Jalisco

Ausencia de valores incrementa el poder de la delincuencia organizada: Cardenal

El arzobispo de la Arquidiócesis de Guadalajara oró por la prosperidad de todos los mexicanos y para lograr una vida más espiritual

GUADALAJARA, JALISCO (01/ENE/2011).- Porque la ausencia de moral y valores en el ser humano cada día es mayor, y esa constante ha abierto un amplio margen a la corrupción, así como al aumento de poder para la delincuencia organizada, la Iglesia Católica de México buscará que este 2011 sea “el año de la recuperación moral”.

De esta manera lo anunció el arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, durante la homilía de la primera misa del año, conocida como la Divina Providencia, que se celebró al mediodía en el Templo de San Bernardo.

En el discurso, emitido ante una abarrotada concurrencia , el cardenal destacó la necesidad de que los fieles católicos “tomen los caminos del verdadero cristiano”, para generar un mejor ambiente en todo el territorio nacional.

“(La Iglesia Católica está) esperando que este 2011 que comienza sea el año de la recuperación, pero no solamente económica; de la recuperación moral, de la paz y la solidaridad en nuestro entorno, y en nuestra patria”.

Al término del evento religioso el purpurado concedió una breve plática a diversos medios informativos, en la cual abordó el tema a detalle. Criticó que sea México un país con amplia mayoría de creyentes católicos, y a la vez una nación con gran rezago moral.

“Esa moral no se guarda por lo general, y como hay impunidad, la gente no tiene ni freno en el Gobierno ni tampoco freno en su conciencia. Entonces se dedican a hacer el mal, y como también las oportunidades para mucha gente no son muchas, de poder vivir una vida decente y tener para sus necesidades fundamentales, pues se dan al vicio o al crimen organizado”.

De esta manera, hizo un llamado a la comunidad religiosa a retomar el camino de la rectitud, en aras de inhibir los comportamientos delictivos, y el año que recién empieza tome un sendero más positivo con respecto a 2010, que se caracterizó por un notable incremento en las acciones delictivas emprendidas por el crimen organizado.

Señaló que, aunque se lucha por ello, la Iglesia tampoco ha hecho su parte al exaltar los valores del cristianismo en los padres de familia, lo que ha generado que día con día disminuya el número de niños que acuden a recibir educación religiosa y moral por la vía del catecismo. 

“Tal vez también la Iglesia no hemos hecho todo lo que teníamos qué hacer para motivar a los padres de familia; urgirlos a que manden a sus hijos al catecismo”. 

Añadió que, de la mano al esfuerzo concedido por la religión, el Estado aún queda a deber con respecto a proporcionar una buena educación, lo que desde su óptica es una de las principales carencias que demandan ser abatidas, para que los jóvenes del futuro “no caigan en la vagancia o en manos de la delincuencia organizada”.

Respecto a una eventual dimisión, debido a que rebasó su edad de servicio (75 años) hace casi tres años, el prelado dijo que eso es decisión solamente del Papa Benedicto XVI, quien no le ha llamado para entablar diálogo al respecto. No obstante, señala que “cualquier día” puede llegar una nueva decisión del Santo Pontífice. 

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA

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