediato por un equipo médico.
Su hermana norcoreana, Ri Ok Bin, de 72 años, intentaba calmarla, mientras le decía con voz quejosa que no se fuera a enfermar.
Una y otra vez, escenas similares se repitieron a medida que 80 adultos mayores surcoranos se despedían de sus parientes norcoreanos. Lloraban, se sostenían de las manos, se acariciaban la cara, se tomaban fotografías e intentaban convencerse de que se encontrarían una vez más.
El gobierno democrático de Corea del Sur y el régimen autoritario de Corea del Norte comparten el mismo tipo de discurso sobre una posible reunificación de ambos países, y muchos coreanos ordinarios han expresado su anhelo por que llegue ese día.
Sin embargo, debido a la casi continua animosidad y ocasional derramamiento de sangre desde la conclusión de la guerra que duró tres años mediante un inestable armisticio suscrito en 1953, muchos analistas consideran esa eventualidad una posibilidad distante.
Las reuniones continuarán con la llegada el domingo de un grupo de 360 surcoreanos que se encontrarán con sus parientes norcoreanos a los que no han visto durante seis décadas. La segunda y última ronda de estos reencuentros concluirá el martes, de acuerdo a lo programado.
Para Park y decenas de otros coreanos que participaron en estas reuniones extraordinarias de familias a las que separó la guerra de Corea, posiblemente sea la última vez que se vean unos a otros.
"No deberías llorar en este día positivo", decía Park a su hija, Pak Myung Ok, de 68 años, mientras se disponía a partir del lugar turístico norcoreano que fue escenario del primer encuentro entre parientes norcoreanos y surcoreanos en más de tres años, según informaciones del centro de prensa surcoreano.
"Podremos volver a reunirnos pronto. Confía en tu padre, mantente saludable y vive bien", afirmó.
En otra escena conmovedora, una mujer surcoreana de 84 años, Lee Oh-hwan, casi no podía respirar de tanto llorar y fue atendida de inmediato por un equipo médico.
Su hermana norcoreana, Ri Ok Bin, de 72 años, intentaba calmarla, mientras le decía con voz quejosa que no se fuera a enfermar.
Una y otra vez, escenas similares se repitieron a medida que 80 adultos mayores surcoranos se despedían de sus parientes norcoreanos. Lloraban, se sostenían de las manos, se acariciaban la cara, se tomaban fotografías e intentaban convencerse de que se encontrarían una vez más.
El gobierno democrático de Corea del Sur y el régimen autoritario de Corea del Norte comparten el mismo tipo de discurso sobre una posible reunificación de ambos países, y muchos coreanos ordinarios han expresado su anhelo por que llegue ese día.
Sin embargo, debido a la casi continua animosidad y ocasional derramamiento de sangre desde la conclusión de la guerra que duró tres años mediante un inestable armisticio suscrito en 1953, muchos analistas consideran esa eventualidad una posibilidad distante.
Las reuniones continuarán con la llegada el domingo de un grupo de 360 surcoreanos que se encontrarán con sus parientes norcoreanos a los que no han visto durante seis décadas. La segunda y última ronda de estos reencuentros concluirá el martes, de acuerdo a lo programado.