Jalisco
Congreso rechaza el veto al Código Electoral
Los legisladores consideraron que las observaciones carecieron de importancia y no fueron al fondo de la reforma electoral
GUADALAJARA, JALISCO.- El Código Electoral se convirtió en el pretexto para alimentar el más reciente conflicto entre el
Poder Ejecutivo y el
Congreso del Estado. 31 diputados (la Legislatura se integra con 40) respondieron a la convocatoria para la sesión extraordinaria celebrada ayer domingo al mediodía, y con 30 votos a favor y uno en contra, rechazaron el veto impuesto por el gobernador Emilio González Márquez al código apenas aprobado el miércoles pasado.
De manera homogénea, los legisladores que hablaron en tribuna, consideraron que las tres observaciones hechas por el Poder Ejecutivo al Código Electoral carecieron de importancia y no fueron al fondo de la reforma electoral; defendieron además el incremento en el financiamiento a los partidos políticos mismo que, de publicarse, aplicará de manera inmediata y no a partir del año 2009. De hecho, ya de entrada quedarán comprometidos 164 millones de pesos del erario público, según reconoció el coordinador de la fracción del PRD en el Congreso, Samuel Romero Valle.
Por otra parte, aunque hasta el último momento los coordinadores de fracciones consensuaron el mensaje que trataba de presentar el perredista Enrique Alfaro Ramírez, gran opositor en el Congreso al aumento de las prerrogativas a los partidos, éste aprovechó su calidad de presidente de la Mesa Directiva para reiterar que el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, “ha hecho mal su trabajo”, y lanzó una convocatoria para que se hagan reformas a la capacidad de veto que tiene el Poder Ejecutivo, contempladas en el artículo 33 de la Constitución del Estado.
El mismo Alfaro Ramírez condensó en una declaración el sentimiento general en el Poder Legislativo: “Sí rechazamos las observaciones del gobernador y le decimos al gobernador que el Poder legislativo quiere mantener una relación estrecha y coordinada con el titular del Poder Ejecutivo, pero que quienes se están encargándose en el Gobierno del Estado de la relación entre poderes están haciendo mal su trabajo, lo están haciendo de una manera que nos parece irresponsable”.
Aún está pendiente la presentación de una iniciativa del mismo Alfaro Ramírez para que se haga una nueva modificación a la Constitución estatal, que disponga una reducción en las prerrogativas económicas de los institutos políticos.
En la inusual sesión extraordinaria concurrieron --resultado de un evidente acuerdo-- los presidentes de los tres partidos políticos con mayor representación en el Congreso: Eduardo Rosales, del PAN; Javier Guízar, del PRI y Raúl Vargas, del PRD. El gesto fue elocuente, pues con su presencia ofrecieron total respaldo a la decisión de los legisladores para aumentar el financiamiento a los partidos y en su confrontación con el Poder Ejecutivo, al que después, en conferencia de prensa, convocaron a “hacer borrón y cuenta nueva”, según palabras del dirigente panista, para terminar con los desencuentros y la polarización en el Estado.
De manera homogénea, los legisladores que hablaron en tribuna, consideraron que las tres observaciones hechas por el Poder Ejecutivo al Código Electoral carecieron de importancia y no fueron al fondo de la reforma electoral; defendieron además el incremento en el financiamiento a los partidos políticos mismo que, de publicarse, aplicará de manera inmediata y no a partir del año 2009. De hecho, ya de entrada quedarán comprometidos 164 millones de pesos del erario público, según reconoció el coordinador de la fracción del PRD en el Congreso, Samuel Romero Valle.
Por otra parte, aunque hasta el último momento los coordinadores de fracciones consensuaron el mensaje que trataba de presentar el perredista Enrique Alfaro Ramírez, gran opositor en el Congreso al aumento de las prerrogativas a los partidos, éste aprovechó su calidad de presidente de la Mesa Directiva para reiterar que el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, “ha hecho mal su trabajo”, y lanzó una convocatoria para que se hagan reformas a la capacidad de veto que tiene el Poder Ejecutivo, contempladas en el artículo 33 de la Constitución del Estado.
El mismo Alfaro Ramírez condensó en una declaración el sentimiento general en el Poder Legislativo: “Sí rechazamos las observaciones del gobernador y le decimos al gobernador que el Poder legislativo quiere mantener una relación estrecha y coordinada con el titular del Poder Ejecutivo, pero que quienes se están encargándose en el Gobierno del Estado de la relación entre poderes están haciendo mal su trabajo, lo están haciendo de una manera que nos parece irresponsable”.
Aún está pendiente la presentación de una iniciativa del mismo Alfaro Ramírez para que se haga una nueva modificación a la Constitución estatal, que disponga una reducción en las prerrogativas económicas de los institutos políticos.
En la inusual sesión extraordinaria concurrieron --resultado de un evidente acuerdo-- los presidentes de los tres partidos políticos con mayor representación en el Congreso: Eduardo Rosales, del PAN; Javier Guízar, del PRI y Raúl Vargas, del PRD. El gesto fue elocuente, pues con su presencia ofrecieron total respaldo a la decisión de los legisladores para aumentar el financiamiento a los partidos y en su confrontación con el Poder Ejecutivo, al que después, en conferencia de prensa, convocaron a “hacer borrón y cuenta nueva”, según palabras del dirigente panista, para terminar con los desencuentros y la polarización en el Estado.