Jalisco
Colonia San Antonio, una bomba de tiempo
Los habitantes de la zona temen que ocurra lo que vivieron los vecinos de Analco, cuando explotó el drenaje el 22 de abril de 1992
GUADALAJARA, JALISCO.- Como una bomba de tiempo, califican la situación que están viviendo vecinos de la colonia San Antonio, en Guadalajara debido al descontrolado asentamiento de industrias y talleres que están padeciendo desde hace 30 años en una zona habitacional.
Los habitantes de uno de los nueve barrios, constituido como de los tradicionales del Centro Histórico se ven cada vez más cerca de enfrentar la misma experiencia que vivieron los vecinos de Analco cuando explotó el drenaje el 22 de abril de 1992.
Los vecinos han acudido a Obras Públicas, a la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable ( Semades), al Gobierno del Estado, a la presidencia municipal y la Secretaría de Vialidad y Transportes (SVyT), de quienes espera les den respuesta la próxima semana.
De acuerdo al compromiso que hicieron las autoridades municipales y estatales con la junta vecinal, permanecerán a la espera una semana para darles solución a sus demandas que incluyen a las colonias Moderna, San Antonio y parcialmente Mexicaltzingo y Americana.
EL INFORMADOR / OMAR CASTAÑEDA
Los habitantes de uno de los nueve barrios, constituido como de los tradicionales del Centro Histórico se ven cada vez más cerca de enfrentar la misma experiencia que vivieron los vecinos de Analco cuando explotó el drenaje el 22 de abril de 1992.
Los vecinos han acudido a Obras Públicas, a la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable ( Semades), al Gobierno del Estado, a la presidencia municipal y la Secretaría de Vialidad y Transportes (SVyT), de quienes espera les den respuesta la próxima semana.
De acuerdo al compromiso que hicieron las autoridades municipales y estatales con la junta vecinal, permanecerán a la espera una semana para darles solución a sus demandas que incluyen a las colonias Moderna, San Antonio y parcialmente Mexicaltzingo y Americana.
EL INFORMADOR / OMAR CASTAÑEDA