Internacional
Uber pierde una nueva batalla legal
Garantizan el estatus de una demanda colectiva que cuestiona la clasificación de los trabajadores de la empresa de transporte
SAN FRANCISCO, ESTADOS UNIDOS (03/SEP/2015).- Uber sufrió ayer un nuevo revés legal en Estados Unidos, luego de que un juez federal de San Francisco garantizara el estatus de demanda colectiva a un pleito que cuestiona la clasificación de los trabajadores de la empresa de transporte privado.
Los tres demandantes, que plantearon el caso en 2013, sostienen que Uber trata a sus trabajadores como empleados sin otorgarles ningún tipo de beneficios.
Ahora, un juez deberá decidir si algunos de los trabajadores de la firma deberían ser considerados empleados en lugar de contratistas independientes, lo que podría obligar a la empresa a garantizar ciertos beneficios como seguro de salud.
Los resultados de la batalla legal podrían tener repercusiones para otras empresas emergentes (”start-ups”) que utilizan también a contratistas independientes.
Uber sostiene que muchos de sus empleados prefieren tener la flexibilidad que garantiza el estatus de contratista.
La empresa ha recaudado miles de millones de dólares en varias rondas de financiación que valoran a la compañía en 51 mil millones de dólares.
La demanda planteada por tres trabajadores presenta desafíos para el modelo de negocios de Uber, que puede mantener bajos sus costos al clasificar a sus trabajadores como contratistas, lo que a su vez le permite reclutar a un gran número de personas que usan sus propios vehículos para proveer servicios.
Los expertos esperan que esta batalla legal sea larga, pero advierten de que un fallo contra Uber podría complicar su situación financiera.
La decisión del juez afecta sobre todo a los conductores que trabajaban para Uber antes de junio de 2014.
La empresa también afronta varios desafíos legales relacionados con su historial en materia de seguridad de sus trabajadores.
Los tres demandantes, que plantearon el caso en 2013, sostienen que Uber trata a sus trabajadores como empleados sin otorgarles ningún tipo de beneficios.
Ahora, un juez deberá decidir si algunos de los trabajadores de la firma deberían ser considerados empleados en lugar de contratistas independientes, lo que podría obligar a la empresa a garantizar ciertos beneficios como seguro de salud.
Los resultados de la batalla legal podrían tener repercusiones para otras empresas emergentes (”start-ups”) que utilizan también a contratistas independientes.
Uber sostiene que muchos de sus empleados prefieren tener la flexibilidad que garantiza el estatus de contratista.
La empresa ha recaudado miles de millones de dólares en varias rondas de financiación que valoran a la compañía en 51 mil millones de dólares.
La demanda planteada por tres trabajadores presenta desafíos para el modelo de negocios de Uber, que puede mantener bajos sus costos al clasificar a sus trabajadores como contratistas, lo que a su vez le permite reclutar a un gran número de personas que usan sus propios vehículos para proveer servicios.
Los expertos esperan que esta batalla legal sea larga, pero advierten de que un fallo contra Uber podría complicar su situación financiera.
La decisión del juez afecta sobre todo a los conductores que trabajaban para Uber antes de junio de 2014.
La empresa también afronta varios desafíos legales relacionados con su historial en materia de seguridad de sus trabajadores.