Internacional
Trasladan a presos cubanos cerca de sus familias
Las transferencia fueron negociadas por el gobierno cubano y el arzobispo de la Habana
LA HABANA, CUBA (01/JUN/2010).- La Iglesia Católica de Cuba confirmó este martes el traslado de seis presos políticos a sus lugares de residencia, como resultado del diálogo que entabló con el Gobierno de Raúl Castro, según una nota del Arzobispado de La Habana.
Los presos reubicados son Félix Navarro, Antonio Díaz, Diosdado González, Iván Hernández, José Luis García Paneque y Arnaldo Ramos, que forman parte de los 53 opositores que aún permanecen en prisión de los 75 condenados en 2003 a penas de hasta 28 años, según el texto.
El comunicado, que no mencionó al preso Adolfo Fernández -como habían señalado los familiares-, explicó que el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, fue informado por las autoridades de esos seis movimientos en horas de la tarde de este martes.
Castro se reunió con Ortega y el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Dionisio García, el 19 de mayo, y como resultado de esas pláticas se anunció la reubicación de los presos en sus provincias, 17 casos según la oposición, y la atención en hospitales de los enfermos, calculados en unos 25.
La mediación de la Iglesia y la visita del canciller del Vaticano, Dominique Mamberti, entre el 16 y 20 de junio, despertó en la oposición y en los familiares de los presos expectativas de liberaciones, aunque un sector de la disidencia permanece escéptico.
Las mejoras para los presos ocurren en momentos en que Cuba enfrenta la crítica de Estados Unidos y la Unión Europa, tras la muerte del preso opositor Orlando Zapata el 23 de febrero -por una huelga de hambre de 85 días-, y el ayuno en que se declaró un día después el sociólogo disidente Guillermo Fariñas, de 48 años.
Tras una visita de enviados de la Iglesia, Fariñas, quien inició su huelga en demana de la excarcelación de los presos enfermos, había revelado el 22 de mayo que los traslados y hospitalizaciones se realizarían la semana pasada, lo que mantuvo en vilo a los familiares y a la disidencia.
La disidencia estima que en Cuba hay unos 200 presos políticos, pero el Gobierno, que acusa a los opositores de "mercenarios" de Washington, sostiene que atentaron contra la seguridad del Estado.
Los presos reubicados son Félix Navarro, Antonio Díaz, Diosdado González, Iván Hernández, José Luis García Paneque y Arnaldo Ramos, que forman parte de los 53 opositores que aún permanecen en prisión de los 75 condenados en 2003 a penas de hasta 28 años, según el texto.
El comunicado, que no mencionó al preso Adolfo Fernández -como habían señalado los familiares-, explicó que el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, fue informado por las autoridades de esos seis movimientos en horas de la tarde de este martes.
Castro se reunió con Ortega y el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Dionisio García, el 19 de mayo, y como resultado de esas pláticas se anunció la reubicación de los presos en sus provincias, 17 casos según la oposición, y la atención en hospitales de los enfermos, calculados en unos 25.
La mediación de la Iglesia y la visita del canciller del Vaticano, Dominique Mamberti, entre el 16 y 20 de junio, despertó en la oposición y en los familiares de los presos expectativas de liberaciones, aunque un sector de la disidencia permanece escéptico.
Las mejoras para los presos ocurren en momentos en que Cuba enfrenta la crítica de Estados Unidos y la Unión Europa, tras la muerte del preso opositor Orlando Zapata el 23 de febrero -por una huelga de hambre de 85 días-, y el ayuno en que se declaró un día después el sociólogo disidente Guillermo Fariñas, de 48 años.
Tras una visita de enviados de la Iglesia, Fariñas, quien inició su huelga en demana de la excarcelación de los presos enfermos, había revelado el 22 de mayo que los traslados y hospitalizaciones se realizarían la semana pasada, lo que mantuvo en vilo a los familiares y a la disidencia.
La disidencia estima que en Cuba hay unos 200 presos políticos, pero el Gobierno, que acusa a los opositores de "mercenarios" de Washington, sostiene que atentaron contra la seguridad del Estado.